Conocimiento fue una representación virtual de una de las memorias genéticas de Altaïr Ibn-La'Ahad, revivida por Desmond Miles en 2012 a través del Animus.
Descripción
Altaïr visitó la Casa de Asesinos de la ciudad, y compartió la información que había reunido sobre Jubair con el Rafiq.
Diálogo
Altaïr entró en la casa y fue recibido por su Rafiq.
- Rafiq: ¡El héroe de Damasco! ¡Pasa, quédate un poco! Quiero que me cuentes tus aventuras.
- Altaïr: Me temo que no tengo tiempo.
- Rafiq: Ya veo, haciéndote el importante.
- Altaïr: No es eso.
- Rafiq: No, no, claro que no. ¿En qué puedo servirte entonces?
- Altaïr: Al Mualim me ha pedido que mate a alguien llamado Jubair.
- Rafiq: Ah, el jefe de eruditos de Salah Al'din. Un objetivo raro en mi opinión. Pero quién soy yo para cuestionar al Maestro. Sus razones tendrá, sin duda.
- Altaïr: ¿Entonces te suena ese nombre?
- Rafiq: Los últimos días ha estado muy ocupado organizando a los estudiosos para que prediquen por las calles.
- Altaïr: ¿Y de qué hablan?
- Rafiq: De luz y fuego, de expiar pecados, no son más que tonterías apocalípticas. Hablan del sendero hacia un nuevo mundo.
- Altaïr: Háblame de ese nuevo mundo
- Rafiq: No sé nada, no presto atención a la cháchara de esos locos. Bastante tengo con mi trabajo.
- Altaïr: Muy bien. Me mezclaré entre la gente y veré qué puedo averiguar. ¿Dónde me sugieres que investigue?
- Rafiq: Al sur de aquí hay una academia y una torre de guardia. Son buenos lugares para empezar. Y al este hay un hospital que te puede interesar.
- Altaïr: Voy ahora mismo.
- Rafiq: ¡Qué diligente! Has cambiado, desde luego, y diría que para mejor.
Al volver a la casa sin haber completado las investigaciones, Altaïr tendría una charla con el Rafiq.
- Rafiq: Se te saluda, buen amigo. ¿Has averiguado algo?
- Altaïr: Aún no, Rafiq.
- Rafiq: ¡Hmmm, ya! Y dime, ¿estás bajo la influencia de algún narcótico?
- Altaïr: No. ¿Por qué lo insinúas?
- Rafiq: Por nada, solo que, tu objetivo está en el barrio académico y sin embargo sigues aquí, merodeando por este lugar.
- Altaïr: Yo no merodeo.
- Rafiq: Qué suspicaz. ¿Te pasa algo? ¿Estás de mal humor?
- Altaïr: Me marcho de aquí.
- Rafiq: Mantén la mente y el cuerpo puros, Altaïr. Apártate de la tentación.
Después de reunir todos los conocimientos que pudo, Altaïr regresó a la casa.
- Rafiq: ¿Algo nuevo, Altaïr?
- Altaïr: He averiguado mucho de mi enemigo.
- Rafiq: Cuéntame lo que sepas.
- Altaïr: Jubair está obsesionado con purgar la ciudad de todo conocimiento.
- Rafiq: ¡Un crimen terrible! Ahora entiendo por qué Al Mualim quiere eliminarlo.
- Altaïr: Ha recurrido a los eruditos para que le ayuden. Van por las calles, acosan a la gente y les quitan los libros y manuscritos. Mucho me temo que quiere destruirlos.
- Rafiq: ¡Hay que detenerle!
- Altaïr: Por eso he venido. Pronto tendrá una reunión, en la madraza Al-Kallasah. Allí iré. Y allí le quitaré la vida.
El Rafiq colocó una pluma en el mostrador, y Altaïr la tomó.
- Rafiq: Te dejo para que te prepares. Honra a la Hermandad.
Si Altaïr completaba por lo menos las tres investigaciones mínimas para acceder a la memoria de asesinato, e iba luego a la casa de Asesinos para informar de su llegada y de una vez pedir permiso para el asesinato al Rafiq, se produjo un diálogo diferente.
- Rafiq: ¡El héroe de Damasco! ¡Pasa, quédate un poco! Quiero que me cuentes tus aventuras.
- Altaïr: Me temo que no tengo tiempo.
- Rafiq: Ya veo, haciéndote el importante.
- Altaïr: No es eso.
- Rafiq: No, no, claro que no. ¿En qué puedo servirte entonces?
- Altaïr: Al Mualim me ha pedido que mate a alguien llamado Jubair.
- Rafiq: ¿El erudito de Salah Al'din?
- Altaïr: Sí. Ha convencido a los estudiosos para que se unan a él. Planean llevar a cabo una atrocidad.
- Rafiq: ¿Cuál?
- Altaïr: Reunir todos los escritos que encuentren en la ciudad.
- Rafiq: ¿Con qué intención?
- Altaïr: Destruirlos.
- Rafiq: ¿Y dónde piensan hacerlo?
- Altaïr: Se mueven por toda la ciudad, pero primero se reúnen en la madraza Al-Kallasah. Si voy allí, encontraré a Jubair.
- Rafiq: Buen trabajo como siempre, Altaïr. Así podrás detenerlo antes de que pueda actuar de nuevo.
El Rafiq colocó una pluma en el mostrador, y Altaïr la tomó.
- Altaïr: ¿Tengo tu permiso, Rafiq?
- Rafiq: ¡Por supuesto! Puedes empezar en cuanto estés listo. Honra a la hermandad, Altaïr.
Resultado
Altaïr compartió sus conocimientos sobre Jubair Al Hakim con el Rafiq, y se le dio permiso para asesinar al objetivo.