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Louis Antoine Léon de Saint-Just (1767 - 1794) fue un líder militar y político durante la Revolución Francesa y uno de los líderes del Reino del Terror.

Biografía[]

Ascenso al poder[]

Saint-Just nació en Decize en 1767. Tras el estallido de la revolución en 1789, Saint-Just pronto se alió con ella, y fue elegido para la Asamblea Legislativa en 1791. También se dirigió a la Convención Nacional poco tiempo antes del juicio de Luis XVI, declarando "Un rey debe reinar o morir".

Al asumir la posición de que Luis debería ser sentenciado a muerte, Saint-Just fue el primero en expresar una opinión popular que pocos se atrevieron a admitir. Saint-Just fue fuertemente aplaudido por la Convención y pronto se convirtió en una notable figura revolucionaria entre los jacobinos.

En septiembre de 1793, el Reino del Terror comenzó después de que el Comité de Salvación Pública se volvió cada vez más poderoso. Saint-Just dirigió el Comité junto con Maximilien de Robespierre, Georges Couthon y Jean-Marie Collot d'Herbois, y se convirtió en crítico de Georges Danton, a quien consideraba demasiado moderado.

Miembro del Comité de Salvación Pública[]

Durante su mandato en el Comité, Saint-Just intentó encarcelar al marqués de Sade, creyendo que era una influencia inmoral sobre los ciudadanos de la República Francesa. Para lograr esto, envió a un agente a planear el asesinato de una de las prostitutas de Sade, Suzanna, para luego acusar al marqués.

El ayudante de Sade, Olivier había llegado a odiar a su empleador, y el agente se aprovechó de esto, pagándole a Olivier para que asesinara a Suzanna, ya que Saint-Just no quería que el Comité sospechase. Sin embargo, el Asesino Arno Dorian investigó el asesinato, descubrió el plan para acusar a Sade y encarceló a Olivier.

Junto con Robespierre, Saint-Just también conspiró para terminar con la carrera de Napoleón Bonaparte, un capitán en ascenso en el ejército revolucionario. Para lograr esto, Saint-Just engañó a varios talleres en París para crear materiales de guerra defectuosos en su producción, que luego serían entregados a las tropas de Bonaparte. Sin embargo, Arno se enteró de este complot y saboteó las armas, deteniendo así su entrega y protegiendo la carrera de Bonaparte de la conspiración de Saint-Just y Robespierre.

Caída y muerte[]

A principios de 1794, Saint-Just se desempeñó como presidente de la Convención Nacional, y se destacó por su inusual chaleco y cabello largo. Posiblemente debido a sus posiciones políticas extremas, una leyenda creció aludiendo que el abrigo de Saint-Just estaba hecho de piel humana en las tenerías de París.

Estos rumores llamaron la atención de Arno, quien fue acusado por el ayuda de cámara de Saint-Just de hablar con un sastre. El ayuda de cámara le había pedido al sastre un abrigo para Saint-Just, pero el sastre se negó a entregarlo, ya que sospechaba del cuero que le habían proporcionado. Después de saber que el abrigo estaba hecho de piel humana y que el ayuda de cámara era muy consciente de esto, el Asesino lo mató e informó de esto al sastre, quien prometió usar el cuero como evidencia para derribar a Saint-Just.

Con la eventual caída de los jacobinos, Saint-Just y su amigo Robespierre fueron guillotinados el 28 de julio de 1794 como parte de la Reacción de Termidor.

Aparición[]

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