Jan van der Graff

Jan van der Graff

Jan van der Graff, fue un agente oficialmente enviado por el emperador francés Napoleón I para adquirir textiles en Libia y activo a principios del siglo XIX.

Jan van der Graff es antepasado de Albert y André Bolden.

Biografía

Vida temprana

Durante las Guerras Napoleónicas, Jan cambió de bando y abandonó al ejército belga sólo para descubrir que su esposa e hijos fueron asesinados durante el bombardeo de su ciudad por las tropas francesas.

Agente de Bonaparte

En 1805, mientras ambos navegaban hacia Libia, Jan conoció a Solomon Bolden, un miembro de la Cruz Negra de la Orden de los Templarios. A pesar de encontrarlo molesto, Bolden aceptó proteger a Jan durante su misión para Napoleón después de que el agente lo ayudó a defenderse de los Corsarios Otomanos. Para asegurar la ayuda de Bolden, Jan también prometió ayudar al Templario a entrar en el palacio del Sultán.

Una vez en la ciudad portuaria de Derna, los dos hombres tomaron camellos y viajaron a Trípoli, donde eventualmente se reunieron con unos contactos en una taberna local. Allí, Edmund, un desertor de infantería de marina y Ahkbar, un local sombrío, les revelaron la existencia de un túnel secreto subterráneo utilizado por los sultanes para introducir discretamente cargas preciosas en el palacio. Después de la partida de sus contactos, Bolden y Graff tomaron varios tragos tratando de averiguar qué era "el diamante" mencionado por Edmund, hasta ser interrumpidos por este último siendo fusilado por guardias en la calle.

Más tarde, entraron en el túnel después de que Graff lograra romper la cerradura de la puerta, pero fueron confrontados por varios hombres que los esperaban. Durante la pelea, Ahkbar, que era de hecho un agente del Sultán, apuñaló a Bolden en la espalda. Posteriormente, Graff fue arrojado a la mazmorra del palacio donde se encontró con otro prisionero quién dijo ser el predecesor de Bolden, Tavis Olier.

Convirtiéndose en Templario

Graff como la Cruz Negra en 1808

Durante los tres años que fueron encarcelados juntos, la antigua Cruz Negra entrenó a Graff y lo introdujo en la Orden de los Templarios hasta que un día el 29 de julio de 1808, Olier oyó que los Asesinos venían a comprar el artefacto en posesión del Sultán. Para escapar, los dos Templarios asaltaron a los guardias que les traían comida, pero Olier tuvo que sacrificarse para permitir que Graff cumpliera su misión.

Después de enviar varios guardias, el templario finalmente llegó al apartamento de Selim, donde descubrió que Ahkbar, quién era un Asesino, ya había envenenado al monarca y había tomado posesión de su premio, el legendario Koh-i-Noor. Después de revelar que tenía la intención de traicionar a la Hermandad y mantener el artefacto para sí mismo, Ahkbar trató de utilizar el Koh-i-Noor y su poder para crear ilusiones, pero Graff vio a través de él y lo mató.

Un grupo de Asesinos rodeó rápidamente a Graff, pero después de escuchar el discurso de Ahkbar y después de que el agente les dijeran que no quería participar en su guerra secreta contra los templarios, no lo mataron y se fueron con la caja que contenía el artefacto. Sin embargo, Graff había mentido su compromiso con la Orden y de hecho había quitado el diamante de la caja antes de dársela a los Asesinos.

Vida y legado posteriores

Poco después de abandonar la costa berberisca, buscó a la viuda de Bolden, informándole de las hazañas que hizo. La viuda lo invito a pasar y después de una noche de pasión, Graff engendró un niño con ella, que llevó en el nombre de Bolden. Su contacto con el artefacto hizo que Juhani Otso Berg empezara la búsqueda del Koh-i-ni en el siglo 21 cuando estaba investigando la línea de sangre de Bolden con el bisnieto de Graff, André Bolden.

Explorar los recuerdos de Graff ayudó a André a lidiar con su TEPT después de la Guerra de Vietnam y le inspiró a reconectarse con su hija.

Equipo y habilidades

Van der Graff era un soldado entrenado, un experto espadachín que supero a los piratas, así como a los guardias del palacio, y también era un experto en el bloqueo. Después de haber sido entrenado por Tavis Oliver durante más de tres años, se hizo mucho más hábil, entrenado en la cautela y el combate desarmado. Era capaz de lanzar una espada directamente al pecho de un enemigo. Van der Graff también parecía haber mejorado sus sentidos lo suficiente como para hacer frente a las ilusiones creadas por Ahkbar y sentir la llegada de los Asesinos. Van der Graff también era hábil en el engaño al haber logrado convencer a un equipo de Asesinos de que no tenía lealtad con los templarios. También era fluido en idioma árabe.