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Consus, también conocido como "el dios erudito", Prometeo o "las Voces", fue un renombrado científico Isu y creador de Fragmentos del Edén[1].

Muerto miles de años atrás, durante la Era Isu, Consus sobrevivió al tiempo mediante los Sudarios del Edén e interactuó con la humanidad convirtiéndose en un aliado durante tiempos difíciles. Esta simpatía se hizo notable principalmente cuando advirtió a Charlotte de la Cruz de la amenaza de Juno[2].

Biografía[]

Obra en vida[]

La Guerra de la Unificación[]

En vida, Consus era uno de los científicos más reconocidos de su época. En el año 1923 de la Era Isu, durante la Guerra de Unificación, este ayudó a su maestro Hefesto a construir armas que acelerarían el final del conflicto. Así surgieron las Espadas del Edén[1].

Sin embargo los artefactos generaron el efecto contrario, no terminaron con la guerra sino que recrudecieron el número de víctimas. Movido por la culpa, Consus creó dispositivos capaces de curar a los heridos y salvar vidas, los Sudarios[1].

Retando a la muerte[]

Tiempo después, consciente de que su muerte era inevitable y cada vez más cercana, el científico buscó algún modo de resistirse a la muerte. Experimentando con los Sudarios, que no eran capaces de resucitar a los muertos, transfirió su consciencia a dos ejemplares por lo menos. Pero en el proceso terminó atrapado dentro de estos.

Atrapado en su creación[]

Usado por Juno[]

El primer Sudario, su prototipo, terminó abandonado en su laboratorio alrededor de trescientos años hasta que fue encontrado por Juno, otra científica. Con planes propios en mente aprendió del trabajo de Consus a la vez que le contó sobre el avance de la tecnología y la creación de los humanos. Este quedó maravillado al ver cómo aquellos seres diseñados para servir y obedecer daban señales de cultura, superando así su programación[1].

Posteriormente, Juno usaría el trabajo de Consus para intentar detener la Gran Catástrofe y, luego, en la creación de los Sabios, réplicas de su esposo Aita, para intentar dominar el mundo antes que la humanidad[1].

De mano en mano[]

Jason

Jasón tomando el "vellocino de oro".

De algún modo el Sudario salió del laboratorio y pasó a pertenecer a varios individuos a lo largo de la historia. Consus, consciente todo el tiempo pero capaz de hablar solo cuando el artefacto era usado, fue sintiendo cada vez más simpatía por los seres humanos. Jasón, Jesús de Nazaret y Jacques de Molay fueron solo algunos que tuvieron el Sudario en su poder.

Con el tiempo, la conducta amigable de Consus hacia ellos le fue acarreando un carácter legendario dando origen a historias como la de Prometeo, el dios griego que robó el fuego de los dioses para dárselo a los hombres[3].

La Doncella de Orléans[]

En 1429, durante la Guerra de los Cien Años, una heroína se alzaba como la esperanza del pueblo francésJuana de Arco. Mientras esperaba reunirse con Carlos VII en el castillo de Chinon, Juana, guiada por sus "voces", encontró una pieza escarlata en la antigua celda de Jacques de Molay y la guardó en una pequeña bolsa alrededor de su cuello. Posteriormente encargó a su primo Gabriel Laxart y Jean de Metz que le consiguieran un arma que solo ella podía usar[4].

Y así hicieron: el 8 de marzo, encontraron una espada bajo la iglesia de Santa Catalina y la llevaron ante la heroína. Sin usarla frecuentemente, Juana desconocía la verdadera naturaleza del arma. Con la espada y la pieza escarlata en su poder, fue capaz de desplegar todo el poder del artefacto no solo porque tenía gran cantidad de ADN precursor en su sangre sino por su carisma natural.

Tras varias victorias, Juana perdió la espada durante el Asedio de París y llevada prisionera. El arma por su parte fue recuperada por agentes templarios que la llevaron a la cámara secreta del Temple en París.

Jeanne d'Arc burned

Mientras esperaba su sentencia, Juana fue rescatada por los Asesinos que habían acordado reemplazarla por Fleur, su dama de compañía, que se ofreció voluntaria. Para evitar ser descubiertos, se vieron obligados a desfigurarla hasta el punto de que quedara irreconocible; por su parte, Juana le entregó la bolsa que llevaba alrededor de su cuello.

El 31 de mayo de 1431, la supuesta Juana de Arco fue ejecutada en la hoguera[4].

Quince años después, Juana, la verdadera, volvió donde Gabriel. Ya no escuchaba voces desde que entregó su bolsa a Fleur. Consciente de que la había amado en secreto desde siempre, decidió iniciar una nueva vida junto a él[4].

Escondido por los Asesinos[]

Los Auditore[]

En 1355 la Hermandad de los Asesinos se hizo con el Sudario tras arrebatárselo a Godofredo de Charny, valiéndose de una réplica para engañarlo.

Tras comprobar la autenticidad de la prenda y percatarse de que llevaba grabada la figura de un hombre torturado, Renato Auditore decidió que debía ser escondida. A la par que se quemó los registros de la iglesia y se envió intencionalmente reclamos de fraude, el Sudario fue ocultado bajo la ciudad de Monteriggioni[5].

Casi un siglo después, Mario Auditore descubrió mediante un topo en la ciudadela que tropas de Florencia iban a invadirles. No por ansia de conquista sino para hacerse con algo debajo de la ciudad, ocultado por sus antepasados.

Finalmente, tras analizar los escritos familiares y planos de construcción de antaño, saltó una pista. Un Auditore había drenado un pozo para luego excavar alrededor. Reuniendo hombres armados, Mario preparó una expedición rumbo al pozo. Lamentablemente no contaron con que el lugar estaba repleto de trampas por lo que uno a uno fueron cayendo, sea por cables de púas, losetas huecas o palos afilados.

PL Warm Welcome

Sorteando los obstáculos, Mario y los sobrevivientes llegaron hasta una caja de madera. Este se acercó pero de pronto un péndulo cayó directo a él y, aunque logró evitarlo, la cuchilla impactó contra su ojo izquierdo.

El Sudario en Monteriggioni

Mario encontrando el Sudario bajo Monteriggioni.

De pronto una voz -la voz de Consus- resonó en su cabeza: "TU DOLOR ES TEMPORAL. IGNÓRALO". Los hombres de Mario creían que lo que había en esa caja podía curar sus heridas, pero este se opuso; entonces desenvainaron las espadas, atacando. Con cierta pena, Auditore despachó a aquellos hombres de confianza, incluso a uno que estuvo a punto de abrir la caja. A pesar de su curiosidad, Mario consiguió ignorar la voz del artefacto que prometía sanarlo y se llevó la caja creyendo que su hermano Giovanni sabría qué hacer con él y se lo llevaría lejos[5].

Perotto Calderón[]

Desde entonces el Sudario permaneció oculto y lejos de manos codiciosas, al menos hasta 1498, cuando un Asesino llamado Perotto Calderón huyó de su prisión en Roma.

Sometido por la pasión, Calderón cayó bajo los encantos de Lucrecia Borgia, hija del Gran Maestre templario Rodrigo Borgia, y en secreto tuvieron un hijo, Giovanni. Pero había nacido deforme y su esperanza de vida era mínima. Incapaz de aceptar esa tragedia, el encapuchado decidió hacerse con el Sudario para salvar al pequeño[6].

PL Memory Psychosomatic

Perotto huyendo con su hijo en brazos.

Luego de una carrera contrarreloj en la que enfrentó tanto a soldados de los Borgia como de la hermandad, llegó a Agnadello, hogar del guardián del Sudario, Rinaldo Vitturi.

Giovanni Borgia en el Sudario

El pequeño Giovanni curado por el Sudario.

Deslumbrado por la naturaleza del artefacto, Francesco prefirió usarlo sobre su hijo a pesar de sus heridas de batalla. Aunque una voz exclamó "MATERIAL DEFECTUOSO" el Asesino exigió la sanación. A pesar de los gritos del bebé, Perotto le envolvió en el Sudario mientras de este resonaba "TU DOLOR ES TEMPORAL. IGNÓRALO"[6].

Aunque logró salvar la vida del pequeño, no había salvación para Perotto. Poco después fue rodeado por un grupo liderado por su antiguo alumno Francesco Vecellio y murió en batalla por su traición.

El guardián de Giovanni[]

Fiora Cavazza[]

Tras la muerte de Perotto, el pequeño Giovanni fue acogido por los Borgia y criado en el castillo de San Ángelo. Creyendo que su padre era César, luchó por mantener su inocencia en medio de la opulencia e intriga de su familia.

Una noche de 1503 César estaba más molesto que de costumbre. Sus agentes habían muerto a manos de los Asesinos, por tanto su poder en la ciudad se veía desafiado. Además, desconfiaba de Fiora Cavazza, otra agente, creyendo que le estaba ocultando cosas sino traicionándole.

Giovanni y Consus

Giovanni y Consus presenciando la reunión.

Entonces la invitó a cenar. En el salón, detrás de las falsas sonrisas, el ambiente era tenso. Desde un piso superior, Giovanni y Consus observaban. Algo llamó su atención: cuando César sirvió dos copas de vino, Fiora se negó a beber la suya. Ninguno confiaba en el otro, era evidente. Ambos comenzaron a discutir y gritar, a lo que Consus aconsejó abandonar el lugar. El niño obedeció[7].

Más tarde Fiora volvió pero sin invitación. Tras colarse en una ventana comenzó a revisar en la oficina de César. Giovanni, que no podía dormir, la escuchó y observaba en silencio. Creyendo que quería jugar, se animó también. Algo estaba buscando. Consus dijo que buscaba la "manzana" de su abuelo.

Como conocía el lugar, fue a la librería y tomó el artefacto. En sus manos comenzó a brillar y se dirigió al corredor, donde Fiora lo vio. Ella le pidió el Fruto, y en su cabeza Consus le aconsejaba hacerle caso, pero Giovanni solo quería jugar. Entonces echó a correr, si ella quería el artefacto debía atraparlo. El cuarto se iluminó y Fiora le ordenó detenerse.

Fate

Giovanni dejando a Fiora sola con César.

Una puerta se abrió, César había despertado. Con poco tiempo, la mujer intentó tomarlo a la fuerza pero Giovanni reaccionó. El Fruto brilló y Fiora permaneció congelada frente a él. Cuando César llegó a la escena, comenzó a gritar. Tomando el artefacto, mandó al chico a su cuarto y observó a la indefensa mujer. Giovanni preguntó si le haría daño, César dijo que sí, que lo haría[7].

Infancia dura[]

Sin saberlo, el Sudario lo había convertido en un individuo muy especial. No solo porque era capaz de manejar el Fruto sino porque en sueños presenciaba los recuerdos de Perotto, entremezclados con los suyos en una especie de efecto sangrado. De vez en cuando la voz de Consus le calmaba y recomendaba olvidar aquellos sueños[8].

Rodrigo Borgia era consciente de la existencia de Consus y preguntaba si podía hablarle, pero su nieto solo decía que "Consus no juega cuando Nonno está cerca".

Micheletto mata en público

Un día de 1503, César obligó al niño a salir con Micheletto Corella. Tras caminar un rato, Corella le envió a saludar a un anciano mientras silenciosamente se colocaba detrás de él. De pronto, Giovanni se horrorizó al ver cómo un par de manos y una cuerda acababan con el amigable hombre. Luego de unos segundos que parecieron eternos, Micheletto preguntó si lo había disfrutado pero el chico respondió que no.

Giovanni Borgia usando el Fruto

"DESPEJA TU MENTE. GENERA".

Furioso, sacó el Fruto que había tomado en secreto ante la mirada atónita de su tutor. Consus le ordenó concentrarse y entonces el artefacto generó la silueta de César que alzando su espada arremetió contra Micheletto. Pero este huyó despavorido y la silueta desapareció[8].

Jugando con el Asesino[]

Cansado de la atmósfera pesada del lugar, Giovanni quería irse lejos de allí. De pronto una paloma cruzó la ventana de su habitación, llevando una nota atada. Aunque a primera vista no pudo leerla, Consus le explicó el mensaje: debía dirigirse a la fuente de cierta plaza.

Feliz porque alguien quería jugar con él abandonó el castillo. Un desconocido distrajo a los guardias que custodiaban la puerta y, con el camino libre, llegó hasta la fuente. La estatua sostenía otra nota, que le pedía usar "sus otros ojos".

Buscando algo especial en medio de la multitud, una figura destacó, y comenzó a correr. Al llegar a un callejón vio al extraño en los tejados, corriendo velozmente. Desde el suelo, Giovanni seguía.

Giovanni y Francesco

Finalmente llegaron hasta un caballo. El hombre, llamado Francesco Vecellio, le preguntó si sabía sobre el Fruto. El niño contestó afirmativamente pero desde que lo llevó a escondidas su abuelo lo había ocultado y ya no podría jugar con él. En su cabeza, Consus le aconsejaba confiar en él, que podría ayudarle[8].

Francesco ofreció llevarlo con sus hermanos e iniciar una nueva vida, pero era su decisión. Entonces, a lomo de caballo, el niño partió junto con el encapuchado.

Giovanni está durmiendo, Bruto está despierto[]

Aunque su alta receptividad a los Fragmentos del Edén parecía una bendición, Giovanni tuvo que convivir con memorias ajenas a las suyas. Recuerdos de personas que tocaron el Sudario como él se mezclaban con los suyos durante las noches.

Julio César en el Senado

HAS PERDIDO EL ENFOQUE. No, he encontrado propósito.

En una ocasión, Giovanni observó a través de los ojos del senador Bruto. No solo sus visiones del destino de Roma a manos de Julio César, también sus pensamientos para detenerlo. El plan se había grabado en su mente, veintitrés puñaladas debían ser. "ESO NO ES REAL. REACCIONA", decía Consus. Pero el niño estaba cegado y buscaba un cuchillo, creía que si mataba a su padre la ciudad estaría a salvo[8].

Giovanni sonámbulo

ESTÁS VIENDO EL PASADO. No, veo el futuro.

Subiendo a una silla alzó los brazos y tomó un puñal. En silencio se acercó al dormitorio de su padre, César estaba durmiendo. El niño sujetó el arma y miró al rostro de su víctima pero, de pronto, Micheletto le tomó del brazo sacándolo del cuarto.

Giovanni quiso gritar pero el hombre tapó su boca. Desde el interior de su cabeza, Consus le recordaba: EL DOLOR ES TEMPORAL[8].

Hiram Stoddard[]

En 1515 Giovanni Borgia estaba entrenando para convertirse en un Asesino. Aunque su talento y habilidad eran notables, el chico sentía celos de otro aprendiz, un inglés llamado Hiram Stoddard.

Notando el choque de temperamentos, Ezio Auditore da Firenze, otrora mentor de la hermandad, decidió enviarles a una misión en Florencia. Debían hacerse con un artefacto precursor en poder del agente templario Dei Petrucci[3].

Con Hiram como líder, Giovanni creía que la misión estaba perdida. Por su parte Stoddard intentaba entender qué buscaba enseñarle Ezio con la misión.

El plan no funcionó cómo esperaba, a pesar del factor sorpresa y deshacerse de algunos guardias, el objetivo escapó. En una taberna, Giovanni no paraba de culparle por lo sucedido. Manteniendo la compostura, Hiram le permitió enviar un informe a Ezio. Buscando calmar su mente, pensó en su amada Elena y llamó a una sirvienta para preguntarle sobre poemas.

Consus se presenta a Hiram Stoddard

Consus apareciendo ante Hiram y Elena.

Al día siguiente Hiram recibió una visita inesperada. Se trataba de Elena. Pero la alegría duró poco pues estaba decepcionada de él. Entonces Stoddard comprendió lo que había sucedido: Giovanni mintió en su informe y le acusó de haberse acostado con la cantinera.

Cuando este apareció, Hiram no aguantó la ira y le estampó un par de golpes. De pronto, como si hubiera activado un interruptor, Consus se apoderó de Giovanni y soltó un mensaje: "¡SILENCIO DELANTE DEL DIOS ERUDITO! MIS PALABRAS SON PARA LA VIGILANTE, QUE PRONTO SE CONVERTIRÁ EN EL PASTOR. TU ENEMIGO PARECE EVIDENTE, PEQUEÑA, PERO EL BRILLO DE LA MONTAÑA LLAMA A MUCHOS. EN LA CÚSPIDE PRESENCIARÁ SU VERDADERO DESPERTAR. DEBES DEJAR QUE EL LOBO CAMINE CON EL CORDERO".

Horrorizada, Elena retrocedió sin percatarse del borde del techo. Antes de que Hiram pudiera agarrarla cayó directo al pavimento, muriendo. Aunque este no lo sabía, el mensaje de Consus era para su descendiente, Charlotte de la Cruz, que estaba destinada a acabar con Juno en 2016[3].

Un nombre familiar en Basel[]

Tras formar parte de la expedición de Hernán Cortés en México, Giovanni se dirigió a Basel, Suiza, a visitar a Bombastus, un alquimista que podría ayudarle a entender cierto artefacto que había encontrado en la ciudad de Tenochtitlán.

Cuando entró al laboratorio encontró a un hombre retorciéndose en el piso, con heridas en la cabeza. "¡Puedo decirte cómo termina! ¡Todo esto! ¡Solo pregunta. Por favor", exclamó. El joven no podía evitar recordar sus delirios mentales de cuando era niño. "¡Solo pregunta! ¡Cobarde!", continuaba el otro. De pronto algo sacudió los pensamientos de Giovanni. "¿Consus?", pareció exclamar el demente[9].

Shell Of A Man

"¿Consus?".

Giovanni le exigió repetir lo que había dicho, a lo que Johan se negó. Tomándolo con fuerza, el Asesino lo sacudió y miró fijamente. "Consentimiento. ¡No he dado mi consentimiento para esto! Mi mente es una copa pequeña, muy pequeña", respondió.

Cuando llegó ante Bombastus, le preguntó si había experimentado con el hombre. Este solo respondió que su asistente leyó algo que no debía y que las heridas en su cabeza se las había infligido él mismo[9].

El templo de Pitágoras[]

Alrededor de 1530, Giovanni encontró un mapa a cierto templo bajo la ciudad de Roma. Cuando recordó que años atrás Ezio Auditore había visitado ese sitio sin encontrar nada, sabía que debía ir. Emocionado avisó a su esposa Maria y partieron[10].

PL-Catacombs

Como si conociera el lugar, el Asesino recorrió los pasadizos y activó los mecanismos del lugar. Finalmente, sin perder el ánimo, una puerta se abrió ante ellos. Delante había un pedestal.

PL-Shrine

"Soy Consus, el dios erudito".

Las paredes se iluminaron y extraños símbolos aparecieron ante los ojos de la pareja, números, glifos y demás. De pronto Giovanni se desplomó. Cuando Maria se acercó, sus ojos se abrieron intempestivamente pero no era la mirada de Giovanni. Como si se tratara de un impostor, sus facciones se alteraron y revelaron un rostro ajeno al tiempo que una voz dijo: "Soy Consus, el dios erudito"[10].

Presencia en Salem[]

En 1692, de alguna manera el poseyó a una muchacha joven llamada Dorothy Osborne, Consus era capaz de hablar a través de ella, en lo que parecían ser visiones. En la actualidad, Consus intentaba entrar en contacto con Charlotte de la Cruz, que veía las memorias genéticas de Stoddard. Su presencia provocó los acontecimientos que llevaron a los juicios de la bruja de Salem, con los Asesinos y Templarios que estaban luchando por Dorothy.

En manos de Abstergo[]

Hacia 1944, lel sudario cambio de prototipo, que había estado en la posesión de Wiliam Robert Woodman durante el siglo anterior, había terminado en Milano, en las manos de la familia Baguttiani. Durante el Día de Navidad de ese año, el agente del Templario Keith Scipione compró el sudario a la familia y envió el dispositivo a una instalación de Abstergo.

En 2011, la Templaria Isabelle Ardant encontró el sudario, que se creyó romperse y lo dio al científico de Abstergo Álvaro Gramática para la reparación a fin de satisfacer a Alan Rikkin. Álvaro por último reparó el sudario matándose, así convocando a Consus, que poseyó el cuerpo de Álvaro y habló a través de él, antes de curarle finalmente. Todo esto pasó delante de Violet que estaba horrorizada.

Esto llevó a Álvaro a descubrir que siempre que el sudario se le pone a alguien cura lo que sería normalmente una herida fatal, Consus podría poseer temporalmente al portador y ser capaz de hablar a través de ellos. Álvaro comenzó a usar el sudario en su nuevo sujeto de prueba Violet da Costa, pegándole un tiro a ella a la cabeza por tanto se podría comunicar con Consus y aprender sus secretos.

El 21 de diciembre de 2012, cuando se dirigía a Gramática a través del Violeta, Consus al instante se dio cuenta de la liberación de Juno de su encarcelamiento en el Magnífico Templo, después de que Desmond Miles sacrificó su vida para prevenir la destrucción mundial por una llamarada solar de entrada. Enormemente interrumpido por el acontecimiento, Consus afirmó que todo se perdió ahora.

El 17 de noviembre de 2013, Violet y Berg que se habían puesto preocupados por la amenaza que fue planteada contra de Juno y su número creciente de seguidores, fueron a París, a fin de usar el sudario para ponerse en contacto con Consus y perspicacia de la ganancia en las motivaciones de Juno. Consus entonces les advirtió sobre la peligrosidad de Juno y su naturaleza intrigante y les dijo que como un ser no corpóreo se había infiltrado en la red global.

El prototipo del sudario y por lo visto el conocimiento de Consus, sin estar consciente que lo destruyeron a finales de 2014, cuando los Asesinos Shaun Hastings y Galina Voronina destruyeron el laboratorio Parisino de Álvaro, donde el sudario se estaba sosteniendo. Como su acto final, Consus usó lo que quedaba del poder de su sudario para curar a Álvaro, que había sido herido fatalmente por una granada.

Curiosidades[]

  • Consus era una deidad romana encomendada para proteger el trigo. Más tarde, también se hizo conocido como una deidad del consejo secreto.

Fuentes y/o referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Assassin's Creed: Syndicate - Base de datos
  2. Assassin's Creed: Uprising
  3. 3,0 3,1 3,2 Assassin's Creed (Titan Comics)
  4. 4,0 4,1 4,2 Assassin's Creed: Heresy
  5. 5,0 5,1 Assassin's Creed: Project Legacy - Días festivos: Capítulo 1 - Fantasmas de la Navidad pasada
  6. 6,0 6,1 Assassin's Creed: Project Legacy - Guerras italianas: Capítulo 4 - Perotto Calderón
  7. 7,0 7,1 Assassin's Creed: Project Legacy - Roma: Capítulo 1 - Fiora Cavazza
  8. 8,0 8,1 8,2 8,3 8,4 Assassin's Creed: Project Legacy - Roma: Capítulo 2 - Giovanni Borgia
  9. 9,0 9,1 Assassin's Creed: Project Legacy - Roma: Capítulo 4 - Giovanni Borgia
  10. 10,0 10,1 Assassin's Creed: Project Legacy - Ciencia divina: Capítulo 1 - Maria Amiel

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