- «Fíjate en esas palomas mensajera. Cada una que envía Maquiavelo, lleva el nombre de un importante templario en Roma. Elimínalos y tendrás un impacto mayor que cualquier batalla podría tener.»
- ―Pantasilea Baglioni a Ezio Auditore, 1500.[fte]
Los contratos fueron tipicamente mediante un palomar.
Los contratos de asesinato se asignaron tareas a los Asesinos, marcando a una o más personas como una amenaza y ordenando su eliminación. Los detalles de estos contratos generalmente se enviaban a través de la paloma mensajera o mensajeros.
Historia[]
Edad Media[]
Altaïr recibiendo su pluma de Jabal
Bajo el liderazgo de Al Mualim, la palabra del objetivo previsto se envió al Rafiq presente dentro de la ciudad o región del objetivo. A los Asesinos novicios se les envió el Rafiq para investigar los planes, rutinas y entornos del objetivo previsto, acumulando información que podría ser crucial para el asesinato real, que se llevaría a cabo por un Asesino de mayor rango.[1]
Antes de que se llevara a cabo dicho asesinato, el Asesino sería juzgado por el valor de su conocimiento y, si se consideraba suficiente, se le entregaba un marcador de pluma que serviría como prueba de su éxito cuando se sumergía en la sangre del objetivo. Los Maestros Asesinos, debido a su habilidad, no estaban obligados a reunirse con el Rafiq después de que se había completado la investigación y podían proceder de inmediato a la eliminación del objetivo. Aunque es raro, las investigaciones y los asesinatos a veces fueron llevados a cabo por la misma persona, como fue el caso del Asesino en desgracia Altaïr Ibn-La'Ahad.[1]
Renacimiento[]
En el siglo XV, gran parte de estas prácticas habían sido abolidas, y el Asesino que recibía el contrato también era el que lo llevaba a cabo. Tras su rescate de Lorenzo de Medici, Ezio Auditore da Firenze comenzó a actuar como el asesino no oficial del hombre, realizando contratos en las ciudades de Florencia, Toscana, Romaña, y Venecia. Como estos objetivos fueron seleccionados por Lorenzo, con frecuencia eran enemigos de la Casa de Medici; en particular, las personas que colaboraron con los Pazzi.[2]
Ezio aceptando un contrato en Roma.
Cuando era un Maestro que vivía en Roma, los contratos de Ezio fueron proporcionados por Nicolás Maquiavelo y se lo transmitieron a través de Pantasilea Baglioni. Al eliminar estos objetivos, que estaban principalmente afiliados a la familia Borgia, la hermandad debilitó gradualmente la posición de poder que tenían los templarios.[3]
Ezio también podría proporcionar contratos propios para sus Asesinos reclutas, enviándolos a países a través de Europa y más allá. Al completar sus misiones, los aprendices dañaron la presencia de los templarios en varias regiones y obtuvieron la experiencia necesaria para avanzar a través de la Orden de Asesinos.[3]
Habiéndose cansado un poco cuando llegó a Constantinopla, Ezio ya no llevó a cabo los contratos de asesinato, aunque aún ayudaba a la Asesinos Turcos de otras maneras. Como lo hizo en Roma, Ezio reclutó a ciudadanos y luego los envió a misiones estratégicas a través del Mediterráneo para entrenarlos. Esto resultó crítico, no solo para el desarrollo de los aprendices, sino también para la expansión del conocimiento y la influencia de los Asesinos en la región.[4]
Era de los imperios[]
Edward tomando un contrato.
Al ser presentado a los Asesinos en 1716, el pirata Edward Kenway fue persuadido por Mary Read para realizar contratos de asesinato en el Caribe por recompensa monetaria. Estos contratos se pueden encontrar en una gran cantidad de islas, con la mayoría ubicadas en las ciudades más densamente pobladas de La Habana, Nassau y Kingston. Sin embargo, las personas atacadas por los Asesinos no estaban limitadas a los templarios, sino que también incluían a crueles traficantes de esclavos, funcionarios corruptos y criminales de todo tipo.[5]
En la Nueva Orleans del siglo XVIII, Aveline de Grandpré ocasionalmente llevaría a cabo asesinatos por orden de su Mentor, Agaté, quien dejó mensajes para ella en el Cementerio de San Pedro. Estas misiones estaban destinadas a sabotear los intentos de los templarios de obtener poder dentro de la región, eliminando nuevos reclutas o contactos enemigos vitales. De manera similar, Aveline recibiría contratos de los informantes de Gérald Blanc, dirigidos a varios rivales de negocios templarios corruptos activos en la ciudad. Al eliminarlos, más tiendas se volvieron elegibles para la renovación, permitiendo a los esclavos obtener un empleo y un salario decente.[6]
El nieto de Edward, Ratonhnhaké:ton, aceptó ocasionalmente contratos de asesinato que le fueron entregados a través de mensajeros, quienes identificaron las ubicaciones de los templarios cercanos, lo que le permitió completarlos en su propio tiempo. Después de su liberación de los distritos Boston y Nueva York, Ratonhnhaké:ton también reclutó a seis personas, que fueron enviadas para cumplir los contratos alrededor de las Colonias británicas americanas. De esta manera, sus reclutas ganaron experiencia, adquiriendo valiosos recursos para la Hermandad Colonial y ayudando al esfuerzo de guerra continental durante la Revolución Americana.[7]
Curiosidades[]
- En Assassin's Creed II, durante las secuencias de memoria 13 y 14, así como en la secuencia de libre itinerancia subsiguiente, los contratos de asesinato aún estaban disponibles, aunque Lorenzo de Medici ya había muerto en ese momento. Al final resultó que, a Ezio también se le encomendó la tarea de asesinar a asociados de varios personajes que habían muerto hace años.
- En la memoria "Cazador cazado," los guardias atacantes llevaban los colores Medici.
- Si Ezio saqueaba el objetivo del espantapájaros después, daba un juego de llaves.
- Los contratos estaban disponibles para que Edward los completara tan pronto como llegó a La Habana en 1715, a pesar de que no fue introducido oficialmente al sistema hasta 1716.