Gero Kramer (¿? - ¿?) fue un general de las SS con el rango de Ubergrupenführer, miembro de la Orden Templaria y fundador de Abstergo Industries activo durante la Segunda Guerra Mundial. A mediados de esta, Kramer se encontraba supervisando el denominado Proyecto Uranio cuyo objetivo era aparentemente el desarrollo de un arma atómica para los nazis, aunque en realidad se trataba de una tapadera para el proyecto Die Glocke.
Historia[]
En Assassin's Creed: Conspirations[]
Volumen 1: Die Glocke[]
Mientras el partido nacionalsocialista tomaba el poder en Alemania, los templarios, deseosos de control, se infiltraron entre sus altos mandos para favorecer sus fines. Uno de ellos, el general Gero Kramer, fue puesto a cargo del Uranprojekt, una iniciativa para producir armas atómicas.
Por otra parte, Boris Pash, un Asesino y militar estadounidense, intentó acercarse y liquidar al templario pero todos los agentes que enviaba fueron descubiertos y muertos. Finalmente se presentó una oportunidad cuando en 1940 descubrió que Otto Hammerstein, enviado por Kramer a robar tecnología de los aliados, intentaba reclutar al ex-militar británico Eddie Gorm. Tras convencerle de aceptar trabajar con Hammerstein, Pash encargó a la teniente Julia Dusk mantener contacto con él.
Dos años después, Gorm, ahora un oficial de las SS, tuvo un primer encuentro con Kramer luego de que durante una ceremonia en el Instituto Kaiser Wilhelm el también oficial Mengele le informó de que el general quería conocerle en persona. Kramer fue al grano: desconfiaba de él. No le era posible creer que un hombre que había servido años a su país cambiara de bando de la noche a la mañana. Gorm respondió que, en efecto, había dedicado buen tiempo al servicio de Inglaterra, pero que a cambio de eso solo había perdido todo lo que tenía y justamente por ello decidió unirse a los alemanes. Kramer aparentemente quedó convencido y le designó jefe de seguridad de Werner Heisenberg, teórico de la física cuántica y director del instituto así como uno de los principales aportadores al Uranprojekt, a quien se haría un homenaje dentro de unos días.
Poco después, en el evento, Kramer no dudó en halagar a Heisenberg frente a los soldados y otros científicos refiriéndose también al poder del Tercer Reich y sus avances científicos. Eddie no se sentía cómodo. Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue cuando Hammerstein le susurró al oído que con la nueva arma que estaban desarrollando, los nazis pronto serían capaces de arrasar con ciudades enteras. Furioso, apuñaló a su compañero y tomó de rehén a Heisenberg, amenazando con matarle si alguien se les acercaba. Kramer ordenó a sus hombres no disparar ya que necesitaban a ambos con vida. Gorm llevó al científico a una habitación cerrada y le exigió información sobre el Uranprojekt. Heisenberg reveló que este era solo una tapadera ya que Kramer estaba usando los fondos del mismo para un proyecto secreto que se desarrollaba en una central hidroeléctrica en Noruega. En un segundo de distracción, el científico golpeó a Eddie con unos utensilios de cristal en la cabeza, aprovechando para huir, lo que permitió a los soldados entrar a por él. Eddie habría muerto allí, de no ser porque Julia entró en escena para salvarle.
Aunque Julia fue herida en la huida, Gorm consiguió llevarla hasta una calle donde serían recogidos por el coronel y Robert Burton. Tras llegar a un refugio, Pash reveló a Gorm la verdadera afiliación de Kramer así como la ancestral guerra entre Asesinos y templarios.
El 27 de febrero de 1943 Eddie, ahora un Asesino entrenado, descendió en paracaídas a la central de Vemork con el fin de sabotear el proyecto del que le habló Heisenberg. Tras despachar a algunos guardias, Eddie se coló en el interior de la central, llegando a una habitación grande en cuyo centro había una silla sobre la cual se alzaba una gran “campana” de la que salían muchos cables y tubos. Sentado en la silla estaba un Gero Kramer de apariencia corpulenta e imponente, que armado con un machete se dispuso a enfrentarle. Eddie, con su hoja oculta y su cuchillo de combate, fue capaz de cortar el abdomen del general nazi y tumbarle al suelo, al parecer incapacitándole. Cuando pensaba liquidarle con su machete, el nazi detuvo el golpe de la hoja con su antebrazo, cortándose hasta el hueso. Grande sería la sorpresa del Asesino al ver que Kramer se levantó a pesar de sus heridas, tomándole del cuello hasta que perdió el conocimiento.
Cuando despertó, Eddie se encontraba atado a la silla que observó minutos atrás. Kramer, ahora vestido con un uniforme con el logotipo de la creciente compañía Industrias Abstergo, le explicó que el Die Glocke era un sistema antigravitatorio capaz de generar un agujero de gusano al pasado del individuo conectado a la máquina. El aparato había sido construido por Nikola Tesla -quien de alguna manera había sido forzado por los nazis a trabajar para ellos, a pesar de que se le creía muerto hace un mes- usando unas bobinas Tesla, un reactor de agua pesada construido por los científicos franceses secuestrados por Gorm y Hammerstein cuando estaban en Londres y el conocimiento de un Fruto del Edén.
Además, el templario le hizo saber lo que eran las Piezas del Edén y cómo una sola les había permitido no solo construir el Die Glocke sino también realizar notables avances en la genética, siendo la prueba más grande el propio Kramer, ahora con fuerza sobrehumana y regeneración celular acelerada. Gero incluso dijo que había sabido todo el tiempo quién era Gorm, así como el linaje del que era heredero, planeando tres años antes su acercamiento a la Hermandad para que liberase su potencial como Asesino. El siguiente paso era usar a Eddie para acceder a los recuerdos de sus antepasados y así localizar más Piezas.
Tesla fue el encargado de encender la máquina. Ni bien lo hizo, Eddie comenzó a gritar.
Galería[]
Aparición[]
- Assassin's Creed: Conspirations (primera aparición)
Fuentes y/o referencias[]
- Animuspedia
- Wikipedia en español.