Los anales escondidos es la representación alterada de una memoria genética fragmentada. Forma parte del quinto capítulo del evento La herida del cuervo.
Descripción[]
Hemos dado con un viejo sendero que asciende por la montaña hasta lo que parece una antigua cabaña de cazadores. Tenemos acorralado a Kjotve. Nos dará los pergaminos o acabará con su corazón ensartado en mi espada.
Espero, Odín mediante, que quiera conservarlos...
Diálogos[]
Eivor y sus guerreros se encuentran en una aldea resguardada por el clan del Lobo.
- Eivor: No podemos dejar escapar a Kjotve. Daré un rodeo importante para sorprenderlo por detrás. Vosotros, seguid presionando. Que Odín os acompañe.
- Vikingo: ¡Y a ti, Eivor!
Eivor se retira raudamente. A continuación, la banda se abre paso entre las calles mediante fuerza bruta.
- Vikingo: Kjotve debe de estar escondido en una de esas casas.
Finalmente, llegan hacia una casa comunal. Dentro, solo están Kjotve y su hijo mayor Gorm.
- Vikingo: ¡Kjotve! No te queda montaña para huir. ¡Los dioses claman justicia por tu crueldad!
Gorm da unos pasos hacia delante.
- Gorm: ¿Osas hablar así a mi padre? ¡Las aves graznadoras caen abatidas ante la sombra de un rey!
- Vikingo: ¡No veo reyes aquí!
- Kjotve: ¡Ya está bien! Te doy la bienvenida a mi salón provisional, cuervo. Ve y confórmate con las migajas que te dejé. Esto escapa a tu comprensión.
De pronto, Eivor se acerca por detrás. Kjotve gira sorprendido.
- Eivor: ¡No te lo voy a poner tan fácil!
- Kjotve: ¡Ah! ¡Pero si es la mascota de Styrbjörn! ¿Has venido para labrarte un nombre?
- Eivor: Ya lo tengo, y es Eivor. Deja los pergaminos y huye o partiré en dos tu corazón marchito.
- Kjotve: Tendré que matarte, pues. ¡Gorm!
- Gorm: La otra rata es mía, padre.
Kjotve enfrenta a Eivor, mientras su hijo confronta al otro vikingo. Sin embargo, en cuanto Gorm es derrotado, Kjotve lanza un ataque potente contra la guerrera y rápidamente hace lo mismo con el vikingo.
- Kjotve: Eres rápida y fuerte, joven Eivor, pero te queda mucho que aprender.
Ahora, Kjotve se dirige a su hijo.
- Kjotve: Recoge los pergaminos, hijo. Debemos reagruparnos y volver al norte. Styrbjörn no andará lejos de sus pajarillos.
Kjotve se retira seguido de Gorm, quien toma los pergaminos de una mesa cercana. Eivor se acerca rengueando hacia su compañero.
- Eivor: Hel se lo lleve. ¡Yo te maldigo, Kjotve! ¡Saldaremos este día con un wergeld!
- Vikingo: Vamos, todavía podemos alcanzarlos...
- Eivor: ¿Como cerdos persiguiendo el cuchillo del matarife? No. Nos han derrotado.
Eivor se reincorpora a pesar de sus heridas.
- Eivor: Saborea la derrota y escúpela con la certeza de no volver a probar de ella jamás.
- Vikingo: Ay, Kjotve dio donde más duele. Algo se me ha roto.
- Eivor: ¿Acaso te ha matado?
- Vikingo: ¡Ja! No. Me temo que todavía nos quedan aventuras.
- Eivor: Descansa, pues. Plantaremos cara al fracaso con honestidad. Que Styrbjörn sea testigo. Luego, cuando regrese Sigurd, nos cobraremos la deuda en especie con el pellejo envenenado de Kjotve.
Resultado[]
El equipo de Eivor consiguió acorralar a Kjotve y su hijo Gorm en una cabaña, pero finalmente fueron derrotados, perdiendo además los pergaminos. Humillada, Eivor juró que obtendría su ansiada venganza.
Curiosidades[]
- Durante la pelea final, Eivor lleva por defecto un mazo de mango largo. Sin embargo, una vez el personaje es reclutado, el arma en la escena cambiará por aquella que el jugador decida equiparle.