La guerra Asesina-Templaria es un conflicto entre dos organizaciones secretas que buscan objetivos opuestos para la humanidad. Por un lado, la Orden de los Templarios pretende poner en el mundo estabilidad garantizada por el orden impuesto, que buscan tener con los fragmentos del Edén de la Primera Civilización. Por otro lado la Orden de los Asesinos también busca la paz, pero solo si es con la libertad humana, a pesar de que consideren su objetivo casi imposible. Por tanto, ambas facciones se disputan desde cerca del año 75000 a.C. el modo en el que el mundo debe estar, bajo control o sin él.
Durante las distintas etapas históricas, los Asesinos y Templarios han utilizado distintos tipos de recursos, adaptándose a las distintas épocas en las que se encontraban, como en el auge del Imperio Romano, la Edad Media, la Edad del Descubrimiento o la primera y segunda guerra mundial. Entre las facciones que han tomado parte de forma directa en el conflicto estuvieron, a favor de los Asesinos, la casa de Medici, el Imperio Otomano, y la República Pirata de Nasáu; de parte de los Templarios se han encontrado, por ejemplo, el Imperio Bizantino, la casa de Borgia, o Industrias Abstergo.
Además, varias facciones, como el Papado, el Imperio Británico o el Reino de Francia han estado a favor, o han tenido miembros infiltrados en sus filas de ambos bandos en distintos periodos. A pesar de su secretismo, la guerra Asesina-Templaria no solo es conocida por estas dos facciones. Los Hermeticistas, Erudito, o los Iniciados son varias de estas.
Apariciones[]
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