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Honoré Gabriel Riqueti (9 marzo 1749 a 2 abril 1791), más conocido simplemente como Mirabeau, fue un noble francés, el mentor del Consejo Asesino de la Hermandad francesa, y un líder de la Revolución francesa durante sus primeras etapas . Un orador dotado, estaba a favor de una monarquía constitucional basada en el modelo de Gran Bretaña, al ser una voz de la moderación en la Asamblea Nacional Constituyente. Acepto la tregua propuesta por el gran maestre templario François de la Serre lo que llevo a los asesinos y templarios a una paz momentanea.

Biografía[]

Nacido en una familia aristocrática, Mirabeau se crió cerca de Marsella y, a menudo fue castigado por sus asuntos sexuales indiscretas en forma de prisión, que era una táctica disciplinaria común entre la nobleza. Se hizo famoso por escribir cartas de amor indecentes a Sophie, una mujer casada a quien sedujo y que lo siguió al exilio en Suiza.

Sin embargo, fue capturado y encarcelado en Vincennes por violación, a pesar del claro devoción de Sophie a él. A través de su habilidad oratoria, Mirabeau sostuvo y ganó un orden que lo absolvió de todos los cargos. Posteriormente fue a Holanda, donde conoció y se quedó con una mujer holandesa.

Finalmente, Mirabeau viajó a Inglaterra, antes de regresar a Francia, donde se convirtió en un miembro de los Estados Generales y avanzó a la Asamblea. Él comenzó a cultivar las conexiones entre la reina y la corte. Como resultado, surgieron sospechas de que estaba trabajando en secreto para la causa realista o que fue sobornado por la Corona, como algunos de sus deudas fueron pagadas por la corte real.

Harto de los continuos intentos de Mirabeau para asegurar la paz con los templarios, Pierre Bellec envenenó a Mirabeau con acónito esperando culpar a la líder de los templarios conservadores, Élise de la Serre.

Personalidad y características[]

A pesar de su desfiguración facial, Mirabeau logró encantar a una gran cantidad de mujeres, aunque su impetuosidad lograría meterle en problemas en varias ocasiones. Era capaz de arrebatos violentos, pero por lo demás fue un hombre convincente e influyente, lo que demuestra un gran conocimiento.

Ambicioso y vano, Mirabeau no tenía miedo de atacar a figuras poderosas, realmente creía en la virtud de sus objetivos. Sin embargo, no estaba por encima de tomar dinero de la familia real para ayudar a pagar sus deudas.

Apariciones[]

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