Sofía Sartor fue una librera veneciana que vivió en Constantinopla en el siglo XVI renacentista. Durante su estadía en la ciudad, hizo amistad con Ezio Auditore da Firenze; Gran Maestro de la Orden de los Asesinos.
Nació en Constantinopla alrededor de 1476, de padres venecianos. Vivió allí con su familia hasta que estalló la guerra entre otomanos y venecianos. Fue en 1499 cuando los padres de Sofía la devolvieron a Italia.
En 1501 su padre le encargó a Alberto Durero, el célebre artista alemán, que le hiciera un retrato por su 28º cumpleaños. Ofreció a Durero una suma ridícula para pintar a su hija, pero cuando el pintor vio a su modelo en persona, rechazó el pago. Afirmó que el honor de retratarla era suficiente compensación.
Sofía era una gran apasionada de la literatura, una afición posibilitada por la invención de la imprenta medio siglo antes. Por primera vez en la historia, los libros eran baratos y asequibles para casi todos. A Sofía le encantaba el efecto democratizador de los libros y dedicó toda su vida a transmitírselo a los demás.
Historia[]
Primer encuentro con Ezio[]
En el año 1511, Sofía regresa a Constantinopla para hacerse cargo de una librería que anteriormente había pertenecido a la familia Polo. En el barco coincide con el príncipe Suleiman y Ezio Auditore aunque no llega a conocerles personalmente.
Sin embargo, días más adelante, Ezio entra en su tienda para encontrar las llaves de la biblioteca de Masyaf y se presentan. En su búsqueda por la tienda de Sofía, Ezio encuentra un pasadizo secreto que conduce hasta la Cisterna Basílica y le promete volver.
Cuando lo hace trae consigo un mapa en el que hay anotados unos libros que supuestamente estaban desaparecidos desde hacía mucho tiempo. Ezio cree que esos libros le darán pistas para encontrar el resto de llaves. Y así se lo hace saber a Sofía que, emocionada, decide ayudarle en su búsqueda.
La búsqueda de los libros[]
Sofía ya conoce la localización del primer libro cuando Ezio la encuentra en el puerto, esperando. No la encuentra sola ya que Duccio de Luca está molestándola. Pero cuando Duccio escapa al ver a Ezio, Sofía le confiesa el porqué se encuentra allí: ha llegado un paquete para ella pero el capitán del barco no puede
entregarle nada hasta que no tenga todos los papeles en regla. Ezio decide ayudarla e ir en busca del paquete y le dice que vuelva a su tienda, que se encontrarán allí más tarde. Cuando se encuentran en la tienda, él le hace entrega del paquete y ella le da la información que necesita para encontrar el primero de los libros.
Cuando Ezio lo recupera, Sofía se siente fascinada: como gran amante de los libros, no puede creerse el hecho de tener uno tan antiguo entre sus manos. Mientras ella lo contempla, Ezio se fija en una cosa: la tienda está toda desordenada. Ella le dice que entraron unos ladrones en busca de dinero pero, al no encontrarlo, decidieron llevarse un cuadro muy valioso. Él decide recuperarlo mientras Sofía se sumerge en la búsqueda del segundo de los libros.
Ezio logra recuperar la pintura y ella le da los datos para encontrar el próximo libro. En ese encuentro Sofía aprovecha para mantener una breve conversación sobre el trabajo de Ezio aunque él no quiere darle detalle alguno y ella debe quedarse con la curiosidad.
Ezio visita la tienda de Sofía otra vez y, junto a ella, se toma un pequeño descanso leyendo a Dante Alighieri. Ella le habla de un viaje que debe hacer hacia Adrianopoli para visitar una nueva imprenta y le pide si quiere ser su escolta durante los cinco días que dura la travesía. Ezio se siente encantado por la proposición pero debe rechazarla. Tiene mucho trabajo y poco tiempo. Sofía se lamenta pero lo entiende y le menciona que debe buscar el tercer libro pero no antes de hacer un encargo. Él le pregunta cuál, que puede hacerse cargo y ella le menciona que
necesita un ramo de tulipanes blancos. Si él se los trae, ella le dará a cambio el lugar donde escondieron el tercer libro.
Sin embargo, Sofía le menciona que no la busque en la tienda ya que estará en un parque al este de Santa Sofía. Al llegar al parque con las flores, Ezio se sorprende ya que Sofía le ha hecho una merienda sorpresa. Es allí cuando le entrega la ubicación del último libro.
Secuestro[]
En 1512, después de su viaje a Adrianopoli, Sofía sigue con su trabajo en la librería vigilada en todo momento por el asesino Yusuf Tazim, que sigue órdenes de Ezio, ya que él debe embarcarse hacia Capadocia y no quiere dejarla sola. Pero a pesar de la vigilancia Sofía es raptada por templarios bizantinos que se encuentran a las órdenes del príncipe otomano Ahmed. Yusuf es asesinado en la pelea.
Ezio regresa lo más rápido que puede a Constantinopla después de conocer las intenciones de Ahmed pero llega tarde. En la librería no hay rastro de Sofía y decide convocar a todos los asesinos y enviarles al arsenal. No solo para salvarle la vida a Sofía, sino también para vengar la muerte de Yusuf.
Cuando llega al arsenal y encuentra a Ahmed, éste le dice que no le hará daño a Sofía si él le entrega las cinco llaves de la biblioteca de Masyaf. A Ezio no le queda otra que acceder al intercambio.
Es en la torre Gálata donde Ahmed espera reunirse con él. Ezio llega y le entrega las cinco llaves al ver a Sofía en lo más alto de la torre sujetada por uno de los templarios a punto de dejarla caer. Sin embargo, cuando Ezio escala la torre para salvarla, descubre que no es ella: es otra pobre mujer la que habían encapuchado. Desde lo alto Ezio puede ver como a la verdadera Sofía la están colgando desde un árbol. Sin demora, abre uno de sus paracaídas y logra llegar hasta ella antes de que la soga logre ahogarla.
Ezio le pide perdón por haberla incluido en una guerra en la que no tenía porque estar pero ella le replica diciéndole que no es su culpa todo lo que hagan otros hombres. En ese momento ven partir a Ahmed en un carro tirado por caballos. Ezio le dice que debe ir en su busca para recuperar algo muy valioso y ella decide acompañarle. Ambos se suben a otro carro para impedir que escape
En busca de Ahmet[]
Mientras van en el carro tirado por caballos, Sofía resbala y está a punto de caer. Ezio intenta salvarla pero, al no poder controlar las riendas en el proceso, también resbala y cae del carro. Sin embargo, logra agarrarse a una cuerda y, con ayuda del paracaídas, logra seguir en la persecución. Es en ese momento cuando Sofía logra subirse y está en su mano controlar a los caballos para no perder de vista el carro de Ahmed. Ezio la sigue desde las alturas.
Después de una dura competición, Sofía logra llegar hasta el carro de Ahmed pero en uno de los envites su carro se rompe y ya no puede perseguirle. Sin embargo, Ezio desengancha su cuerda y dirige su paracaídas hacia el carro de su enemigo. Cuando ya está encima de él, golpea a Ahmed que pierde las riendas de los caballos y ambos contrincantes caen por un acantilado.
Al llegar abajo, ambos doloridos, Ezio encuentra la bolsa con las cinco llaves y vuelve a recuperarlas. Y cuando iban a volver a luchar aparece en escena Salim I, hermano de Ahmed y padre de Suleiman. Es él quien lanza a su hermano al vacío y le exige a Ezio que no vuelva a pisar Constantinopla. Ezio intenta atacarle pero aparece Sofía y le detiene. Cuando Salim se marcha junto a su ejército Sofía le dice que ha hecho lo correcto. Y ya con las llaves en su bolsillo, ambos deciden partir hacia Masyaf.
Viaje a Masyaf[]
Mientras suben la cuesta hacia la fortaleza de los asesinos, hablan sobre la orden y el deseo de Ezio de abandonar ya la lucha. Una vez llegados a la puerta de la biblioteca, Sofía decide esperarle fuera aunque le hace prometer que volverá con vida. Cuando Ezio regresa, ambos parten hacia una nueva vida juntos.
Descanso[]
Sofía y Ezio viajan hacia Italia, donde deciden quedarse en una villa de la Toscana, cerca de Florencia. Tienen dos hijos: una niña llamada Flavia y un niño llamado Marcello. Ambos viven felices y tranquilos, encargándose de las viñas o cualquier otro que hacer diario. La relación entre Sofía y Ezio estuvo tensa tras la llegada de Shao Jun con la que tuvo ciertas diferencias pero acabo entrenando para maestra asesina.
Un dia Ezio, Sofia y Flavia se fueron al mercado, Ezio se sentó en un banco para descansar un poco, en pocos instantes aparece un joven con una capucha lleno de cicatrices, habla con Ezio y al acabar, el joven coge la mano de Ezio y se va. Al poco tiempo Ezio cae muerto en el banco, Sofia y Flavia fueron testigos de la muerte de Ezio junto con otras personas
Trivia[]
- Está inspirada en el retrato de una joven veneciana de Albrecht Dürer.
Apariciones[]
- Assassin's Creed: Revelations (Primera aparición)
- Assassin's Creed: Embers
- Novelización de Assassin's Creed: Revelations
Galería[]
Fuentes[]