Un as en la manga fue una representación virtual de una de las memorias genéticas de Ezio Auditore da Firenze, revivida por Desmond Miles en el 2012 a través del Animus.
Descripción[]
Después de que se le enseñaron las habilidades necesarias para sobrevivir en Florencia, Ezio regresó con Paola para discutir su siguiente paso.
Dialogo[]
Ezio se reunió con Paola después de haber aprendido a mezclarse y a robar.
- Paola: Ya podéis iros, chicas.
- Cortesanas: ¿Tenemos que irnos?
Es tan inocente...
Y tan mono... - Paola: Ahora que has aprendido a acercarte al enemigo, debemos buscarte un arma apropiada.
- Ezio: ¿Qué arma sugieres que use?
- Paola: Ah, tú ya conoces la respuesta...
Paola saco la Hoja oculta rota de Giovanni Auditore da Firenze.
- Ezio: ¡Eh! ¡La cuchilla y el brazal de mi padre! ¿Cómo los has conseguido?
- Paola: Usando las habilidades que te acabo de enseñar.
- Ezio: No están en muy buenas condiciones.
- Paola: Me imagino que conoces a Leonardo da Vinci.
- Ezio: Sí. Pero ¿qué pinta en esto un pintor?
- Paola: Es mucho más que eso. Llévale las piezas, y verás.
- Ezio: Antes, me gustaria preguntarte algo. ¿Puedo?
- Paola: Claro que sí.
- Ezio: ¿Por qué has decidido a ayudar a un desconocido como yo?
Paola se subió la manga para mostrar cicatrices en su antebrazo, como resultado de haber sido torturada.
- Paola: Yo también fui traicionada.
Ezio tocó la puerta del Taller de Leonardo.
- Leonardo: ¡Oh! Ezio Auditore. No... no esperaba verte de nuevo. Después de lo ocurrido... Vaya, ¿dónde están mis modales? ¡Me alegro de verte! Bueno, ¿en qué puedo ayudarte?
- Ezio: Esperaba que pudieras arreglarme algo.
- Leonardo: Por supuesto. Ven. Sígueme.
Llevó a Ezio a una mesa, que limpió.
- Leonardo: Qué pasticcio... Pero qué desorden hay aquí... A ver si lo recojo un poco. Veamos de qué se trata.
Ezio le entregó la hoja rota y el brazalete.
- Leonardo: Fascinante. No sé, Ezio. Aunque es antiguo, se trata de un objeto bastante avanzado. Nunca había visto nada parecido. Me temo que sin los planos originales no puedo hacer gran cosa. Lo siento.
Ezio se acercó para tomar la hoja, cuando Leonardo notó el viejo pergamino que Ezio poseía.
- Leonardo: ¡Espera, espera!
Leonardo desenrollo la página.
- Ezio: ¿Qué estás haciendo?
- Leonardo: El contenido de esta página está codificado. Pero si mi teoría es correcta... Basandome en estos bocetos es probable que...
- Ezio: ¿De qué estás hablando?
- Leonardo: Tú siéntate
- Ezio: Leonardo... ¿qué?
- Leonardo: ¡Chssss!
Obedientemente, Ezio se sentó en una silla mientras Leonardo decodificaba la página.
- Leonardo: ¡Asombroso! Transpongo las letras y ahora elijo la tercera...
Después de un tiempo, Ezio se durmió. Leonardo despertó a Ezio y le mostró el brazalete reparado.
- Leonardo: ¡Toma! ¡Está terminada!
- Ezio: ¿Humm? ¿Qué está terminada?
- Leonardo: ¡La hoja! Conseguí descifrar tu pergamino, y descubrí qué debía hacer exactamente.
Ezio alcanzó el brazalete, pero Leonardo lo mantuvo a distancia. Luego recogió un cuchillo de carnicero.
- Leonardo: Ahora, solo queda cortarte el dedo anular.
- Ezio: ¿En serio?
- Leonardo: Lo siento, pero no se puede hacer de otro modo. La hoja se diseñó para comprobar que quien la usa está "comprometido".
- Ezio: Bene. Pero hazlo rápido.
Ezio colocó su dedo sobre la mesa, pero saltó cuando Leonardo bajó el cuchillo, solo golpeando la madera junto a su mano. Después de esto, mostró una expresión de irritación.
- Leonardo: Era una broma, Ezio. Aunque antaño esta cuchilla requería un sacrificio, ha sido modificada. Puedes conservar el dedo.
Ezio deslizó el brazalete en su brazo, y una hoja oculta dentro de él se deslizó.
- Ezio: Increíble...
- Leonardo: Sí que lo es. Dime, ¿tienes más páginas como ésta?
- Ezio: Lo siento, es la única.
- Leonardo: Ezio, si alguna vez vuelves a encontrar otra como ésta, por favor, tráemela.
- Ezio: Tienes mi palabra. Y gracias por arreglar esto. Yo...
Fueron interrumpidos por un fuerte golpe en la puerta.
- Guardia: ¡Por orden de la guardia de Florencia, abrid esta puerta!
- Leonardo: ¡Eh... un momento!
Leonardo se volvió hacia Ezio.
- Leonardo: Espera aquí.
Leonardo dejó a Ezio atrás para abrir la puerta.
- Guardia: ¿Es usted Leonardo da Vinci?
- Leonardo: Sí. ¿En qué puedo ayudarle?
- Guardia: Necesito que conteste unas preguntas.
- Leonardo: Cómo no.
El guardia llevó a Leonardo al patio junto a su taller.
- Leonardo: Diga, ¿cuál es el problema?
- Guardia: Un testigo asegura haberle visto conspirando con un enemigo de la ciudad.
- Leonardo: ¿Cómo? ¿Yo? ¿Conspirando? ¡Ridículo!
- Guardia: ¿Cuándo fue la última vez que vio a Ezio Auditore o habló con él?
- Leonardo: ¿Quién?
- Guardia: Conmigo no se haga el tonto. Sabemos que tenía usted relación con su familia. Humm.
Arrojó a Leonardo al suelo y lo pateó varias veces.
- Guardia: Quizá esto le ayude a aclarar las ideas
¿Dispuesto a hablar?
¿Qué tal ahora?
Dígame lo que quiero saber y acabemos con esto.
¿Aún quiere más?
Decidido a proteger a su amigo de ser tratado de una manera indebidamente dura, Ezio se movió y asesinó al guardia.
- Leonardo: ¡Gracias, Ezio!
- Ezio: Lo siento mucho.
- Leonardo: Bah. Estoy acostumbrado a sus malos tratos.
- Ezio: ¿Qué hacemos con el cadáver?
- Leonardo: Tráelo dentro y ponlo con los demás.
- Ezio: ¿Los demás?
- Leonardo: Me los entrega la ciudad para que investigue.
Ponlo ahí.
Ezio llevó al guardia muerto al taller de Leonardo y lo colocó en una esquina.
- Leonardo: ¿Ves? Aquí no ha pasado nada
- Ezio: Gracias, Leonardo. Por todo.
- Leonardo: ¡De nada! Y recuerda: si encuentras más páginas extrañas como aquélla, trámelas. Si contienen diseños nuevos, podremos mejorar tu cuchilla.
- Ezio: Claro. Ahora, creo que debería volver junto a Paola.
- Leonardo: ¡Preséntale mis respetos!
Resultado[]
Leonardo arregló la hoja oculta de Giovanni para Ezio, y este aprendió a usar el arma para asesinar.
Galería[]
Curiosidades[]
- Esta memoria fue el único momento en Assassin's Creed II en el que Ezio pudo explorar el interior del taller de Leonardo.
- Cuando Ezio llegó al taller de Leonardo, se le quito cualquier armadura o tinte que llevara hasta que recibiera la hoja oculta.
- Curiosamente, la imagen principal de la memoria mostraba que Ezio no llevaba una, sino dos hojas ocultas.