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Bayek, o Bayek de Siwa como se hacía llamar, (alrededor de 79 a.e.c. - ¿?) fue un medjay activo durante la Dinastía Ptolemaica en el Antiguo Egipto, alrededor del año 49 a.e.c., durante el ascenso y reinado de Cleopatra VII.

Biografía

Nacido en la tierra de Siwa, Bayek fue el último miembro de los medjays, una orden de guerreros que sirvió a los faraones por siglos, protegiendo ciudades y templos.

Por ello, Bayek fue visto en su tierra como un héroe y protector; sin embargo, los cada vez más poderosos griegos ptolomeos le consideraban un inconveniente[1]. Aun así, se mantuvo firme en su misión con la convicción de que los dioses estaban con él, pero con la necesidad de adaptarse a los cambios de un territorio en constante expansión.

En algún punto de la segunda mitad del siglo I a.e.c. hubo un incidente en Siwa que impactó profundamente en Bayek, quien se vio motivado por descubrir y castigar al responsable, un individuo conocido como El Cocodrilo y que estaba relacionado con los altos mandos en Egipto. En esta gran misión descubrió una conspiración mucho mayor en la que estaba involucrado un grupo conocido como la Orden de los Antiguos; pero también se hizo de aliados como Apollodorus, Hotephres y Khenut[2].

Equipo y habilidades

Como guerrero de mediana edad, Bayek poseía una gran resistencia y capacidad para el combate. Llevando siempre consigo un escudo, arco y algún arma cuerpo a cuerpo como khopesh, mazos, lanzas o hachas, llegó incluso a derrotar varios contrincantes en eventos públicos al puro estilo gladiador.

El arma con el que demostraba mayor pericia era el arco, siendo capaz de hacer disparos certeros montando a caballo, en plena caída e incluso disparos múltiples, llegando a las cinco flechas por tiro.

Bayek también era capaz de hacer frente a varios animales oriundos de la zona como hienas, hipopótamos, leones, guepardos y cocodrilos tanto en tierra como en agua. En la cacería encontró una fuente regular de recursos.

Sin embargo, no recurría exclusivamente a la fuerza bruta. Bayek manejaba además tácticas de sigilo siendo capaz de ocultarse entre su entorno y pasar desapercibido en zonas resguardadas. Entre su repertorio había movimientos como el asesinato de cornisa o el aéreo. Para ese tipo de misiones recurría a la hoja oculta, arma con la que se hizo en algún momento de su vida marcando así su afiliación a la Orden de los Asesinos. De hecho, como la gran mayoría de Asesinos, Bayek era capaz de escalar muros, desplazarse mediante carrera libre o parkour e incluso de ejecutar saltos de fe.

Como compañero táctico, el medjay contaba con su águila Senu para sobrevolar aquellas zonas que se encontraban lejos de su alcance visual. Mediante cierto vínculo ambos eran capaces de entenderse, permitiendo a Bayek tener una idea del nivel de los enemigos en determinada misión y así elaborar una estrategia. A su manera, esta era una variante de la vista de águila.

Curiosidades

  • Bayek posee una pequeña cicatriz en el labio superior al igual que Altaïr Ibn-La'Ahad, Ezio Auditore, Aveline de Grandpré y Desmond Miles.
  • El medjay llevaba un cráneo de águila a modo de colgante, el cual desde cierta perspectiva recuerda al logo de los Asesinos.
  • A diferencia de otros Asesinos, la vista de águila de Bayek era más literal ya que provenía del propio animal. Una segunda distinción es que mientras en otros individuos la vista de águila permitía diferenciar a los enemigos y objetivos mediante cierto espectro de color, en el caso de Bayek y Senu solo resaltaban los objetos utilizables y recursos.
  • Bayek carecía del dedo anular izquierdo, justamente en la mano donde llevaba la hoja oculta. Esto recuerda a la amputación realizada por los Asesinos levantinos y españoles para ser dignos de su arma distintiva.

Aparición

Galería

Fuentes y/o referencias

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