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El príncipe (en el original en italiano, Il principe), también titulado El Príncipe, es un tratado de teoría política escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513, y dedicado a Lorenzo II de Médici, duque de Urbino.
Publicado en 1531, es una de las obras más icónicas del filósofo italiano y un texto básico en la Ciencia Política, siendo también el origen para términos como "maquiavélico" y "maquiaveliano".
Rol en la trama de la franquicia[]
En Assassin's Creed: Brotherhood, el videojuego[]
Ascensión[]
1503, las fuerzas francesas y de César Borgia empezaban a quebrantarse. El Asesino Ezio Auditore da Firenze decidió entonces dar los últimos pasos para la liberación de Roma.
Primero, invitó a su hermana Claudia a unirse a la hermandad. Luego, y de manera sorpresiva, fue nombrado maestro de la rama italiana de la misma orden, por decisión de Nicolás Maquiavelo, que se encontraba en la ceremonia.
Cuando se marchaba rumbo al Castillo de San Ángelo, Maquiavelo le reveló cosas que no sabía: siempre había tenido su apoyo sin saberlo. Maquiavelo había sido el que condujo a Ezio a Roma luego del ataque a Monteriggioni, fue el que le permitió marcharse con Caterina Sforza del castillo papal creando una explosión como distracción y fue quien mandó mercenarios mientras rescataba al actor Pietro Rossi en el Coliseo. Entonces, el Asesino de Florencia le pidió un último consejo, a lo que Maquiavelo le pidió acabar lo que empezó y matar a Rodrigo y César Borgia.
Sonriendo, y antes de dar un salto de fe, Maquiavelo le dijo: "Algún día escribiré un libro sobre ti." Sonriendo, Ezio le dijo: "Bien, pero que sea corto." Y se marchó.
El hecho de que César Borgia sea el antagonista de la aventura en Assassin's Creed Brotherhood y las pocas páginas de El príncipe, menos de 300, hacen que se tenga por hecho que Maquiavelo se refería a aquel libro en la escena.
Estructura y contenido temático[]
Dividido en 26 capítulos, el objetivo principal de El príncipe es mostrar el cómo gobernar un Estado italiano en la época renacentista, una época caracterizada por guerras internas y por el expectante pero no inofensivo Vaticano, y cómo mantenerse en el poder según la circunstancia. Sólo interesa conservar el poder. La conservación del Estado obliga a obrar cuando es necesario «contra la fe, contra la caridad, contra la humanidad y contra la religión.»
Variante de la portada del libro en la que aparece César Borgia. Fuente: 4.bp.blogspot.com.
Contrario a lo utópica que suena su propuesta, El príncipe se caracteriza por un pragmatismo casi polémico. Mencionando a personajes de la época como Alejandro VI y César Borgia, pero también a militares de la Edad Antigua, Maquiavelo propone un modelo de gobernante camaleónico, que se adapta a las circunstancias según los recursos de que dispone y que es capaz de adoptar medidas impensadas mas no excesivamente arriesgadas ni suicidas.
Refiriéndose con respeto al pueblo súbdito, pues cuando un gobernante no es de su agrado puede amotinarse y acelerar la caída del mismo, el libro también explica lo poco confiable que puede resultar la alianza con las clases altas, puesto que también buscan su propio beneficio, no siempre coincidiendo con el del individuo en el poder.
También el autor menciona ideas que aplicaría en su propia vida, como la preferencia a tener civiles que mercenarios en el ejército, dado que los mercenarios solo luchan por quien mejor les paga y no por lealtad. En 1509, esta táctica permitió a Florencia derrotar a Pisa con milicias formadas por ciudadanos florentinos comunes y corrientes, iniciativa de Maquiavelo cuando se encargó de la defensa de la ciudad desde 1503.
Casi en los últimos capítulos Maquiavelo dedica espacio al azar, denominándolo con un nombre propio, dejando claro que nunca, por más planeada que se halle una situación, todo inevitablemente saldrá como se pensaba.
Influencia[]
El papel de El príncipe hasta nuestros tiempos es vasto. Si bien Maquiavelo escribió basándose en la época que le tocó vivir, los expertos no dejan de lado sus enseñanzas puesto que a pesar de los siglos de diferencia, la política sigue siendo tan voluble como la marea.
El príncipe también dio origen a una de las frases más usadas hoy en día: El fin justifica los medios. Si bien resalta el pragmatismo de Maquiavelo, la frase jamás fue mencionada por el filósofo ni siquiera en su obra. Es resultado de una mala interpretación de un pasaje del libro, que en resumen explica que para conseguir el éxito en el poder el príncipe puede aplicar toda medida que considere necesaria. Por lo que lo que justifica los medios no es el fin, sino el éxito del mismo.
Personajes claves en la historia occidental han tenido en cuenta los postulados de El príncipe. Un gran ejemplo es Napoleón Bonaparte, quien tenía un ejemplar del libro en el cual anotaba sus propias ideas, planteándose futuros éxitos, dando la razón a Maquiavelo e incluso refutándole con su parecer individual. Versiones del ejemplar de Napoleón con sus apuntes son vendidas hoy día.
Referencia y menciones[]
- Assassin's Creed II (primera mención en base de datos)
- Assassin's Creed: Brotherhood, el videojuego (referencia y mención en base de datos)