El Imperio Inca, conocido por los nativos como Tawantinsuyu (Quechua: Las Cuatro Regiones), fue el imperio más grande de la América precolombina. La capital del Imperio de los Incas era Cuzco, ciudad ubicada en el Perú moderno, su emperador era conocido como el Inca Sapa y el idioma oficial era el quechua. La civilización inca surgió de las tierras altas del Perú en algún momento a principios del siglo XIII, y el último bastión inca, la ciudad de Vilcabamba, fue conquistado por los conquistadores españoles en 1572.
De 1438 a 1533, los incas utilizaron una variedad de métodos, desde la conquista hasta la asimilación pacífica, para incorporar una gran parte de la región occidental de Sudamérica, centrada en las sierras andinas y bordeando el Océano Pacífico. Su imperio incluía, además de Perú, grandes partes del Ecuador moderno, el centro y oeste de Bolivia, el noroeste de Argentina, el norte y el centro de Chile y una pequeña parte del sur de Colombia, el Imperio Inca era comprable con imperios europeos.
Historia[]
A mediados del siglo XV los orígenes del imperio Inca se remontan a la victoria de las multietnias, lideradas por el Inca Pachacútec frente a la confederación chanca en Yawarpampa. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec, con quien el Imperio incaico inició una etapa de continua expansión, que prosiguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.
Luego de este periodo de apogeo el imperio entró en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Entre los incas la viruela acabó con el monarca Huayna Cápac, provocó la guerra civil previa a la aparición hispana y causó un desastre demográfico en el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa vencería en 1532. Sin embargo su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron al inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin embargo, Manco Inca Yupanqui (1514 – 1545) , también conocido como Manco Cápac II, hijo del Inca Huayna Cápac y la Coya Mama Runtu, y hermanastro de Huáscar y Atahualpa, se rebeló contra el Imperio español iniciando el proceso de la guerra de reconquista inca que duró tres siglos y que supuso el mayor enfrentamiento militar que tuvieron los españoles durante la Conquista del Perú; ya que los incas estuvieron cerca de tomar el Cuzco y Lima, y expulsar definitivamente a los españoles del Tahuantinsuyo; sin embargo, ante la llegada de los refuerzos españoles, Manco se refugió en Vilcabamba; desde donde lideró la resistencia inca hasta que fue asesinado en 1545, apuñalado por un grupo de siete españoles almagristas, a los cuales el Inca generosamente había dado protección en su propia fortaleza, que lo traicionaron. Antes de morir ordenó a sus hijos proseguir la lucha contra el invasor hispano. Los hijos de Manco Inca, conocidos como los «Incas de Vilcabamba», continuaron la lucha de su padre contra los españoles desde la ciudad de Vilcabamba, última capital del Tahuantinsuyo, hasta 1572, cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.
En 1536, Quila, una joven chasqui, descubrió un complot para asesinar a Manco Inca Yupanqui y decidió avisar al Inca Sapa.
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