Animuspedia
Advertisement
Eraicon-OriginsEraicon-OdysseyEraicon-Valhalla



La Orden de los Antiguos, también referida colectivamente como La Serpiente, era una organización secreta que operaba en el mundo antiguo. Fundado alrededor del 1334 a.C. por el faraón egipcio Semenejkara, la Orden de los Antiguos buscaba encontrar reliquias de los dioses para promover la paz y el progreso bajo su mandato.

Con el tiempo, su influencia creció más allá de Egipto y llegó hasta Persia, dónde influyeron durante generaciones a los emperadores aqueménidas, incluyendo a Darío I y su hijo Jerjes I.[1] Al final de la dinastía ptolemaica en Egipto, la Orden contralaba al joven faraón Ptolomeo XIII com una marioneta. Tras su muerte, pasaron a apoyar a Cleopatra y Julio César. Gracias a los vínculos con este último, la República romana pasó a ser el Imperio romano.[2]

La Orden de los Antiguos es uno de los grupos predecesores de lo que luego se conocería como la Orden de los Templarios.

Historia[]

Primeros años[]

La Orden de los Antiguos fue fundada por el faraón Semenejkara, alrededor del 1334 a.C., con la intención de identificar y explotar las tecnologías y recursos de los Isu. Habiendo descubierto el templo de Eeyoo Sekedoo Aat, Semenejkara construyó su tumba conectado a él para mantenerlo oculto.[2] La Orden creció en Egipto antes de expandirse por Persia, donde consiguió escalar hasta influenciar a los reyes del Imperio aqueménida. Para el siglo V a.C., la Orden ya era una organización poderosa con gran poder en Persia.[3]

Para cuando la segunda guerra médica comenzó, la Orden ya tenía una afiliación establecida con el Culto de Kosmos griego. Aunque operaban independientemente, sus fines muchas veces se alineaban, por lo que trataron de instaurar a Jerjes I de Persia como monarca en Grecia.[4] Con el fin de que la conquistaran más fácil, trataron de convencer a través de la pitia a Leónidas I de Esparta de no luchar con los persas en la batalla de las Termópilas. Sin embargo, Leónidas no hizo caso a las advertencias y, aunque fueron derrotados, su ejército dio un duro golpe a los persas que los dejó trastocados para el resto de la conquista. Finalmente, los persas fueron derrotados.[1]

Inestabilidad en Persia[]

ACOD Darius assassinate Xerxes

Darío asesina a Jerjes

Sus actividades y su existencia fueron descubiertas por un grupo de élites persas compuesto por Artabano, Amorges y Pactias. Así, los tres formaron un pequeño grupo que se opuso al reinado de Jerjes I y acabando con su vida. Con la muerte del rey, la Orden se fijó en su sucesor, su hijo Artajerjes I de Persia, con el fin de poder ejercer control sobre él también. Artabano, con miedo de tener a otro rey manipulado, trató de asesinarle. Sin embargo, Amorges le detuvo y le expuso como un traidor. Artabano y su familia se vieron obligados a huir, mientras que Amorges se unió a la Orden y se acabó convirtiendo en su líder. Con el fin de acabar con Artabano, Amorges envió a una rama liderada por Pactias para darle caza.[3]

La caza de Artabano, que ahora se hacía llamar Darío, no fue fructífera, por lo que la rama de Pactias recibió una segunda misión: encontrar y acabar con todos aquellos que eran considerados Mancillados, descendientes híbridos de los Isu que poseían una gran fuerza y habilidades. Alrededor del 429 a.C., la Orden de los Antiguos llegó a Macedonia, en Grecia, para eliminar a la misthios espartana Kassandra, una Mancillada.[3]

Mientras tanto, en Persia el rey Artajerjes se vió forzado al exilio. En algún punto durante su reinado, Artajerjes se dió cuenta de las intenciones de la Orden y el rey trató de alejarles del poder. Sin embargo, el intento fue en vano, pues la Orden trató de conspirar con su hermano Histaspes para derrocarle. Histaspes envenenó a Artajerjes, pero sobrevivió a costa de perder la vista. La Orden echó la culpa del atentado a Darío, pero Artajerjes sabía la verdad y fingió su muerte, huyendo del Imperio hacia Grecia.[5]

Actividades en Grecia[]

En Grecia había comenzado una guerra civil instigada por el Culto de Kosmos, aunque estos lo desconocían y la desaprobaban, debido a que había traído el caos en la región. Expandir sus actividades a Grecia suponía un peligro, pues no querían que el Culto de Kosmos se entrara de sus actividades. Por ello, Equión mandó una carta a Kassandra con el fin de atraerla hacia la pequeña aldea de Potidea. Pactias comenzó un fuego en la aldea acercana, lo que atrajo la atención de Kassandra y el hijo de Darío, Natakas. Pactias trató de envíar a sus seguidores para acabar con ellos, pero fue en vano.[3]

Con el fin de reforzar a la Orden, Pactias comenzó a reclutar gente a su causa y entró en rangos altos del poder macedonio. Pactias trató una vez más de eliminar a Kassandra, esta vez atrayendola hasta las ciénagas de Terma. Allí, Pactias dejó un libro llenó de personas ahorcadas y la emboscó con los familiares de las víctimas. Sin embargo, el plan volvió a fallar.[3]

Pactias se enfrentó en combate a Kassandra en los bosques, pero fue derrotado y se vio obligado a retirarse a una cueva cercana. Kassandra lo persiguio y le derrotó dentro de la cueva también. Darío y Natakas llegaron poco después y Pactias reveló la identidad de Darío y sus acciones a Kassandra, antes de ser ejecutado por la hoja oculta de Darío. Con la muerte de Pactias, la Orden perdió su influencia en Macedonia.[3]

Caída de la Orden persa[]

Tras la muerte de Pactias, Amorges decidió encargarse él mismo de dar caza a Darío, viajando hasta Grecia. Hacíendose pasar por un mercader llamado Orontas, localizó al hijo de Darío en Acaya, que planeaba escapar de Grecia a través del puerto de Pátrai. Para evitarlo, Amorges envió a Fila de la Orden de la Tormenta para bloquear la salida, con sus hombres buscando a Darío y Natakas por la región. Sin embargo, Kassandra volvió a ayudar a Darío y Natakas, usando el Aliento de Quimera que la Orden había desarrollado en su contra, instalandolo en la Adrastea.[6]

ACOD Legacy of the First Blade memory Screenshot 8

Amorges se enfrenta a Darío y Kassandra

Tras la derrota de Fila, Amorges decidió lanzar un último ataque, asediando el pueblo de Dime donde Natakas y Kassandra se habían asentado y habían tenido un hijo. Amorges envió a Los Inmortales junto a un pequeño ejército, quemando la aldea y asesinando a Natakas. Darío y Kassandra cooperaron juntos, debilitando a la Orden en Mesenia con el fin de recuperar al hijo de Kassandra. Amorges se enfrentó a Darío y Kassandra en el templo de Zeus, con Amorges siendo derrotado y revelando la localzación del niño. Tras la derrota de Amorges, Kassandra dió caza al resto de miembros de la Orden que seguían vivos.[4]

La bóveda de Siwa[]

Para el siglo I a.C., la Orden ya tenía una fuerte presencia en Egipto, con gran numero de posiciones importantes en el reinado del faraón Ptolomeo XII. Potino servía como un eunuco dentro de la corte real, mientras que Berenice servía como monarca de Fayún.[2] Alrededor de esa época, Potino también reclutó a Lucius Septimius, uno de los gabinianos estacionados en Egipto para proteger al faraón, a la Orden.[7]

Tras la muerte de Ptolomeo en el 51 a.C., sus hijos Ptolomeo XIII y Cleopatra VII le sucedieron en el trono, gobernando como cofaraones. Viendo esto como una oportunidad para ganar más poder, la Orden trató de persuadir a Cleopatra, pero el plan falló. Viendo que Ptolomeo era mucho más facil de manipular, la Orden solicitó la expulsión de Cleopatra de Egipto en el 49 a.C., comenzando una guerra en la que la Orden apoyó a Ptolomeo.[7]

Origins Quest04TheFalseOracle Part01

La Orden con Bayek y Khemu en la bóveda de Siwa

La Orden entonces conoció de la existencia de una cámara bajo el templo de Amón, en Siwa, que creían que tenía conexión con el Fruto que tenían en posesión. Así, Rudiek, Medunamun, Flavio, Lucius y Potino fueron hasta la cámara en el 49 a.C. con la intención de descubrir sus secretos. Secuestrando al medjay local Bayek de Siwa y a su hijo Khemu, esperaban que el medjay supiera como abrir la puerta de la cámara.[8]

Sin embargo, Bayek desconocía la naturaleza de la cámara ni como abrirla. Antes de que pudieran interrogarle más a fondo, fueron interrumpidos por noticias de que Ptolomeo se dirigía al templo de Amon. Bayek consiguió liberarse con la ayuda de Khemu y trató de atacar al grupo, pero el conflicto desencadenó en la muerte de su hijo.[8]

Venganza del medjay[]

Archivo:The Heron Assassination 02.jpg

Rudiek confrontado por Bayek

Habiendo fallado en abrir la cámara, la Orden abandonó la aldea, dejando a Medunamun como nuevo oráculo de Amón para que permaneciera en el templo y entregandole la manzana para que aprendiera más acerca de ella.[9] Bayek,, enfurecido por la muerte de su hijo, comenzó a buscar a los miembros de la Orden con el fin de vengarse. Así, consiguió localizar a Rudiek en el nomo de Saqqara, dandole caza hasta la Pirámide Acodada. Allí, Bayek consiguió accoralar a Rudiek, que trató de defenderse arrojandole un cuchillo arrojadizo que fue interceptado por la máscara del propio Rudiek. Bayek le puso la máscara a Rudiek, matandole al instante con el cuchillo.[10]

ACO End of the Snake - Flashback - Eudoros and Pothinus

Eudoros y Potino planean su siguiente movimiento

Al mismo tiempo, Aya, la mujer de Bayek, comenzó también su venganza contra los asesinos de su hijo. Para ello, se alió con Apolodoro el Siciliano, seguidor de Cleopatra, para encontrar a sus miembros, localizando a Acteón y Ktesos, dos miembros de la Orden de Alejandría. Aya asesinó a ambos, lo que provocó que fuera buscada por Genadio, el phylake local.[11] Alarmados por estos eventos, Eudoro y Potino escribieron una carta para Medunamun, con el fin de avisarle del peligro que podría correr su vida.[12] Sin embargo, ya era tarde, pues Bayek había vuelto a Siwa tras asesinar a Rudjek y había conseguido infiltrarse en el templo de Amón, asesinando a Medunamun y haciendose con el Fruto.[8]

Origins Quest11TheScarab'sLies Part17

Taharqa asesinado por Bayek

El propio Bayek dio después caza a Eudoro en los baños de Alejandría, pensando que con él había terminado con todos los miembros.[12] Sin embargo, la Orden permanecía fuerte, con sus miembros controlando regiones por todo egipto como Khaliset en Guiza, Hetepi en Menfis y Berenice en Fayún.[13] Además, Taharqa trataba de incrementar su influencia en el nomo de Sapi-Res tratando de reclamar la ciudad de Letópolis del desierto.[14] Sin embargo, Bayek fue implacable, cazando uno a uno a todos ellos.[15][16][17][18]

Alianza con César[]

En el 48 a.C., Potinio y Septimius conspiraron para asesinar a Cleopatra en Heracleion a través de uno de los gabinianos de Septimius, Venator. Venator había entrenado a sus hombres para causar caos en la ciudad y aprovechar ese momento para asesinar a la faraona. Sin embargo, los planes fueron frustrados cuando uno de los hombres del gabiniano, Livio, fue capturado e interrogado por Apolodoro. Bayek, que se encontraba en aquellos momentos en Heracleion tras haber acabado con gran parte de la Orden, acabó con todas las amenazas posibles para la faraona. En un intento desesperado por cumplir su cometido, Venator y sus últimos hombres trataron de atacar a Cleopatra en el patio del palacio, pero Aya, que acababa de volver de sus misiones en el Mediterráneo, y Bayek consiguieron repeler el ataque y acabar con Venator.[19]

ACO Pompey's body

Pompeyo decapitado

Al mismo tiempo, la Orden había aprendido de la alianza formada entre Cleopatra y Pompeyo para retomar el trono de Egipto, algo que se oponía a sus planes tanto en Egipto como en Roma.[20] Por ello, Septimius fue enviado hasta el campamento donde las fuerzas de Pompeyo habían atracado, eliminando a todos los romanos y decapitando al general romano.[19] Tras hacerlo, Septimius viajó hasta Alejandría con la cabeza de Ptolomeo, dónde esperaba que Ptolomeo consiguiera una alianza con Julio César gracias a ella.[21]

Sin embargo, César decidió aliarse con Cleopatra, que había interrumpido la reunión entre César y Ptolomeo y le había propuesto matrimonio con el fin de recuperar el trono de Egipto. Septimius y Potinio decidieron entonces por órdenes de Flavio, el líder de la Orden, atrapar a César y Cleopatra en el palacio hundiendo la flota romana. Sin embargo, Aya consiguió que las órdenes de César llegaran a sus destinatarios y pudieron acabar con el bloqueo.[21]Así, en febrero del 47 a.C., comenzó la batalla del Nilo entre las fuerzas de Ptolomeo y las de Cleopatra y César.[22]

Aya y Bayek participaron en la batalla, ayudando a los romanos. Bayek se encargó personalmente de Potino y su elefante de guerra Yugr Tn, mientras que Aya fue directo a por Ptolomeo. Tras acabar con Potino, César dirigió a Bayek hacia Septimius, que estaba en una aldea cercana. Sin embargo, después de que Bayek derrotara a Lucius, César apareció y le perdonó la vida a Septimius con el fin de que fuera juzgado por las leyes romanas. Bayek ignoró a César y trató de asesinarle, pero fue noqueado por los guardias romanos antes de que pudiera hacerlo.[22]

Archivo:Origins Quest20BattleForTheNile Part16.PNG

Cleopatra celebra la victoria sobre Ptolomeo

Sin embargo, la Orden, a través de Flavio, consiguió convencer a César de unirse a ellos, consiguiendo así el perdón de Septimius y ganando poder político tanto sobre Roma como sobre Egipto a través de Cleopatra.[22] Además, Aya y Bayek, que ya estaban enfurecidos por el perdón a Septimius, fueron expulsados del palacio.[23]

El poder del Fruto[]

Flavio y Septimius, aprovechando el acceso que tenían a la tumba de Alejandro Magno, se hicieron con el Cetro del Edén del monarca y le robaron el Fruto del Edén a Apolodoro, consiguiendo así las dos llaves para acceder a la cámara de Siwa. Aya y Bayek llegaron a la tumba y se encontraron a Apolodoro luchando contra varios soldados romanos que acabaron matándole. Sin embargo, no había rastro de Flavio y Septimius, que para entonces ya habían puesto rumbo a Siwa.[23]

En Siwa, Flavio y Septimius llevaron a su ejército romano con el fin de abrir por fin la cámara. El medjay local Hepzefa trato de detenerles, pero fue descubierto y asesinado. Tras abrir la cámara, encontraron un mapa del mundo con varios puntos marcados, presumiblemente otros templos. Aya y Bayek llegarón más tarde a la cámara, donde encontraron el cuerpo de Hepzefa y el mapa del mundo.[24]

Archivo:Origins Quest22TheFinalWeighing Part12.PNG

Flavio con el Fruto en su poder

Flavio se dirigió a Cirene, donde había sido nombra procónsul, mientras que Septimius se dirigió a Alejandría. Bayek, sabiendo que Flavio había sido el asesino de Khemu, decidió dirigirse a Cirene, mientras que Aya siguió la pista de Septimius en Alejandría. De camino a Cirene, Flavio fue causando el caos con el Fruto por todo el camino, enloqueciendo a la población y manipulando sus mentes para adorarle.[24]

Bayek siguió el rastro de Flavio hasta la Acrópolis romana de Cirene, donde se enfrentó a Flavio. Pese a que Flavio poseía el Fruto, lo que le otorgaba habilidades sobrehumanas como el poder de ralentizar el tiempo, Bayek consiguió derrotarle y recuperar el Fruto, poniendo así fin a la venganza del medjay.[24]

Golpe a Roma[]

Mientras Bayek acababa con Flavio, Aya había viajado hasta Alejandría para seguir el rastro de Septimius. Septimius ya estaba en Roma, por lo que Aya decidió viajar hasta allí con la ayuda de sus nuevos aliados, los senadores romanos Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino. Poco antes de marchar, Bayek volvió, con las noticias de la muerte de Flavio. Así, ambos se despidieron y decidieron dejar sus vidas atrás a cambio de un fin más grande, fundando así a los Ocultos. Aya marchó a Roma con el fin de establecer un despacho de los Ocultos allí y acabar tanto con Septimius como con César.[25]

En el 44 a.C., César había sido citado para hablar ante el senado en el Teatro de Pompeyo. Para entonces, Septimius se había convertido en uno de los hombres más importantes en el círculo de César, por lo que le ofreció ir al senado con él para hacer de "lobo". César marchó al senado al mismo tiempo que Septimius vio a Aya, enfrentándose a ella. A pesar de sus habilidades y su nuevo equipamiento que contenían algún tipo de tecnología Isu, Aya consiguió derrotar a Septimius y le degolló.[26]

Archivo:FallofanEmpireRiseofAnother11.jpg

Aya apuñala a César

En la curia, Bruto y Casio estaban retrasando el discurso de César para dar tiempo a Aya para que llegara allí. Mientras César daba el discurso, Aya se acercó por detrás y apuñaló a César. El resto de senadores, incluyendo Bruto y Casio, siguieron a Aya y le apuñalaron un total de 23 veces, matando a César en el acto.[26]

Península de Sinaí[]

Tras la muerte de César, el poder recayó sobre su hijo adoptivo Augusto que, con la ayuda de Marco Antonio dieron caza y acabaron con los senadores Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino. Sin embargo, Aya, ahora bajo el nombre de Amunet, consiguió sobrevivir y siguió trabajando con los Ocultos en Roma.[27]

Después de que la Orden perdiera su influencia sobre Cleopatra, trataron de conquistar Egipto una vez más, esta vez usando al general romano y miembro de la Orden Rufio, que había quedado en posesión de uno de los destacamentos del ejército romano en Egipto.[2]

Para ello, Rufio comenzó a diseñar una red de colaboradores a través de su capitán Jibade, sobornando a todos los estratos sociales para que su entrada en Egipto fuera mejor recibida. Además, envío a Adras a Siwa para conquistarla, esperando que el Fruto se encontrara allí. Sin embargo, un escriba real llamado Otis descubrió estos planes y, aunque le costó la vida, fue capaz de avisar a Bayek, que acabó con los planes del general. Bayek también habló con Gamilat, un líder rebelde de la península del Sinaí que estaba intentando luchar contra los romanos, con el fin de averiguar más de Rufio.[28] Con el fin de controlar las rebeliones y asegurar su posición en el Sinaí, Rufio sitúo a tres de sus generales y miembros de la Orden, Ampelius, Ptahmose y Tácito, en cada uno de los nomos.[29]

ACO HO Screenshot - Rufio

Rufio con sus hombres

En el 38 a.C., después de que un par de Ocultos fueran asesinados por romanos durante las rebeliones, Tahira escribió una carta a Bayek solicitando su ayuda en la península. Bayek acudió al Sinaí, donde acabó con los tres tenientes impuestos por Rufio. Primero acabó con Tácito en Operum Tuorum Gemmam Castra, en Klysma, liberando a todos los esclavos de la cantera.[30] Después acabó con Ampelius, que controlaba todo el comercio de la zona, en el interior de las Murallas del gobernante.[31] Finalmente, acabó con Ptahmose, que estaba deconstruyendo la pirámide de Amenmeses para obtener fondos para los romanos.[32]

Rufio decidió viajar hasta el Sinaí, pero decidió no pisar la península para evitar acabar como sus tenientes. Así, encargó a su ejército atacar el despacho de los Ocultos en Sinaí, haciendo prisioneros a Bayek, Tahira y Kashta. Sin embargo, Amunet viajó desde Roma habiendo oído noticias de lo que estaba sucediendo en Sinaí y pudo salvar a Bayek de una muerte por crucifixión.[33] Rufio mandó entonces a su ejército a atacar a los aldeanos de Arsínoe, pero Bayek y Amunet consiguieron detenerles para que no causaran más bajas. Tras ello, Bayek abordó el octarreme de Rufio, poniendo fin a su vida.[34]

Imperio romano[]

En el 32 a.C., se desató una guerra civil entre Augusto y Marco Antonio, el nuevo amante de Cleopatra. Con el apoyo de la Orden de los Antiguos, Augusto consiguió conquistar Egipto en el 30 a.C. y forzó a la pareja a suicidarse. Así, Egipto paso a ser una provincia romana bajo el control de la Orden.[27] Tres años después, Augusto, bajo el nombre de Octaviano, transformó a la República romana en el Imperio romano, con varias generaciones de emperadores estando bajo la influencia de la Orden. Entre ellos destaca Calígula, asesinado en el año 41 por el Oculto Leonio.[35]

Edad Media[]

ACV Charlemagne tapestry cloesup

Carlomagno

Con la caída del Imperio Romano, el rápido ascenso e influencia de los cultos monoteístas fueron dejando al margen a la Orden de los Antiguos. Para el siglo IX, la Orden de los Antiguos había conseguido expandirse hasta el norte de Europa, pasando por Francia y ganando fuerza en Inglaterra[36] y Escandinavia.[37]

En algún momento a inicios del siglo IX, el Rey Carlomagno ostento el titulo de Gran Maestro de la Orden de los Antiguos, dicho titulo siendo conferido a los reyes anglosajones, de manera simultanea el Rey Offa de Mercia fue un importante miembro de la Orden. A mediados del siglo IX, la Orden se atrinchero en Inglaterra para aislarse de las ideas cristianas, para que así sus miembros ejercieran sus ideas del paganismo Isu con cierta libertad, alejados del mundo, pues en aquellos años Inglaterra era un avispero de ideas cristianas y paganas, dando muchas veces a sincretismos. Los títulos de Gran Maestro iba a ser cedido por el Rey Aelle de Norhumbria, pero murio antes de ser elegido Gran Maestro por la invasión del Gran Ejercito Pagano, por ende tal cargo pasó por el Rey Ethelwulfo de Wessex, luego a la muerte de este pasó al Rey Etelredo de Wessex, para ser heredado por el Rey Alfred de Wessex, el Rey Alfred nunca quiso dirigir la Orden, ya que su devoción cristiana se contraponía con las ideas paganas acerca de los Isu, por lo cual comenzó a trabajar bajo el seudónimo "Un desdichado soldado de Cristo" para destruir a la Orden por dentro, sin embargo, las invasiones Danesas habían atrasado su trabajo, no obstante al reconocer a Eivor y que este colaboraba de cerca con los Ocultos, los utilizo para la eventual destrucción de la Orden de los Antiguos.

El Rey Alfred le manifestó a Eivor que crearía una Orden basada en el temor a Dios y al ser humano en su centro, despojando toda insinuación hacia los Isu, indirectamente el Rey Alfred sentó las bases para la creación de la Orden de los Templarios

Fin de la Orden[]

El fin de la Orden de los Antiguos llegó en 1118, cuando el abad francés Bernardo de Claraval se dio cuenta de que la Orden necesitaba el poder de la Iglesia católica. Tras un viaje al Templo de Salomón, en Jerusalén, reinventó a la orden junto a Hugo de Payns, creando la regla latina. Así, la Orden de los Antiguos se volvió una institución pública conocida bajo el nombre de la Orden de los Caballeros Templarios.[38]

Ideología[]

«Seré recompensado tras la muerte. Vino y mujeres por siempre con mis hermanos.»
―Últimas palabras de Lucius Septimius, 44 a.C.[fte]

Durante las guerras médicas, la Orden se situaba principalmente en Persia, influyendo durante siglos a los emperadores aqueménidas. La mayoría de miembros creían en su función como algo divino, creyendo que el sacrificio de unos pocos traería el bien común a la mayoría. La Orden también puso gran empeño en la búsqueda de los Mancillados, a los que veían como una amenaza no solo para la Orden sino también para la humanidad. Este pensamiento era radicalmente distinto al del Culto de Kosmos, que adoraba a los Mancillados como Deimos.[1]

En Egipto, la Orden estableció también su poder gracias a la dinastía ptolemaica, con varios miembros de la Orden situados en los estratos más altos de la sociedad. Cada uno tenía su ámbito de control, esparcidos por todo Egipto. Además, portaban máscaras y atuendos idénticos como símbolo de compromiso con la Orden. Al contrario que los residentes de Egipto, los miembros creían en un solo Dios y en el más allá, así como en el Padre del Entendimiento.[2]

La Orden de los Antiguos buscaban alcanzar la grandeza de los Isu, venerando sus templos y objetos ancestrales, creen que los seres humanos son simples objetos de dominación que no merecen conocer tal sabiduría, solo algunos pocos son dignos de admirar la perfección y entender la perfección de los Antiguos. La Orden ya era consciente de la existencia de los sabios, los buscaban de forma activa, pues estos representaban el potencial del ser perfecto escondido en un ser humano común.

A pesar de las creencias monoteístas de la Orden, los miembros de la Orden egipcia adquirieron sus nombres de varias deidades y criaturas egipcias. Esto incluye a:

  • El Buitre (Nejbet).
  • El Carnero (Jnum).
  • El Chacal (Anubis).
  • El Cocodrilo (Sobek).
  • El Escarabajo (Jepri).
  • El Escorpión (Serket).
  • La Garza (Bennu).
  • La Hiena (Upuaut).
  • El Hipopotamo (Tueris).
  • El Ibis (Tot).
  • El León (Maahes).
  • La Serpiente, el nombre de la Orden (Apep).[2]

Miembros[]

Antiguo Egipto[]

Imperio aqueménida y polis griegas[]

  • Amorges.
  • Pactias.
    • Acantia.
    • Bubares.
    • Conón.
    • Equión.
    • Frataguna.
    • Timosa
  • Fila
    • Augos.
    • Megacreón.
    • Néstor.
    • Sofos
  • Gergis.
    • Artazostra.
    • Dimócrates.
    • Gaspar.
    • Los Inmortales.
    • Pitias

Egipto ptolemaico[]

Imperio romano[]

Edad Media[]

Aliados y marionetas[]

Imperio aqueménida y Antigua Grecia

Reino de Macedonia

Egipto Ptolomeico / República romana

Imperio romano

Entradas en la base de datos[]

Assassin's Creed: Valhalla[]

ACV DB Order of the Ancients

La Orden de los Antiguos es la antecesora de la actual Orden templaria, con la que comparten muchas creencias generales. Básicamente, consideran que los humanos poseen una predisposición innata al caos y la violencia, y que los miembros más fuertes y sabios de la sociedad deben imponer el orden y la paz.

La diferencia entre los dos grupos radica en quiénes son "los más fuertes y sabios". La Orden de los Antiguos fue fundada en el año 1334 a. e. c. por el faraón egipcio Semenejkara, y desde entonces predicó una doctrina que honraba a los creadores de la humanidad, los Isu, a los que consideraban una raza superior por naturaleza. Según los preceptos fundamentales de la Orden, la humanidad solo podría alcanzar su máximo potencial emulando a sus progenitores y adoptando su cultura, ideales y tecnología.

La adoración de los Isu era un elemento clave para la existencia de la Orden. Los humanos que adoptaban una visión antropocéntrica de la realidad, o bien aquellos que predicaban que la cultura humana era igual de valiosa que la Isu, eran tachados de decadentes y herejes. El objetivo último de la Orden era recrear las sociedades de los Isu en la Tierra y, a ser posible, resucitarlos empleando cualquier método necesario.

En el siglo IX e. c., con el auge del cristianismo y el islam, la influencia de la Orden comenzó a menguar. Sin embargo, fueron capaces de establecer un último bastión en el noroeste de Europa. Se organizaron en diversas células en las que cada miembro adoptaba un nombre en clave para pasar lo más desapercibido posible.

La Orden se organizaba siguiendo una jerarquía de cinco estratos: los fanáticos eran su brazo ejecutor; los sacerdotes y videntes ostentaban el título de clérigo; los jueces, mercaderes y soldados eran palatinos; los maeses ocupaban el máximo rango de cada secta y el gran maese los gobernaba a todos.

Curiosidades[]

  • El anj, símbolo de la Orden, recuerda a la insignia Templaria que posteriormente llevarían la Orden de los Templarios.
  • La asociación de la Orden con las serpientes es una oposición a la asociación de los Asesinos con las águilas.

Galería[]

Apariciones[]

Referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 Assassin's Creed: Odyssey
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 Assassin's Creed: Origins
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 3,5 OdysseyEl legado de la primera hoja: A la caza
  4. 4,0 4,1 OdysseyEl legado de la primera hoja: Estirpe
  5. Odyssey - El príncipe de Persia
  6. OdysseyEl legado de la primera hoja: Una dinastía en la sombra
  7. 7,0 7,1 Assassin's Creed Origins: Guía oficial
  8. 8,0 8,1 8,2 OriginsEl falso oráculo
  9. OriginsEl oasis
  10. OriginsAsesinato de la Garza
  11. OriginsAya
  12. 12,0 12,1 OriginsFin de la Serpiente
  13. OriginsEl medjay de Egipto
  14. OriginsLa mordedura del Escarabajo
  15. OriginsLa Hiena
  16. OriginsEl rostro del Lagarto
  17. OriginsLas fauces del Cocodrilo
  18. OriginsLas mentiras del Escarabajo
  19. 19,0 19,1 OriginsAl estilo gabiniano
  20. OriginsPompeyo Magno
  21. 21,0 21,1 OriginsAya: Espada de la diosa
  22. 22,0 22,1 22,2 OriginsLa batalla del Nilo
  23. 23,0 23,1 OriginsLas consecuencias
  24. 24,0 24,1 24,2 OriginsEl pesado final
  25. OriginsEl último medjay
  26. 26,0 26,1 OriginsLa caída de un imperio y el alzamiento de otro
  27. 27,0 27,1 Assassin's Creed: Origins - Cómic
  28. Origins - Amenaza inminente
  29. Origins - The Hidden Ones
  30. Origins - The Hidden Ones - Donde mueren los esclavos
  31. Origins - The Hidden Ones - Las Murallas del gobernante
  32. Origins - The Hidden Ones - El sol del atardecer
  33. Origins - The Hidden Ones - No hay cadenas irrompibles
  34. Origins - The Hidden Ones - Syc Semper Tyrannis
  35. Assassin's Creed II
  36. Assassin's Creed: Valhalla
  37. Assassin's Creed: Last Descendants - Fate of the Gods
  38. Assassin's Creed: Revelations

Advertisement