Jennifer Scott (1713 - 1805) fue la hija de Edward Kenway y Caroline Scott. Por tanto, era media hermana de Haytham Kenway y tía de Ratonhnhaké:ton.
Biografía[]
Vida Temprana[]
Cuando su padre Edward Kenway viajaba por el mar caribe, Jennifer Scott vivía con su madre en Bristol. Nació después de que su padre partiera y comenzara sus aventuras como pirata. Al principio, ella veía a su padre como un total desconocido pero cuando su madre murió, Edward se las arregló para traer a su hija a la Gran Inagua para estar con ella. Cuando ella y su padre partieron, tuvieron una conversación sobre Caroline y como es que la tuvieron. Cuando ambos volvieron a Inglaterra, vivirían juntos junto con su madrastra Tessa Kenway y su medio hermano Haytham Kenway en su nueva mansión.
Algunos años después, ella, su padre y su medio hermano estaban en el teatro viendo una obra cuando un joven se acercó para presentarse, pero Jennifer al escuchar su nombre por parte del joven le corrigió por el nombre de Jennifer Scott, aclarando que prefiere el apellido de su madre que el de Edward porque ella la crió hasta que falleció.
En Inglaterra ella era conocida como la mujer más bella entre los nobles sin nombrar su mirada, aunque su hermano Haytham no pensaba lo mismo, ambos tenían una relación tensa por el resentimiento de no formar parte de los Asesinos. A menudo siempre tenía una actitud muy fría hacia su hermano. En aquellos años estaba prometido a un joven llamado Reginald Brich, uno de los administradores propietarios de la Familia Kenway.
Secuestro[]
Cuando descubrió que su prometido Reginal Brich era un miembro de la orden de los Templarios, él ordeno un Ataque a la Mansión Kenway y como consecuencia ella fue secuestrada, su padre asesinado y su hermano adiestrado por los Templarios para volverse uno de ellos.
Vuelta a Londres[]
Jennifer regresó a Londres y se apoderóde la mansión en la Plaza de la Reina Ana, y mientras ella y Haytham mantenían en contacto, su correspondencia era distante, ya que ninguno de los dos se conocían muy bien. Jennifer también estaba decepcionada de que su hermanastro optó por permanecer en la Orden Templaria después de tratar con abedul. Ella iba a vivir una vida solitaria en Londres, negándose a hablar con la gente después del cCalvario que sufrió en su juventud y eventualmente se convirtió en una solterona. Sin embargo, entristeció al enterarse de la muerte de su hermanastro a manos de su hijo, Connor Kenway.
Jennifer y Élise[]
En 1788 Élise fue con su criada Hélène a Inglaterra con la misión de encontrar a Bernard Ruddock, quien más de una década antes había intentado asesinar a su madre. Estuvieron en casa de los Carroll junto a Frederick Weatherall, un viejo amigo de Julie que desde su muerte ayudó a Élise en todo momento. A cambio de ayudarla, los Carroll le dieron la misión de infiltrarse en la casa de Jennifer bajo la falsa identidad de Yvonne Albertine para conseguir las cartas que Haytham la escribió durante su tiempo como Gran Maestre.
Jennifer acabó descubriendo mediante sus contactos que nunca existió una tal Yvonne Albertine, por lo que rápido supuso que era otro intento de los Templarios para conseguir las cartas. Al final decidió darle las cartas a Élise con dos condiciones: La primera era que se las leyese, algo que hizo cambiar su forma de pensar, y la segunda era que los Templarios la dejasen en paz. También le regaló un collar con una cruz Templaria que Haytham la regaló hace años pero no se había puesto, ya que al no pertenecer a la Orden prefería dárselo a un Templario. Más tarde se intercambiarían varias cartas, mejorando así su relación.
Jennifer murió en 1805 en Londres a la edad de 92 años.