Historia de los Asesinos

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«Llevamos luchando contra ellos miles de años. Incluso más si creéis las historias de sus orígenes. Yo las creo, al fin y al cabo he visto la verdad.»

―William Miles acerca de la guerra contra los Templarios.

A pesar de que la primera hermandad asesina apareció en el siglo I a. C., la historia de los asesinos tiene decenas de miles de años de antigüedad, desde el amanecer de la humanidad hasta los tiempos modernos. Los asesinos comenzaron a adoptar los valores actuales alrededor de la Edad Media, pero ya habían tenido fuerte involucración en el fin de los reinados de Jerjes I de Persia, Alejandro Magno y Qin Shi Huang.

A lo largo de su existencia, los Asesinos siempre se han visto enfrentados a los Templarios y sus respectivos precursores.

Edad Antigua

Primeros protoasesinos

Adán y Eva huyen con el Fruto del Edén

Las raíces de la ideología asesina se pueden rastrear hasta el principio de la humanidad, cuando la raza humana se rebeló contra los Isu, sus creadores. Adán y Eva guiaron a los humanos a una lucha por el libre albedrío y la libertad, siendo así los primeros protoasesinos.

Al igual que hicieron Adán y Eva, otros descendientes de la Primera Civilización dedicaron su vida a la protección de la libertad de la humanidad. Esta responsabilidad se fue heredando de generación en generación. Un ejemplo notable es el Rey Leónidas de Esparta, que dio su vida en la Batalla de las Termópilas en el 480 a. C. para mantener a Grecia fuera de las manos del Rey Jerjes I de Persia y del Culto de Kosmos, un grupo precursor a los templarios.

Darío asesina a Jerjes

En el 465 a. C., un pequeño grupo de persas formado por Darío, Amorges y Pactias se opuso al rey Jerjes y a la Orden de los Antiguos, otro grupo prototemplario. Los tres protoasesinos emboscaron al rey persa, acabando este asesinado a manos de Darío. Fue este el primer asesinato documentado que usó la hoja oculta, el arma emblemática de la futura orden.

Tras la muerte de Jerjes, Darío tenía miedo de que el hijo de Jerjes, Artajerjes, cayera bajo la influencia de la Orden de los Antiguos y por ello decidió asesinarlo. Sin embargo, sus planes fueron frustrados por Amorges, que consideraba que el rey todavía era joven para determinar su destino. Amorges, junto a Pactias, se unieron a los Antiguos, esperando cambiar el mundo con los recursos de la Orden. Debido al intento de asesinato al rey, Darío se vio obligado a huir de Persia.

Sin embargo, Artajerjes no accedió a las demandas de la Orden y como resultado se intentó acabar con el envenenándole. Aprovechando que Darío era un fugitivo, se le echó a él la culpa de este segundo intento de asesinato al rey persa. Artajerjes sobrevivió a costa de perder su visión, pero hizo creer a todos que había muerto para poder escapar a Grecia. En cuanto a Darío, durante las siguientes décadas fue perseguido por los antiguos, así como lo fueron otros descendientes de los Isu a los que se les conocía como "Los Mancillados".

Guerra del Peloponeso

«Al destruir el Culto conseguiste lo que yo no pude. Eres una heroína. Pero tal desequilibrio tiene un precio, hija mía. Porque, sin caos, rige el orden supremo. Una pérdida de progreso y libertad. Aún hay esperanza, esperanza en ti y en el futuro que traerás.»

―Pitágoras habla con Kassandra en una visión creada por La Pirámide, 422 a. C.

En el 446 a. C., el Culto de Kosmos orquestó un plan para abducir a uno de los nietos del Rey Leónidas de Esparta, el recién nacido Alexios, que también era un hijo secreto de Pitágoras. Así, el Culto forzó a la Pitia a declarar una profecía en la que Alexios sería el culpable de la caída de la polis griega. Después de que la hermana de Alexios, Kassandra, interviniera para parar el ritual, el pequeño Alexios cayó desde el Monte Taigeto, igual que su hermana, arrojada por su padrastro Nikolaos. Sorprendentemente, ambos sobrevivieron, siendo Alexios adoptado por el Culto con la intención de liberar los poderes que ocultaban los Fragmentos del Edén. Allí, Alexios fue venerado como un semidiós por poseer genes Isu y comenzó a hacerse llamar por el nombre de Deimos.

Kassandra y Alexios se reúnen

Kassandra por su parte se convirtió en una misthios conocida como "Portadora del Águila". Para el 431 a. C., el Culto ya había comenzado a influenciar en la Guerra del Peloponeso entre Esparta y Atenas con el objetivo de controlar en secreto toda Grecia. Kassandra fue contratada por Elpenor, un miembro del Culto, que le encargó matar a su padrastro. Sin embargo, Kassandra le perdonó la vida. Fue a través del propio Elpenor que Kassandra aprendió de la existencia del Culto, el interés que tenían en encontrar a su madre Mirrina y la supervivencia de su hermano. Kassandra viajó por toda Grecia, ayudándose de aliados como Heródoto, Sócrates, Aspasia y Pericles para encontrar pistas de su madre a la misma vez que desbarataba los planes del Culto.

Después de que no pudiera salvar a Pericles y viendo como Atenas caía bajo el control del miembro del Culto Cleón, Kassandra consiguió reunirse con su madre y a través de ella localizó a su padre biológico: Pitágoras, que se encontraba en los restos de una ciudad de la Primera Civilización, la Atlántida. Fue a través de sus padres que descubrió la importancia de su linaje y su papel en mantener la Atlántida a salvo de aquellos que buscaban extraer su poder para su beneficio propio.

Archivo:ACOD The Resistance.png

Kassandra en una reunión con sus aliados

En el 424 a. C., Kassandra liberó a Esparta de Pausanías de Esparta, uno de los dos reyes espartanos que era en secreto miembro del Culto. Dos años después, formó una alianza con sus aliados más cercanos para liberar Atenas del control de Cleon, matándole durante la Batalla de Anfípolis. Poco tiempo después, Mirrina y Kassandra se reunieron con Alexios en lo alto del Monte Taigeto, donde Kassandra no tuvo otra opción que acabar con la vida de su hermano. Con el Culto completamente destruido, accedió al Santuario de Kosmos, donde un artefacto en forma de pirámide le mostró visiones de futuros asesinos. Tras ver los eventos del futuro, destruyó la pirámide y se marchó, perdonándole la vida a la líder del Culto, Aspasia. Además, también ayudo a Pitágoras a sellar la Atlántida para siempre, heredando así el Cetro del Edén de Hermes Trismegisto. Este cetro le permitió, igual que hizo con Pitágoras, vivir durante un tiempo indefinido hasta que llegara el tiempo de traspasarlo.

Más o menos al mismo tiempo, Darío y su hijo Natakas buscaron refugio en Macedonia para seguir evadiendo a la Orden de los Antiguos persa. Sus caminos se cruzaron con los de Kassandra, que intentaba parar los ataques persas en los pueblos griegos. Uniendo fuerzas, eliminaron juntos al viejo amigo de Darío, Pactias, que intentaban dar caza a Darío y a Los Mancillados. Darío, Natakas y Kassandra se reunieron de nuevo en Arcaia, donde eliminaron a Phila, otra miembro de los Antiguos que evitaba que los refugiados macedonios pudieran escapar. Tras esta segunda colaboración, Kassandra tuvo una relación amorosa con Natakas y se quedaron a vivir en Arcaia junto a Darío y al recién nacido hijo de la pareja, Elpidio.

Kassandra y Darío conversan.

Finalmente, el líder de la Orden de los Antiguos persa, Amorges, consiguió localizar a Darío y Kassandra, asediando la villa en la que vivían, matando a Natakas y secuestrando a Elpidio. A pesar de que la muerte de Natakas provocó una ruptura en las relaciones entre Kassandra y Darío, trabajaron juntos para acabar con los últimos Antiguos persas y asesinaron a Amorges. Por miedo a que los Antiguos pudieran continuar dándole caza, Kassandra le pidió a Darío que se llevara a Elpidio lejos de Grecia. Darío y su nieto se instalaron en Egipto, dónde tras varias generaciones, nacería Aya.

Otras actividades

Iltani

En el año 323 a. C., Iltani, otra protoasesina, frenó el avance de Alejandro Magno, cuyo imperio había sido respaldado por la Orden de los Antiguos. Iltani envenenó al conquistador y trató de hacerse con el Cetro del Edén que poseía, pero fracasó después de que el emperador fuera enterrado con él.

En el 210 a. C., el primer emperador chino Qin Shi Huang también estaba afiliado a un grupo similar a los Antiguos y fue asesinado por Wei Yu con una lanza para acabar con su tiranía sobre el pueblo chino.

Alrededor del 70 a. C., los protectores de Egipto conocidos como medjays fueron cazados por la Orden de los Antiguos. Un soldado llamando Bion, contratado por la miembro Raia, fue capaz de matar a varios medjays, incluyendo a Sabu. Su hijo, Bayek junto a su futura esposa Aya asesinaron tanto a Raia como a Bion como venganza.

Los Ocultos

Aya: «Cuando asesinamos, lo hacemos solo a los que se lo merecen. Los infelices quieren controlarnos, pero jamás sabrán quienes somos. Fríos, metódicos, implacables.»

Bayek: «Me parece bien. Ya no seré un padre nunca más, ni un marido. Ni un medjay. Soy un Oculto.»

— Bayek y Aya en la creación de la hermandad, 47 a. C.

Para el 49 a. C., los miembros de la Orden de los Antiguos viajaron hasta Siwa para descubrir más acerca de la cámara Isu escondida bajo el Templo de Amón. Para ello, raptaron a Bayek, medjay local, y a su hijo Khemu para coaccionarle a hablar. Sin embargo, las cosas se torcieron cuando mataran a su hijo lo que provocó que Bayek y su mujer Aya comenzaran una búsqueda de venganza contra los Antiguos. Tras matar a su primer objetivo, Rudiek, Bayel vovlió a Siwa para matar al sacerdote Medunamun, de quien obtuvo un Fruto del Edén.

Bayek trabajando con Cleopatra

Aya estaba atada por sus obligaciones como protectora de la reina Cleopatra VII, que estaba en medio de una guerra civil con su hermano Ptolomeo XIII, que contaba con el apoyo de los Antiguos. Durante su ausencia, Bayek dio caza a los hombres responsables de la muerte de su hijo. A medida que la red de la Orden fue cayendo, la atención de Aya y Bayek se centró en buscar una alianza con Pompeyo con el fin de conseguir el favor de la República Romana.

Cuando los Antiguos asesinaron a Pompeyo, permitieron a Cleopatra unirse con el rival de Pompeyo, el general Julio César, en Alejandría. Cleopatra y César formaron una alianza, pero César estaba siendo manipulado en secreto por los Antiguos y por ende, también lo estaba siendo Cleopatra. Esto provocó que los Antiguos consiguieran entrar en la Tumba de Alejandro Magno con el permiso de la reina y llevarse el Cetro del Edén de Alejandro Magno, así como el Fruto del Edén que Apolodoro el Siciliano guardaba a Aya.

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Aya y Bayek se reúnen con sus aliados.

Aya y Bayek, traicionados por Cleopatra y César, volvieron a Siwa para intentar parar al líder de la Orden de los Antiguos, Flavio, en su intento de abrir la cámara Isu. Por desgracia, para cuando llegaron la cámara ya había sido abierta. Bayek consiguió encontrar a Flavio y lo asesinó, recuperando así el fruto y cobrandose la venganza por la muerte de su hijo.

Mientras tanto, Aya había conseguido reclutar a los senadores romanos Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, enemigos del César, para su causa, decidida a viajar hasta Roma para acabar con la vida del general. Antes de irse, Bayek y Aya crearon los Ocultos, estableciendo así el Credo. Se crearon dos sedes: una en Menfis y otra en Roma.

Primeros objetivos

«El primer consejo ha terminado. Nuestro problema es evidente, nuestra respuesta aún no está determinada. César se aleja del Senado, depositando su confianza en gobernantes extranjeros, adoptando la misma postura egoísta y pomposa de su furcia egipcia. Se niega a levantarse cuando se dirige a nosotros y desprecia nuestras preocupaciones. Ha creado su propio senado, lleno de mentirosos, manipuladores, gente que no sabe de los asuntos de Roma. Mis hermanos están sedientos de sangre, pero no sé qué podemos hacer.»

―Marco Junio Bruto sobre César, 44 a. C.

Para el año 44a. C., César ya era la nueva cabeza de la Orden de los Antiguos, con Lucius Septimius siendo su mano derecha. Bruto y Casio, bajo el mando de Aya, organizaron una conspiración junto a otros treinta ocho senadores romanos que se ponían a los ideales imperialistas de César después de consagrarse como dictador vitalicio.

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Aya propicia el primer golpe

El 15 de marzo del 44 a. C., Aya, Bruto y Casio fueron al Teatro de Pompeya, donde el senado romano debía reunirse. Mientras Bruto y Casio se encontraban en la reunión, Aya mató a Septimus y se unió a sus hermanos. Aya fue la primera en atacar a César, con los demás senadores siguiéndola, lo que resultó en la muerte de César. Tras esto, Aya dejó de llamarse por su nombre y comenzó a adoptar el alias de Amunet.

Marco Antonio, aliado del fallecido César, persigui a Bruto y a Casio por ser los culpables de su muerte. Los ejércitos de Casio y Bruto se enfrentaron a los de Marco Antonio y Augusto en una batalla que acabó con la muerte de Casio y el suicidio de Bruto. Alguno de sus hermanos intentaron reanimarle con el Sudario del Edén, más los intentos solo funcionaron brevemente.

Bayek and Amunet hablan con los Ocultos en el Sinai.

Tras la muerte de César, los Ocultos continuaban estando en guerra con los Antiguos, esta vez bajo el control de Augusto. En el 38 a. C., los Ocultos en la Península del Sinaí tuvieron problemas con uno de los antiguos generales de César, Cayo Julio Rufio. El conflicto hizo que Bayek se reuniera con el líder local Tahira y, posteriormente, su mujer Amunet para mantener la región fuera del control de los Antiguos. Tahira fue asesinado, pero Bayek consiguió acabar con Rufio. Los Ocultos intentaron entonces expandir su influencia a Petra y Judea, donde Kauab estaba combatiendo al tirano Herodes I el Grande.

Ese mismo año, Bayek escuchó informes de Amunet sobre una maldición que había golpeado Tebas y el cercano Valle de los Reyes. En sus investigaciones, Bayek descubrió que un artefacto antiguo había sido usado para crear ilusiones de faraones muertos que atacaban al pueblo. Tras explorar varias proyecciones del más allá provocadas por el artefacto, Bayek descubrió que todo era a causa de otro Fruto del Edén usado por la sacerdotisa Isidora como venganza por el asesinato de su madre. Bayek mató a Isidora y entrego el Fruto a Sutekh, cuya intención era esconderlo, pero murió misteriosamente en el Desierto Waset.

Amunet le entrega el veneno a Cleopatra

Catorce años después de que Amunet decidiera perdonar la vida a Cleopatra después del asesinato de César, la faraona egipcia se encontró en medio de una guerra civil entre Augusto y su amante Marco Antonio. Marco Antonio fue derrotado y se suicidó, con las fuerzas de Augusto cada vez más cerca de Alejandría y el pueblo egipcio convirtiéndose en daños colaterales. Amunet consiguió infiltrarse en el palacio de Cleopatra para convencerla de acabar la guerra. Amunet fue capaz de convencer a la reina de quitarse la vida con un veneno que ella misma le otorgó, aunque posteriormente la versión que se contó es que fue capaz de envenenarla con una serpiente. A cambio de su vida, Cleopatra pidió que pusiera a salvo a su hijo Cesarión, al que Amunet entrenó y convirtió en un Oculto más.

Imperio romano

Augusto transformó a la República Romana en el Imperio Romano alrededor del 27 a. C. El tercer emperador de este nuevo imperio, Calígula, era otra marioneta de los Antiguos, lo que le convirtió en el objetivo del Oculto Leonio, que le acuchilló fatalmente en el año 41. La rama romana de los Ocultos acabaría renombrándose y tomando el nombre de Liberalis Circulum (Círculo de los Liberales).

Aquilus en la tienda del general Gracchus

Para el 259, el Liberalis Circulum tenía su cuartel general asentado en la ciudad de Lugdunum. Uno de sus miembros, Lucius, encargó al alamán Accipiter obtener una pieza de tecnología Isu conocida como el Ankh. El hijo de Lucius, Aquilus, viajó para encontrarse con Accipiter, pero quedó inconsciente después de que su intento de asesinato al general Gracchus fallara. Accipitier consiguió rescatarle y le otorgó el Ankh, que Aquilus llevo a su padre.

Lucius fue asesinado por su amigo Caius Fulvus Vultur, que robó también el Ankh. Aquilus viajó hasta Roma para vengarse de Vultu, dandole muerte y recuperando el Ankh. Así, Aquilus volvió a casa solo para ser arrestado junto a su mujer Valeria por el ejército romano. Accipiter intentó detener a los romanos, pero Aquilus fue rapidamente ejecutado. A pesar de ello, Accipiter consiguió salvar la vida de Valeria, a la que encomendo el cuidado del Ankh..

La Hermandad permaneció activa durante el resto de la historia del Imperio. En el 330, durante el reinado de Constantino I, un un miembro del Liberalis Circulum de nombre desconocido se volvió íntimo amigo del emperador.

Edad Media

Pueblos vikingos

Eric: «¿Por qué no dejas tu trabajo y a tu Hermandad en las sombras?»

Torgny: «Porque mi Hermandad tiene un enemigo. Nos oponemos a una orden que ha ganado un tremendo poder entre los francos, y su influencia se está extendiendo. Han tenido trato con Harald de Dinamarca, quien navega con Styrbjörn.»

— El Rey Eric de Suecia y Torgny el Lagman hablan de los propósitos de la Hermandad, 985.

En los últimos años del Siglo X, la Hermandad ya había conseguido llegar hasta Escandinavia, habitada por los nórdicos. La Hermandad se había afiliado al Rey Eric de Suecia, con el mentor Torgny el Lagman siendo su consejero personal.

En el 985, la Hermandad se oponía al príncipe escandinavo Styrbjörn el Fuerte, pues tenían sospechas de que su aliado Harald Blåtand estaba afiliado a una orden prototemplaria y en posesión de uno de los fragmentos del Edén. Los miembros de la Hermandad, entre ellos Thorvald Hjaltason, decidieron oponerse a las campañas por parte de Styrbjörn contra su tío con el fin de evitar que la influencia de los prototemplarios dominara Suecia.

Reforma en el Levante

«No puedes matar una creencia. Aunque acabes con todos sus seguidores y destruyas sus textos, tan solo conseguirás un aplazamiento. Tarde o temprano alguien la redescubrirá, o la reinventará. Creo que incluso nosotros, los Asesinos, nos hemos limitado a redescubrir una orden que es más antigua que el propio Viejo de la Montaña...»

―Extracto del códice de Altaïr Ibn-La'Ahad, alrededor de 1190.

Al Mualim en su juventud

Para el año 1090, la Hermandad del Levante mediterráneo se había convertido en la Orden de los Asesinos, bajo el control de Hassan-i Sabbah. Con la reforma de la Orden de los Templarios, que provocó que esta quedara revelada al público, Sabbah determinó que los Asesinos debían hacer lo mismo, fundando un estado soberano en Alamut.

En 1162, la Orden era dirigida por Hassan el Joven. Él envió al asesino Rashid ad-Din Sinan a establecer una fortaleza en Masyaf. Se rumorea que esta misión era más bien una ruptura por diferencias ideológicas entre ambos. Para el 1170, el control de la Hermandad levantina ya era de Rashid, que ahora hacía llamarse Al Mualim. El mentor habría promovida una serie de reglas como la prohibición de los asesinatos con venenos y prometiendo a los iniciados el paraíso tras sus muertes.

En 1176, el sultán Saladino montó un campamento a las afueras de Masyaf con el fin de destruir completamente a la hermandad. Al Mualim encomendó a Umar Ibn-La'Ahad la misión de infiltrarse en el campamento de Saladino para dejar un mensaje. Sin emabrgo, Umar fue descubierto y se vio en la obligación de matar a un general para salir con vida. Saladino descubrió el nombre de Umar a través de un interrogatorio a Ahmad Sofian y mandó a su tío Shihab Al'din a negociar la paz con los asesinos. Sin embargo, la paz tenía una condición: la ejecución de Umar, a la que Al Mualim tuvo que aceptar. Ahmad se sintió culpable por la ejecución y acudió a la casa de Umar, donde pidió a su hijo Altaïr perdón antes de quitarse la vida delante de él.

La Caza de los nueve

Altaïr: «Has jugado con fuego, anciano. Debiste destruirlo.»

Al Mualim: «¿Destruir lo único que puede acabar con las Cruzadas y traer la paz verdadera? Nunca.»

— Altaïr y Al Mualim sobre el Fruto del Edén, 1191.

Altaïr intenta asesinar a Roberto de Sable

Al menos desde 1189, Al Mualim sabía que había un Fruto del Edén oculto en Tierra Santa. A escondidas de la Orden, Al Mualim colaboró con nueve altos rangos de los emplarios para encontrar el artefacto. El fin de Al Mualim era el de reclamar la Tierra Santa para sí mismo. Los diez conspiradores consiguieron encontrar el artefacto bajo las ruinas del Templo de Salomón.

Antes de que los templarios pudieran hacerse con él, Al Mualim mandó a los hermanos Malik y Kadar Al-Sayf junto al hijo de Umar y maestro asesino Altaïr Ibn-La'Ahad para recupera el Fruto. Altaïr hizo caso omiso de las directrices e intentó asesinar al gran maestro templario Roberto de Sable, lo que acabo costándole la vida a Kadar y el brazo a Malik.

A pesar de ello, Malik consiguió traer el artefacto a Masyaf. Por desgracia, los templarios los habían seguido hasta Masyaf y planeaban asediarla, aunque Altaïr consiguió evitar mayores desgracias. Sin embargo, eso no funcionó como indulto para el hijo de Umar, que fue degradado al rango de iniciado por romper los tres preceptos del Credo. Para recuperar su puesto, se le encargo con matar a nueve templarios importantes que luchaban tanto para los sarracenos como para los cruzados en Damasco, Acre y Jerusalén.

Al Mualim usa los poderes del Fruto contra Altaïr

Altaïr asesinó a todos los objetivos, excepto a Roberto de Sable, que le engañó poniendo a una mujer como señuelo. Roberto se encontró con Saladino y Ricardo I de Inglaterra en el campo de batalla de Arsuf con el fin de unirlos contra los Asesinos. Sin embargo, Altaïr consiguió derrotarle en un combate que permitió el rey Ricardo. En sus momentos finales, Roberto reveló la traición de Al Mualim a la Orden.

Al mismo tiempo, Al Mualim usó los artefactos para obligar a los Asesinos a doblegarse a su voluntad. Unos pocos Asesinos, entre los que se encontraban Malik y el propio Altaïr, consiguieron oponerse a él. Altaïr se enfrentó a su antiguo maestro en el patio de la fortaleza, dónde finalmente acabo matándole y obteniendo el Fruto para sí mismo.

Reforma e intentos de globalización

«Aunque sugiero a mis hermanos que cambien sus rituales, no les pido que abandonen el credo. Lo que nos convierte en Asesinos no es la amputación de un dedo ni la falsa promesa del paraíso ni la prohibición de usar veneno. Nos debemos a la gente, no a las costumbres.»

―Extracto del Códice de Altaïr Ibn-La'Ahad, 1191.

Tras la muerte de Al Mualim, una pequeña guerra civil surgió provocada por Abbas Sofian. Altaïr, sin embargo, consiguió convertirse en el nuevo mentor ganandose el apoyo de sus compañeros. Comenzó entonces una serie de reformas, como la reinstauración del veneno o la supresión del ritual que requería amputarse un dedo. Altaïr se marchó entonces a Chipre, nuevo cuartel general de los Templarios, con el fin de apoyar a la resistencia chipriota. Debido a los esfuerzos de Altaïr, los Templarios se vieron obligados a abandonar la isla con lo artefactos del Archivo Templario, aunque eso no evitó el asesinato del Gran Maestro Armand Bouchart a manos del mentor Asesino. Así, la isla del Mediterráneo paso al control de los Asesinos.

Altaïr escribe el Códice

Altaïr trabajó junto a Malik para inventar nuevas tecnicas para asesinar a los objetivos de la Hermandad, lo que llevo a la implementación de la doble hoja oculta. Todo esto mientras Altaïr continuaba estudiando el Fruto y comenzaba a escribir el Códice, un documento que definió al Credo en las generaciones venideras.

Los Asesinos comenzaron a visitar otros paises para divulgar la reformada filosofía que poseían. Por desgracia, Altaïr no consiguió difundir sus enseñanzas en Constantinopla debido a la Cuarta Cruzada, por lo que volvió a Masyaf.

Primera guerra de los Barones

Robert Fitzwalter durante la guerra

Mientras tanto, en Inglaterra, el rey Juan I, hermano menor de Ricardo "Corazón de León", había caido bajo la influencia de los Templarios. Esto provocó que el rey se negara a firmar la Carta Magna, que significaba la paz entre la corona y algunos barones que se rebelaron contra el. Esto provoco que el Asesino Robert Fitzwalter liderara a los barones contra Juan, con la ayuda además del Reino de Francia.

Sin embargo, esto creo una ruptura en la Hermandad británica, pues el Maestro Asesino William de Cassingham se opuso a Fitzwalter y en su lugar apoyó al hijo de Juan, Enrique. Juan acabo muriendo y Enrique, bajo el nombre de Enrique III, acabo heredando el trono.

Asesinato de Gengis Kan

«Una oscura marea se levanta al Este. Un ejercito de tal tamaño y poder que siembra la inquietud en todas las tierras. Su caudillo es un hombre llamado Temujin, que ha adoptado el nombre de Gengis Kan y que conquista y somete todo lo que se interpone en su camino. Sean cuales sean sus motivos, hay que detenerle.»

―Altaïr habla sobre los mongoles en el Códice, alrededor de 1217.

Alrededor de 1217, Altaïr ya se había dado cuenta de la amenaza que suponía el Imperio mongol bajo el liderazgo de Gengis Kan, del que Altaïr sospechaba que estaba en posesión de una Espada del Edén. Junto a su mujer y a su hijo Darim, dejó a la Hermandad levantina a cargo de Malik y viajó hasta Mongolia. Allí, unieron fuerzas con la Hermandad con la mongola para conseguir derrocar a Kan y parar así al ejército.

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Darim y Gengis Khan, poco antes de la muerte de este último

En febrero de 1227, Darim y Qulan Gal persiguieron a Jochi, hijo del Kan, al que envenenaron fatalmente. Medio año después, Qulan Gal y Altaïr atacaron el campamento chino de los mongoles, aunque Altaïr fue herido y los mongoles dieron la alarma.

Gengis Khan trato de huir, pero Qulan Gal disparó a su caballo y Darim remató al Kan con otra flecha. Los Asesinos también rescataron a Nergüi, un díscipulo de Qulan Gal que había sido desfigurado ompletamente. Sin liderazgo en el ejército de Gengis, Altaïr y su familia dejaron a sus hermanos mongoles y marcharon de vuelta a Masyaf.

Caída de Masyaf

Altaïr y Maria se encuentran con Abbas y Swami

Alrededor de 1216, aprovechando la marcha de Altaïr a tierras mongolas, Abbas Sofian planeó el asesinato de Sef, hijo de Altaïr, con la intención de echarle la culpa a Malik. Con el líder temporal encarcelado, Abbas se declaró a sí mismo como maestro de la Orden. Altaïr volvió en 1228 y rescató a Malik de la prisión. Sin embargo, mientras estaban yendo a encontrars con el mentor, la mano derecha de Abbas, Swami decapitó a Malik. El encuentro entre Abbas, Altaïr y María se volvió violento cuando Swami les mostró la cabeza decapitada de Malik y Abbas exigió el Fruto. La reunión acabo con las muertes de María y Swami y el exilio de Altaïr junto a su hijo Darim a Alamut. Abbas adquirió el cargo de Mentor de la Hermandad levantina.

En los siguientes veinte años, Altaïr pasaba sus días estudiando el Fruto y creando nuevos inventos como el cañón oculto. Además, en unas ruinas Isu debajo de Alamut, descubrio unos nuevos artefactos conocidos como sellos, de los cuales cogió seis. Mientras tanto, en Mongolia, las tensiones entre los Asesinos y el ejército mongol aumentó después de los asesinatos de Chagatai Kan y Ogodei Kan, creando así un vació de poder en el Imperio. Altaïr volvió finalmente en 1247 a Masyaf, donde consiguió el apoyo de su hermano y asesinó a Abbas para retomar el título de mentor. Además, comenzó a construir una biblioteca debajo de Masyaf.

En 1256, bajo las órdenes del Kan Templario Möngke Kan, Hulagu Kan destruyó la fortaleza de Alamut. Sabiendo que no les llevaría mucho a los mongoles llegar a Masyaf, Altaïr solicitó a los exploradores Niccolò y Maffeo Polo que visitaran la fortaleza, donde comenzó a contarles su historia y les entrenó como Asesinos.

El 12 de agosto de 1257, los mongoles estaban asediando Masyaf. El viejo mentor le entregó a los Polo su Códice y cinco sellos y ordenó a todos los Asesinos abandonar la fortaleza. Finalmente, se encerró en la biblioteca debajo de Masyaf con el Fruto y el sexto sello y murió pacíficamente.

Conflicto con el Imperio mongol

Tras escapar de Masyaf, los Polo fueron atacados por mongoles y perdieron el códice. A pesar de ello, llegaron a Constantinopla, donde fundaron una nueva Hermandad y escondieron los sellos de memoria en la ciudad. Viajaron al Imperio mongol en 1259 con la intención de recuperar el Códice, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Ese mismo año, los mongoles comenzarón a expandirse aún mas en China, por desgracia para la Hermandad china. Con el fin de parar el avance de los mongoles, un Asesino actúo como general del ejército chino y aseguró el Castillo Diaoyu, pero murió en el acto. Su hija, Zhang Zhi, mató en venganza a Möngke, pese a los deseos de su Mentor Kang.

Marco Polo en su viaje por Asia

Solo cuatro años después, Nergüi llevo a cabo otro asesinato importante cuando mató a Alexander Nevsky, príncipe ruso con fuertes lazos con los mongoles. Además, también se vengó por parte de la Hermandad levantina cuando en febrero de 1265 acabó con la vida de Hulagu Kan.

Los Polo volvieron a Venecia en 1269, donde fundaron otra Hermandad. En el siguiente viaje a Mongolia, dos años después, los Polo llevaron al hijo de Niccolo, Marco, con ellos. Llegaron a la corte mongola en 1275, donde Marco se ganó la confianza del nieto de Gengis, Kublai Kan, y consiguió llevarse el Código del palacio del Kan. Los Polos lo llevaron a Venecia, donde lo entregaron a sus hermanos. Alrededor del 1296, estaba en manos del Asesino y poeta Dante Alighieri, que comenzó también a entrenar a un nuevo recluta conocido como Domenico Auditore.

Vuelta a la clandestinidad

Los Asesinos decidieron hacer que su existencia no fuera olvidada por sus enemigos mortales planeando un plan para erradicar a los Templarios. El Mentor de la Hermandad francesa Guillaume de Nogaret envenó a su enemigo político el Papa Benedicto XI en 1304 e influenció en el Rey Felipe IV de Francia y el nuevo Papa Clemente V para volverles en contra de los Templarios.

De Carneillon intenta asesinar al consejero de Molay

El 13 de octubre de 1307, los Asesinos, disfrazados de mercenarios del Rey, lanzaorn un asulto contra el Temple en Paris para arrestar a los Templarios y al Gran Maestro Jacques de Molay. El Maestro Asesino Thomas de Carneillon se infiltró el Temple para conseguir además el Codex Pater Intellectus y una de las Espadas del Edén. Sin embargo el Consejo de Molay consiguió esconder ambos en la cripta del Templo. Con de Molay, así como muchos otros Templarios, arrestado, De Carneillon dedicó la siguiente decada a dar caza al resto de Templarios. En 1314, Molay fue ejecutado, con los Asesinos creyendo que por fin habían acabado con la Orden del Temple.

Sin embargo, en 1321, Dante Algihieri fue asesinado por los Templarios. Esto obligó a que la Hermandad encargase a Domenico Auditore llevar el Códice a España. A pesar de que los Templarios contrataron piratas para atacar a Domenico y a su familia, este consiguió evitar que el Códice cayera en manos de los Templarios cuando deliberadamente lo rompió y repartió en varias cajas que repartió por varias localizaciones. Marco Polo y el padre de Domenico serían asesinados poco después. En cuanto al propio Domenico, fundó la Casa de Auditore en Florencia y después se mudaron a la Villa Auditore en Monteriggioni, que pasó a convertirse en el cuartel general de la Hermandad italiana.

Al'Khamsin luchando contra los Templarios en Karnak

En 1340, al Asesino egipcio Numa Al'Khamsin se le encargó recuperar el Cetro de Aset, un artefacto otorgado a los mamelucos por los Asesinos un siglo antes, de las manos templarias. Numa y su aprendiz Ali Al-Ghraib lo recuperaron en Karnak, aunque Numa fue encarcelado por los mamelucos cuando se negó a devolverlo. Escapando con la joven Leila, Numa cayó en una trampa de su díscipulo por culpa de presiones Templarias. Leila entonces se reveló como Templaria y mató a Numa en duelo, dejando a Ali escapar con vida por una promesa que le hizo a su maestro. Ali escapó con el Cetro sin que Leila se enterara y lo tiró a un pozo con la esperanza de avisar a los Asesinos y volver a por él, pero murió de intoxicación alimenticia poco después y nunca pudo llegar a avisar a la Hermandad.

Alrededor del s. XIV, la Hermanda alemana descubrió a un grupo que prometía protección contra la peste negra conocidos como Hermanos de la Cruz, una organización secreta Templaria que buscaba el Ankh. En 1350, tanto los Hermanos de la Cruz como el Asesino aleman Lukas Zurburg desaparecieron sin dejar rastro.

En 1402, los Templarios ayudaron al Emperador Yongle a subir al poder, a lo que le siguió una purga contra la Hermandad china. Li Tong y un aprendiz escaparon con una de los Frutos. En 1424, Li Tong conseguiría asesinar a Yongle, vengando a sus hermanos caídos. Otro asesinato notable por esa época fue el ordenado por Ishak Pasha, líder de la Hermandad otomana, contra el Templario Vlad el Empalador.

Guerra de los Cien Años

Después de que los Asesinos provocaran desorden entre los Templarios parisinos en 1307, la Hermandad pudo hacerse con el control de Francia y mantener la influencia templaria lejos. Por el contrario, los Templarios británicos habían estado ganando fuerza en la isla. Así, bajo la influencia de estos, dió comienzo la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia en 1337, con los Templarios ingleses esperando recuperar su fuerza en Francia a través de la guerra.

Juana de Arco

Para principios del siglo XV, habían comenzado a esparcirse profecías de que una doncella llevaría a Francia a la victoria sobre los ingleses. Esperando encontrar la veracidad de esta profecía, Yolanda de Aragon, Mentora de la Hermandad francesa, desplegó Asesinos por todo el país para buscar a la doncella. En enero de 1429, el Asesino Jean de Metz encontró a Juana de Arco.

Juana tenía una gran cantidad de ADN Isu, lo que le permitía embelesar a otros con su mera presencia y oír voces que ella creía que pertenecían a los ángeles (aunque Industrias Abstergo posteriormente indicó que podría ser Consus). Estas voces le daban mensajes divinos y le informaban de su destino para liderar a Francia a la victoria.

Reconociendola como la doncella prometida, Jean de Metz juró lealtada a ella y su compañero Gabriel Laxart. Jean comenzó a entrenar tanto a Juana como a Gabriel, que también tenía gran porcentaje de ADN Isu. Además, Jean y Gabriel desenterraron la Espada del Edén que encontraron a traves de las voces de Juana de Arco. Juana se encontró con Yolanda de Aragón, que le aseguró que recibiría toda la ayuda requerida para formar su propio ejército para ayudar a la asediada ciudad de Orléans.

Renacimiento

Auge de la Hermandad italiana

«Tu padre y yo conseguimos descifrar parte de una profecía dispersa por esas páginas. La escribió un Asesino como nosotros, que hace mucho tuvo en su poder un fragmento del Edén. Se llamaba Altaïr. hablaba de algo poderoso y muy antiguo escondido bajo la tierra.»

―Mario Auditore habla con su sobrino Ezio de las páginas del Códice de Altaïr, 1478.

Mario enseñándole a Ezio acerca de la Hermandad

En 1476, después de que Rodrigo Borgia se convirtiera en el nuevo Gran Maestro de los Templarios italianos, el bisnieto de Domenico Auditore, Giovanni Auditore da Firenze fue ejecutado públicamente junto a dos de sus hijos por tratar de parar a los Templarios. Su único hijo varón restante, Ezio Auditore, vengó a su padre asesinando al verdugo Uberto Alberti y uniéndose a su tío Mario, Mentor italiano, en el cuartel general Asesino de Monteriggioni.

Con la ayuda de su tío y de otros Asesinos encubiertos, Ezio consiguió luchar contra los Templarios y detener sus conspiraciones. Estas conspiraciones incluyeron la Conspiración de los Pazzi contra el gobernador de Florencia Lorenzo de Medici y la conspiración por parte de la Casa de Barbarigo para matar al Dogo de Venecia, que aunque resultó exitosa, rapidamente fue revertida por el asesinato del nuevo Dogo Templario.

Los Asesinos y Leonardo da Vinci con el Fruto del Edén

Al mismo tiempo, Ezio fue recolectando las páginas del Códice de Altaïr Ibn-La'Ahad, descubriendo una profecía que afirmaba que el Profeta aparecería cuando el Fragmento del Edén llegara a Venecia. En 1488, los Templarios recuperaron un Fruto del Edén del Archivo Templario de Chipre y fue traído a Venecia. Ezio consiguió robar el Fruto y enfrentarse a Rodrigo Borgia, finalmente haciéndole huir. Sin saberlo, Ezio era el Profeta que debía aparecer.

Al no saber que hacer con el Fruto después de que su aliado Leonardo da Vinci no pudiera identificar su propósito, los Asesinos decidieron esconderlo en la Fortaleza de Rocca di Ravaldino en Forlí, bajo la supervisión de otra aliada, Caterina Sforza. Rodrigo Borgia usó a los hermanos Checco y Ludovico Orsi para obtener el Fruto. A pesar de conseguir arrebatárselo a los Asesinos, Ezio consiguió reclamar el Fruto poco después, siendo gravemente herido en el proceso. Ezio acabó desmayándose, momento que Girolamo Savonarola aprovechó para robarle el Fruto.

La Inquisición Española

«La Inquisición ha logrado finalmente entregar España a los Templarios. El sultán Muhammad y los suyos resisten todavía en Granada. Pero si secuestran a su hijo, el príncipe, entregara la ciudad y la Manzana del Edén. [...] Si la Manzana cae en manos de los Templarios, destruirán todo lo que se les oponga. Protesta, disidencia, nuestro derecho a pensar libremente.»

―El Mentor español Benedicto inicia a Aguilar de Nerja en la Hermandad, 1491.

Inducción de Aguilar de Nerja a la Orden

Para el 1490, la Inquisición Española, liderada por El Gran Inquisidor y Maestro Templario español Tomás de Torquemada, había comenzado a ejecutar miembros de los Asesinos. En 1491, Cristóbal Colón y su amigo Luis de Santángel, un Asesino, fueron atraídos a Venecia con el propósito de ver sus viajes financiados por el cardenal Rodrigo Borgia, que planeaba asesinar a Colón para que no descubriese el Nuevo Mundo. Sántangel pidió ayuda a Ezio para proteger a Colón. Tras esto, Ezio colaboró con la Hermandad española para menoscabar la influencia de los Borgia en España.

Al mismo tiempo, otra rama de los Asesinos bajo el liderazgo de Benedicto intentó detener los planes de Torquemada. Sabían que la intención de Torquemada era la de secuestrar al hijo de Muhammad XII, sultán del Reino de Granada. Así, un equipo de Asesinos formado por Benedicto, María y Aguilar de Nerja marchó para detener a los Templarios, pero el plan falló y fueron capturados. Sentenciados a la hoguera, María y Aguilar consiguieron escapar, pero Benedicto fue ejecutado.

Aguilar le entrega el Fruto a Colón

En Granada, Aguilar y María interrumpieron un intercambio entre el Muhammad y Torquemada, resultando en las muertes de María y de la mano derecha de Torquemada, Ojeda. A pesar de esto, Aguilar consiguió hacerse con el Fruto y viajó hasta Palos de la Frontera, donde le encomendó a Cristobal Colón mantener el Fruto a salvo.

Tiempo después, tras eliminar a miembros clave de la Inquisición y asegurar el viaje de Colón, Ezio se enfrentó a Torquemada. El Gran Inquisidor, fingiendo no conocer nada de la causa Templaria y jurando lealtad a Rodrigo Borgia, escapó del Asesino italiano. Ezio decidió no perseguirle, pues no era un Templario, sino un simple fanático marioneta de Borgia. Habiendo finalizado la misión, Ezio volvió a Italia.

El control de la Hermandad española cayó eventualmente en las manos del nuevo Mentor, Aguilar de Nerja. Encontrándose con oposición continua de Torquemada, los Asesinos finalmente acabaron con él el 16 de septiembre de 1498. Mientras tanto, Luis de Santángel, pasó los últimos años de su vida como ministro de finanzas del Rey Fernando de Aragón. A su muerte, dejó un diario a los Asesinos en los que informaba como llevaba varios años envenenando a la Reina Isabel de Castilla. Tras concluir que Isabel estaba también bajo la influencia de los Borgia a través de cartas que se escribía con César, los Asesinos finalmente cumplieron la tarea de Santángel en 1504.

Liberación de Roma

«No puede haber paz hasta que nos rebelemos contra la estirpe de los Borgia y los Templarios que los sirven.»

―Ezio Auditore da Firenze a Nicolás Maquiavelo, 1500.

En 1497 y 1498, los Asesinos italianos se propusieron recuperar el Fruto de Girolamo, que lo había usado para convertirse en líder fiorentino. Después de mermar su influencia y volver al pueblo contra el, Ezio recuperó el Fruto en el caos de la revuelta. Así, su objetivo principal volvieron a ser los Borgia.

Ezio conversa con Minerva

A través de las páginas del Códice de Altaïr, los Asesinos italianos descubrieron que Rodrigo Borgia intentaba combinar el Fruto y el Cetro papal para abrir una cámara Isu debajo del Vaticano. Mientras otros Asesinos causaban disturbios en la ciudad como distracción, Ezio se infiltró en la Capilla Sixtina y conseguió derrotar a Rodrigo en un combate cuerpo a cuerpo. Ezio, como el Profeta que era, consiguió abrir la cámara usando el Cetro y el Fruto, recibiendo un mensaje de la Isu Minerva dirigido a uno de sus descendientes, Desmond Miles.

Tras el regreso de Ezio a Monterigioni en diciembre de 1499, César Borgia, hijo de Rodrigo, atacó Villa Auditore en venganza por haber destrozado los planes Temparios. En el asedio, Mario Auditore fue asesinado a sangre fría por Cesar y Villa Auditore quedó completamente destruida. Ezió viajo a Roma, donde Nicolás Maquiavelo le ayudo a construir una resistencia contra los Borgia y establecer un cuartel general en Isla Tiberina. Ezio comenzó a reclutar miembros y a asesinar a los principales liados de los Borgia, incluyendo al banquero Juan Borgia el Mayor y al barón francés Octavien de Valois.

Ezio se enfrenta a César en el asedio de Viana

En agosto de 1503, Rodrigo Borgia, considerando que su hijo estaba alterando la paz conseuida por los Templarios en Roma, escondió el fruto a Cesar, lo que resultó en la muerte del Papa a manos de su hijo. Ezio se adelantó a Cesar y consiguió recuperar el Fruto, usandolo para eliminar los últimos rastros de los Borgia. Cesar, ahora Gran Maestro, fue arrestado por orden del nuevo Papa Julio II. Al año siguiente, César escapó a España, dónde se unió al ejército de su cuñado Juan III de Navarra.

En 1506, el Fruto le dijo a Ezio que debía esconderlo en una cámara Isu bajo el Coliseo, donde podría ser encontrado por sus descendientes. En marzo de 1507, Ezio encontró a César en Viana, donde había comenzado una batalla. Ezio persiguió a César hasta el castillo de la ciudad, dónde arrojó al segundo hijo de los Borgia desde lo alto de la muralla, poniendo fin a los planes de los Borgia.

Lucha contra el Imperio bizantino

«Hace cinco años, la influencia de los Templarios era mínima aquí. Una facción menor con sueños de restaurar el trono de Bizancio. Pero crecen en número día a día. Y con Beyazid II con un pie fuera, podrían intentar algo drástico.»

―Yusuf Tazim sobre los Templarios bizantinos, 1511.

Después de que un terremoto golpease a Constantinopla, el corazón del Imperio otomano, en 1509, un pequeño grupo de Templarios bajo el estandarte del Imperio bizantino apareció en la ciudad. Se enfrentaron a los soldados y Asesinos otomanos con el fin de recuperar la ciudad para así poder controlarla.

Los Asesinos otomanos dan la bienvenida a Ezio

En 1510, Ezio encontró cartas de su padre detallando la Biblioteca de Altaïr Ibn-La'Ahad debajo de Masyaf, partiendo así en búsqueda de ella. Sin embargo, tras encontrarse con oposición por parte de los Templarios bizantinos en Masyaf y descubrir que la puerta de la biblioteca estaba sellada por unas llaves escondidas en Constantinopla, Ezio se unió a la Hermandad otomana para combatir a los Templarios. Allí conoció a Yusuf Tazim, el líder otomano, y a Suleimán I, príncipe del Imperio, de los que recibiría ayuda.

Ezio fue poco a poco recuperando las llaves. Tras recuperar la última del Templario Manuel Palaiologos en Capadocia, volvíó a Constantinopla. Allí, el auténtico Gran Maestro, el príncipe otomano Ahmet, había asesinado a Yusuf y secuestrado a la amante de Ezio, Sofia Sartor, con el fin de intercambiarla por las llaves. Sin embargo, ambos fueron rodeados por el ejército del hermano de Ahmet, Selim, que asesinó a Ahmet para asegurar su puesto en el trono y desterró a Ezio de Constantinopla.

Ezio enfrentandose a Ahmet

Con las llaves de Masyaf en su posesión, Ezio abrió la biblioteca bajo Masyaf, dónde descubrio el Fruto del Edén de Altaïr. Ezio decidió dejar el artefaco dentro de la biblioteca sellada y se retiró a Italia, habiendo dejado a la Hermanadad otomana líderada por Dogany en buenos términos con el futuro sultán Suleiman.

Ezio continuó liderando a la Hermandad italiana durante unos pocos años, manteniendo su fama como Mentor legendario por todo el mundo antes de retirarse, alrededor de 1515.

Operaciones en el Nuevo Mundo

«Los nativos de este Nuevo Mundo tenían una filosofía similar a nuestro credo desde tiempos inmemoriales. Cuando los europeos llegaron, nuestros grupos sé... entendieron. La cultura, la religión y las lenguas dividen a la gente. Pero el credo de los Asesinos tiene algo que trasciende todas las fronteras. El amor por la vida y la libertad.»

―Mary Read sobre los Asesinos en el Nuevo Mundo, 1716.

Tan pronto como 1503, los Asesinos comenzaron a difundirse por el recién descubierto Nuevo Mundo. Para 1510, ya habían establecido su presencia en Florida y dieron la bienvenida a los refugiados puertorriqueños Alonso Carlo y Miguel Ramón Carlo de Lugo en su comunidad.

Giovanni Borgia observando a los aztecas

En febrero de 1519, Giovanni Borgia subió al navio del conquistador español Hernán Cortés con dirección a México con intención de localizar un Fragmento del Edén. Tras meses de viajes, Cortés y su tripulación fueron recibidos en la capital del Imperio azteca, Tenochtitlan. Cuando los españoles masacron a los aztecas la noche del 20 de mayo de 1520, Giovanni aprovechó para asesinar al sacerdote azteca y robarle su Calavera de Cristal, escapando durante La Noche Triste y volviendo a Europa.

En 1524, Juan Ponce de León, otro conquistador, viajó a Florida con la intención de encontrar la Fuente de la juventud, un Fragmento del Edén bajo protección Asesina. Miguel Ramón Carlo fue enviado para intentar convencer a Ponce de León de cesar su búsqueda, pero ante su insistencia los Asesinos se vieron en la obligación de dispararle con dardos envenenados que causarían su muerte poco después.

Para 1533, un Asesino español llamado Gonzalo Pardo había conseguido infiltrarse en la compañía de Francisco Pizarro, un conquistador Templario que subyugó al Imperio inca. Siguiendo las órdenes de la Hermandad, Pardo debía salvar al emperador inca Atahualpa, pero falló en su misión. Debido a esto, permaneció los siguientes años en el Imperio, deambulando por Perú borracho, hasta que en 1536 unió fuerzas al inca Quila para detener la conspiración de Pizarro contra el emperador Manco Inca Yupanqui. Finalmente, en 1541, Pizarro fue asesinado por la Hermandad.

Lucha contra los Templarios en la Realeza Británica

Desde finales del siglo XV, los Aesinos habían notado como la Orden Templaria estaba intentando expandir su infuencia en la Casa de Tudor, la familia de gobernadores ingleses. Ezio Auditore mandó a un grupo a Inglaterra con el fin de ayudar a Enrique VII para detenr una conspiración Templaria. Por otra parte, los Asesinos envenenaron a la última figura clave de esta conspiración, Margarita de York, el 23 de noviembre de 1503. Como respuesta, los Templarios se infiltraron en la Cámara Estrellada, la corte secreta del Rey. Tras eliminar a los conspiradores, los Asesinos consiguieron un sitio en esta cámara.

A mitad del siglo XVI, los Templarios tenían la ventaja sobre los Asesinos ejerciendo fuerza sobre la corte de Maria I. Los Asesinos se opusieron y decidieron a ayudar a su hermanastra Isabel. Para acabar con el reinado Templario, los Asesinos mataron a la reina María el 17 de noviembre de 1558, siendo sucedida por Isabel. Isabel, bajo el nombre de Isabel I de Inglaterra, usó un Fruto del Edén para guiar a Inglaterra a una época dorada.

Reconstruyendo a la Hermandad china

«Desharé todo lo que has hecho. Reconstruiré la Hermandad y reclutaré a aquellos que quieran convertir nuestra tierra en un lugar libre. Aquellos dispuestos a morir por enfrentarse a hombes como tú. Tu mundo templario no existirá. Los Asesinos volverán a alzarse.»

―Shao Jun a un moribundo Zhang Yong, 1532.

Shao Jun con su Mentor Wang Yangming

Durante el reinado del Emperador Zhengde en China, tanto Asesinos como Templarios tenían presencia en la corte imperial. Tras la muerte del emperador en 1521, los Tigres, un grupo de Templarios, buscó poder en la corte, instalando al Emperador Jiajing como su marioneta y planeando erradicar a la hermandad de Pekín.

El Mentor Asesino Wang Yangming fue informado de estos planes por su concubina Shao Jun. Tras varios intentos fallidos de acabar con los Tigres, mucho de los enemigos del emperador fueron ejecutados en 1524, incluyendo a un gran número de los Asesinos.

Wang Yanming evacuó a los Asesinos y a sus aliados de la Ciudad Prohibida y se ocultó durante un tiempo. Zhu Jiuyuan le sucedió como Mentor y entrenó a Shao Jun. Sin embargo, la caza por parte de los Tigres no se detuvo y Jiuyuan y Jun se vieron obligados a marcharse de China y buscar la ayuda de Ezio Auditore da Firenze. Por desgracia, antes de llegar a la pequeña villa del ex-Mentor en la Toscana, Jiuyuan fue asesinado por unos Templarios en Venecia.

Jun llegó a la Toscana, donde un ya anciano Ezio entrenó física y mentalmente a la Asesina china, aunque en un principio se mostró reluctante. Además, le hizo entrega de una Caja Precursora. Jun se marchó de la Toscana en 1524 y poco después, Ezio murió pacíficamente en Florencia. Jun volvió a China en 1526 y unió fuerzas al reaparecido Wang Yangming para reconstruir a la Hermandad china.

Shao Jun enfrentandose a Zhang Yong en la Gran Muralla

Sin Asesinos restantes, el Mentor y la joven Asesina viajaron por todo el país para acabar con los Tigres. Aunque sus esfuerzos dieron fruto con la muerte de cuatro de los ocho Tigres, su líder Zhang Yong asesinó junto a Qiu Ju a Wang Yangming en 1529. A pesar de esto, Jun no se detuvo y finalmente consiguió asesinar a Yong en la Gran Muralla en 1532. A pesar de haber pedido la caja otorgada por Ezio, Jun consiguió reconstruir a la Hermandad china como Mentora y ordenó la muerte del empeardor Jiajing en 1567.

Expansión a Japón

Con la esperanza de expander su influencia a nuevos territorios, los Templarios viajaron hasta Japón. Cuando los Asesinos se enteraron, también buscaron establecer su presencia en el archipielago. Rápidamente los Asesinos encontraron alianzas con los ninjas, de los que aprendieron nuevas técnicas, y con el señor de la guerra Oda Nobunaga. Además, los Asesinos también establecieron una alianza secreta con Tokugawa Ieyasu, cuyo vasallo Hattori Hanzō se había convertido en Maestro Asesino.

Hattori Hanzō en su atuendo Asesino

Además de luchar contra los Templarios, la Hermandad japonesa ayudó a los esfuerzos del clan Tokugawa para unificar el país. Con este proposito, Hanzō asesinó a los señores de la guerra Mōri Motonari, Takeda Shingen, que poseía además una de las Espadas del Edén, y el Templario Uesugi Kenshin.

Cuando el clan Tokugawa y los Asesinos descubrieron que uno de los vasallos de Nobunaga, Akechi Mitsuhide, planeaba revelarse contra su señor, los Asesinos encargaron a Yamauchi Taka el hacerse con la Espada del Edén que había quedado en posesión de Nobunaga tras la muerte de Takeda Shingen. Así, consiguiendo la Espada y asesinando al señor de la guerra, la espada fue entregada al Asesino chino Liu Yan, que la sacó de Japón.

En 1596, Hanzō fue asesinado por un ninja rival, Fūma Kotarō. Sospechando que el actual gobernador de Japón y sucesor de Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi, tenía algo que ver, Ieyasu ordenó a Taka emprender una investigación que desencadenaría en el asesinato de Hideyoshi en 1598. Con el país dividido entre los leales al clan Toyotomi y los partidiarios del clan Tokugawa, entre los que se encontraban los Asesinos, todo llevó a la guerra batalla de Sekigahara, dónde Taka asesinó al general Shima Sakon. La victoria del clan de Tokugawa provocó que diera comienzo el shogunato Tokuwaga.

Era del Imperialismo

Juicios de Salem

A principios de la decada de 1690, los Asesinos británicos habían recibido información de que un artefacto se encontraba en alguna parte de Salem, Massachusetts. La Hermandad envió al Maestro Asesino Thomas Stoddard, reconocido por haber encontrado ya varios artefactos anteriormente, a Norteamérica. Al mismo tiempo, noticias de jovenes mujeres con enfermedades extrañas llevo a los puritanos de Salem a acusarlas de brujería en lo que se conoció como los Juicios de Salem. Después de que los Templarios Samuel Parris y William Stoughton llegaran buscando el artefacto, ocuparon un rol central en la persecución a las supuestas brujas. En junio de 1692, Stoddard llegó a Salem, donde se encontró con la Asesina local Jennifer Querry.

Stoddard y Querry luchan contra los puritanos

Los dos Asesinos se infiltraron en un almacén, donde liberaron a una joven llamada Dorothy Osborne y a un joven mudo conocido como David de la encarcelación Templaria. Cuando Dorothy fue poseída por el Isu Consus, Stoddard descubrió que ella era el artefacto que habían estado buscando, llevando a Dorothy al muelle de Salem. Por desgracia, los Asesinos, Dorothy y David fueron capturados más tarde por los Templarios.

Durante el interrogatorio, mientras los Templarios estaban distraidos por otra posesión de Consus, Querry consiguió matar a un guardia y liberar a Stoddard antes de ser asesinada por Stoughton. El fin de los Templarios era intentar recrear los poderes de Dorothy a través de los juicios, por lo que Dorothy, sintiendose culpable de lo que estaba sucediendo en Salem, se arrojó ella misma al fuego. Esto provocó que Stoughton entrará en cólera y casi asesinara a Stoddard, pero su socio Paris le traicionó y dejó marchar al Asesino. Con Dorothy muerta, Stoddard abandonó su búsqueda del artefacto.

Búsqueda del Observatorio

«Parece que dado con otro Sabio. La búsqueda del Observatorio comienza de nuevo.»

―Ah Tabai acerca de la nueva situación de los Asesinos, 1716.

Desde al menos la década de 1670, la Hermandad caribeña se enfrentó a los Templarios en la búsqueda de Sabios, reencarnaciones de Aita capaces de abrir el Observatorio, un complejo Isu. En 1673, el Mentor Bahlam secuestroó al Sabio Thom Kavanagh para evitar que cayese bajo la influencia del Templario Laureano de Torres y Ayala. Thom partió poco después en una misión con el fin de encontrar el Observatorio.

Ah Tabai desterrando a Edward Kenway

En 1714, Phillip Randall, Mentor británico, envió al Maestro Asesino Duncan Walpole a encontrarse con el nuevo Mentor caribeño Ah Tabai para entrenar con él. Viendo esta tarea como un insulto, Walpole fue persuadido de unirse a los Templarios por Henry Spencer. Esto llevó a Walpole a recopilar localizaciones de los gremios asesinos del Caribe para el Gran Maestro Torres. Sin embargo, antes de que pudiera hacer entrega de estos mapas, un barco pirata atacó el navío de Walpole. Varado en el Cabo Buenavista, Walpole fue asesinado en un duelo contra otro superviviente de la batalla, el pirata Edward Kenway.

Los Asesinos caribeños atacaron a los Templarios en La Habana para rescatar a otro Sabio, Bartholomew Roberts, pero fueron repelidos por el Rito caribeño, entre los que se encontraba Kenway haciéndose pasar por Walpole. Los Templarios no tardaron en descubrir la verdadera identidad de Kenway y lo aprisionaron en un barco. Sin embargo, Kenway, con la ayuda de otro prisionero conocido como Adéwalé, consiguió escapar y hacerse con su barco propio: el Jackdaw.

Convencido por la pirata y Asesina Mary Read de unirse a su causa, Kenway ayudó a los Asesinos a librarse de la Armada Real británica en un ataque la base de la Hermandad en Tulum. A pesar de ello, Ah Tabai culpo a Kenway de los ataques y de haber colaborado con sus enemigos en La Habana, por lo que le desterró de la isla. Kenway continuó ayudando a los Asesinos en pequeños contratos de asesinato por todo el Caribe a cambio de dinero.

Ah Tabai coloca el Cráneo de Cristal en el Observatorio

Read continuó tratando de convencer a Kenway de que se equivocaba con sus elecciones, pero no fue hasta la muerte de Read en Port Royal que Kenway se decidió definitivamente a unirse a los Asesinos. Para entonces, Adéwalé (que se había convertido en primer oficial de Kenway) ya se habia unido a los Asesinos. Bajo la tutela de Ah Tabai en 1722, a Kenway se le encaró tres objetivos: el Sabio Bartholomew Roberts, el gobernador Templario Woodes Rogers y el Gran Maestro Laureano de Torres y Ayala.

Kenway consiguió acabar con Roberts y Torres y dejando a Rogers muy malherido. De esta manera, tanto el Observatorio como los Cráneos de Cristal pasaron a manos Asesinas. Edward abandonó el Caribe con rumbo a Inglaterra, haciéndole entrega a los Asesinos de su escondite en Inagua con el fin de que siguieran protegiendo el Observatorio. En algún punto del siglo XVIII, el Observatorio colapsó completamente, por lo que los Asesinos enterraron completamente el complejo.

Caída de la Hermandad londinense

«En el siglo XVIII, la Hermandad de Londres estaba practicamente dirigida por dos personas: un hombre conocido como "Miko" y Edward Kenway. [...] Miko iba un poco más a su aire: viajó por toda Europa en busca de Fragmentos del Edén, estableciendo contactos y prestando ayuda a varias Hermandades locales. [...] Por otra parte, Edward aportaba estabiidad y usba sus encantos para formar una red de contactos en la ciudad, abarcando tanto la alta socieda como el mundo criminal.»

―Shaun Hastings sobre la Hermandad londinense, 2015.

Edward Kenway volvió a Bristol en 1723, dónde vengó la muerte de su padrastro provocada por el Templario Emmett Scott y su guardaespaldas Wilson. Tanto Edward como su tripulación recibieron indultos por parte de Robert Walpole y Kenway consiguió una casa en el centro de Londres. Edward sentó la cabeza y se convirtió en co-líder de la Hermandad londinense junto a Miko.

Edward y su familia en Londres

Tanto Miko como Edward viajaban a menudo por toda Europa buscando emplazamientos y artefactos Isu. La búsqueda de Edward le llevó a varios templos en Italia y en Alamut y se propuso como objetivo encontrar la localización del Gran Templo, con todos sus descubrimientos quedando detallados en su diario. Además, los Asesinos de Londres también encontraron en algún momento un Sudario del Edén, escondiéndolo en la Torre de Londres.

El 3 de diciembre de 1735, Edward fue asesinado por mercenarios contratados por su asistente y Gran Maestro del Rito británico Reginald Birch. Birch obtuvo el diario de Edward y comenzó a entrenar a su hijo, Haytham, que se acabría convirtiendo en un gran Templario. En 1754 sería el propio Haytham el que acabaría con Miko, robando así la Llave del Gran Templo, y dejando a la Hermandad londinense sin líder. Bajo el liderazgo de Birch, los Templarios consiguieron expulsar a los Asesinos de Londres y mantuvieron el control de la ciudad durante los siguientes cien años.

Actividades en los mares del Norte

Aquiles: «¡No tienes ni idea de lo que estás haciendo! El futuro de todo el continente, o incluso del mundo, esta vinculado a ese manuscrito.»

Shay: «Quizá. Pero no tenemos derecho a decidir el futuro.»

Aquiles: «¿Derecho? ¡Tenemos la responsabilidad!»

— Aquiles y Shay sobre el uso del manuscrito Voynich, 1756.^[fte.]

Para 1732, el cimarrón François Mackandal había creado su propia Hermandad en Santo Domingo. Mackandal tomó un acercamiento más radical al Credo, intentando exterminar a los colonizadores franceses y buscando activemente los artefactos precursores.

Adéwalé con el líder rebelde Augustin Dieufort

En 1735, Adéwalé fue encargado con interceptar un paquete de un oficial Templario francés que contenía una Caja Precursora. Sin embargo, Adéwalé y su tripulación quedaron varados en Puerto Príncipe al intentar escapar por una tormenta, resultando en la destrucción del navío de Adéwalé. Durante los siguientes dos años, Adéwalé ayudo a la Rebelión cimarrona, culminando en la muerte del gobernador Pierre, Marqués de Fayet.

En 1746, bajo órdenes de su mentor Ah Tabai, Aquiles Davenport fundó la Hermandad colonial en las Trece Colonias. Esta división no tardo mucho en convertirse en una de las más fuertes de toda la Hermandad.

Shay Cormac, Adéwalé y Aquiles en la Hacienda

En noviembre de 1751, Mackandal adquirió la localización de un templo Isu cerca de Puerto Príncipe a través del uso de la Caja Precursora junto al Manuscrito Voynich. Cuando Vendredi entró al templo para intentar conseguir el Fragmento, el templo activó su mecanismo de defensa y provocó un terremoto que devastó toda la ciudad. En el caos, el Maestro Templario Lawrence Washington robó el Manuscrito y la Caja de la tienda de Mackandal y lo llevó a las Trece Colonias, siendo perseguido de cerca por Adéwalé. Aquiles encomendó al joven recluta Asesino Shay Patrick Cormac la misión de recuperar ambos artefactos.

Tras descubrir la localización de otro templo en Lisboa, Portugal, Shay fue encomendado con encontrarlo en 1755. Sin embargo, al tocar el artefacto, el templo repitió lo sucedido en Santo Domingo, con un terremoto que destrozó completamente Lisboa. Shay volvió sano y salvo a la base de los Asesinos en la Hacienda Davenport y confrontó a Aquiles por sus decisiones. Shay robó las dos reliquias e intentó escapar de la hacienda, pero los Asesinos le persiguieron y dispararon, cayendo al mar. A pesar de ello, y sin que los Asesinos lo supieran, Shay había sobrevivido.

Tras esto, Shay se unió a los Templarios, donde colaboró con George Monro y el Gran Maestro Haytham Kenway para dar caza a sus antiguos hermanos. A pesar de que la Hermandad consiguió acabar con Monro, Shay eliminó a Kesegowaase, Adéwalé y Hope Jensen. En 1760 y con la localización de otro templo descubierta, Aquiles usó al Asesino Chevalier de la Vérendrye como distracción para los Templarios mientras los Asesinos encontraban el templo.

Achilles y Liam en el Templo del Ártico

Kenway y Shay pudieron llegar al templo antes de que Aquiles y Liam pudieran interferir con el sistema de defensa del templo, aunque en el enfrentamiento posterior Liam lo activó sin querer. Shay consiguió asesinar a su amigo Liam y recuperar el Manuscrito, mientras que Aquiles fue derrotado por Haytham. Convencido por Shay, Haytham perdonó la vida a Aquiles, pero a cambio le disparó en la pierna, dejándole tullido para el resto de su vida. Aquiles continuó ejerciendo como Mentor sin hacer trabajo de campo, pero cuando se provocó una purga de Asesinos coloniales, Aquiles decidió dedicar el resto de su vida al exilio en la Hacienda Davenport.

Guerra de Independencia estadounidense

«George Washington ha congregado a los colonos y su marcha hacia la libertad ahora va en serio. Así, no es de extrañar que los Templarios deseen su muerte. Quieren moldear esta tierra como algo frío y lleno de orden. Sin alma. Y el es un obstáculo»

―Ratonhnhaké:ton acerca de los Templarios, 1775.

Aquiles Davenport se encuentra con Ratonhnhaké:ton

En 1769, Ratonhnhaké:ton, un indio de la tribu Kanien'kehá:ka, fue persuadido a traves una Bolas de Cristal por Juno de unirse a la Hermandad con el fin de proteger su tribu. Así, contactó con un ya anciano Aquiles Davenport, que aunque al principio se negaba, acabó entrenando al chico. Tras meses de entrenamiento, Aquiles viajó junto al joven Asesino, rebautizado como Connor, a Boston, donde vieron como el padre de Connor, Haytham Kenway, comenzaba la Masacre de Boston. A pesar de sus esfuerzos, Connor no pudo detener a los Templarios.

Connor comenzó a dar caza a los Templarios coloniales y a entrenar nuevos aprendices, apoyando la causa revolucionaria a favor de la independencia de Reino Unido. Se unió a los Hijos de la Libertad en el Motín del Té de Boston y en las batallas de Lexington y Concord.

Connor con George Washington en Valley Forge

Connor conoció a George Washington en su nombramiento como Comandante en jefe del Ejército Continental, luchando junto a ellos en la Batalla de Bunker Hill para asesinar al general británico Jonathan Pitcairn. Además, también detuvo la conspiración de los Templarios para asesinar a George Washington y reemplazrlo con la mano derecha de Haytham, Charles Lee.

Debido a la deserción de Benjamin Church tanto del Ejército Continental como de los Templarios, Connor se vio obligado a cooperar con su padre para detenerle. Juntos dieron caza a Church, que escapaba en un navío, asesinandolo cerca de la isla de Martinica. Cuando Haytham le reveló, a pesar de las creencias de Connor que culpaban a Charles Lee de la masacre de su tribu, que fue George Washington el culpable de los ataques, Connor cortó lazos tanto con Washington como con Haytham. A pesar de esto, combatió junto a Gilbert du Motier, Marqués de La Fayette en Monmouth y destapó la traicion de Benedict Arnold a Washington.

En 1781, Connor decidió atacar a su archienemigo Charles Lee. Tras ganarse el apoyo de François-Joseph de Grasse por ayudar a la Armada Naval Francesa en la batalla de Chesapeake, los franceses y Connor atacaron el Fuerte George en Nueva York. Sin embargo, Haytham había forzado a Lee a huir, por lo que Connor se vió en la obligación de matar a su padre.

Connor asesinando a Charles Lee

Alrededor del mismo año, Aquiles murió por causas naturales, lo que hizo que Connor se convirtiera en dueño de la Hacienda Davenport. En 1782, encontró y persiguio a Charles Lee hasta que finalmente le asesinó. Al año siguiente, el ejército británico se rindió, con la fundación de los Estados Unidos dandose poco después.

Pasadoun tiempo, Washington y Connor se encontraron en el bosque, donde le enseño un Fruto del Edén que encontró en Yorktown. Después de que ambos experienciaran una realidad alternativa donde Washington había sido corrompido por el Fruto y se había proclamada rey, Washington le entrego el Fruto a Connor, que lo envió al fondo del oceáno para que nadie pudiera obtener su poder.

Revolución francesa

Bellec: «Llevaremos este libro lleno de datos de los Templarios a Mirabeau, que no hará nada.»

Arno: «No pareces tener buen concepto de él.»

Bellec: «Es un político. Se considera un gran pacificador. Se cree capaz de poner fin a la guerra entre Asesinos y Templarios, finalizar felizmente la Revolución y persuadir a perros y gatos para vivir en paz.»

— Pierre Bellec y Arno Dorian hablan sobre el Mentor francés, 1791^[fte.]

Arno Dorian ante el Consejo

Debido a los altos costes de la Guerra de los Siete Años e inspirados por la Guerra de Independencia, un descontento social entre los ciudadanos frenceses comenzó a finales de la década de 1780. El Mentor francés, Honoré Gabriel Riqueti, Conde de Mirabeau, comenzó a mediar entre el rey Luis XVI y los revolucionarios, esperando acabar con el conflicto y a la misma vez manteniendo la tregua con el Gran Maestro Templario François de la Serre.

En 1789, De la Serre fue asesinado por el Templario desterrado François-Thomas Germain, que pretendía reformar la Orden. Mientras que los Templarios bajo el liderazgo de Germain comenzaron a dar combustible a la Revolución francesa para deshacer las posiciones de poder establecidas, el Maestro Asesino Pierre Bellec reclutó a Arno Dorian, hijo del Asesino Charles Dorian e hijo adoptivo de De la Serre, para la Hermandad con el fin de encontrar a los asesinos del Gran Maesto Templario por orden del Consejo de Asesinos.

Tras eliminar a los asesinos de De La Serre, Arno rescató al herrero que hizo el alfiler envenenando que mató a De La Serre. El herrero le dirigió a Chrétien Lafrenière, al que Arno asesinó. Sin embargo, resultó que el herrero era Germain, al que Arno no había conocido en persona, y Lafrenière era uno de los leales a De La Serre. Arno descubrió más tarde que los planes de los Templarios incluían además de conseguir que la Revolución fuese exitosa, la ejecución pública de Luis XVI.

Napoleon y Arno en el Palacio de las Tullerías

Arno acabó formando una alianza con su hermanastra y Templaria Élise de la Serre, de quien aprendió la verdadera identidad de Germain. Poco tiempo después, Bellec asesinó a Mirabeau, cabreado por las treguas que los Asesinos y Templarios estaban manteniendo, afirmando que los Asesinos debían ser destruidos como ya sucedió en Masyaf y en Monteriggioni. Arno asesinó a Bellec y el Consejo encomendó entonces a Arno recuperar la correspondencia de Mirabeau con el rey del Palacio de las Tullerías el 10 de agosto de 1792. Allí, Arno formó una alianza con Napoleón Bonaparte, que buscaba la Llave del Templo de Saint-Denis.

El Consejo prohibió a Arno que fuera en búsqueda de Germain, encargando a otros Asesinos la búsqueda. Sin embargo, Arno desobedeció las órdenes, lo que provocó que el Consejo le exiliara de la Hermandad. A pesar de esto, Arno continuó con su caza de Germain y de Maximilien de Robespierre, instigador del Reino del Terror. Arno consiguió matar al Gran Maestro Germain, quién momentos antes había asesinado a Élise con una Espada del Edén, debajo del Temple. La Espada pasó entonces a posesión de Arno.

A pesar de este logro, Arno continuó exiliado de la Hermandad. A pesar de ello, Arno consiguió detener a Napoleón, que intentaba recuperar un Fruto del Edén del Templo de Saint-Denis. Arno hizo entrega a los Asesinos del Fruto, que lo entregaron a Al Mualim en El Cairo. Poco después de esto, Arno fue reinstaurado en la Hermandad, donde se acabaría convirtiendo en un Maestro Asesino.

Aunque Napoléon acabaría recuperando el artefacto de Egipto, los Asesinos evitaron un intento de asesinato contra su vida el 24 de diciembre de 1800. Además, la miembro del Consejo Asesino Sophie Trenet acabaría convirtiéndose en una figura importante para la creación de la Segunda República Francesa.