Cayo (muerto c. 122) fue un acólito de los ocultos que operaba en Londinium en la provincia romana de Britania durante el siglo II.
Biografía[]
En 122, el emperador romano Adriano viajó a Britania con el objetivo de luchar contra los británicos y los pictos en el norte. Buscando detener este plan, Cayo fue enviado por la oficina de Londinium para infiltrarse en la villa de Adriano como esclavo durante la estadía del Emperador en la ciudad y envenenarlo.[1]
Sin embargo, Cayo fue descubierto y asesinado, lo que hizo que la misión fuera un fracaso.[1]