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Eraicon-MemoriasEl tema de este artículo aparece en Assassin's Creed


Asesinato fue una representación virtual de una de las memorias genéticas de Altaïr Ibn-La'Ahad, revivida por Desmond Miles en 2012 a través del Animus.

Descripción[]

Altaïr se dirigió a la Barbacana de Jerusalén y entró al almacén de Talal. Después de acabar con los tratantes de esclavos, el Asesino persiguió a Talal, que intentó escapar de la conmoción, y lo asesinó.

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Altaïr podría entrar en la cámara de Malik antes de salir.

  • Malik: ¿A qué vienes, Altaïr? ¿A reconocer tu derrota?
  • Altaïr: A descansar.
  • Malik: ¿Te parece esto el paraíso? ¡No habrá descanso para aquellos que no cumplen con su deber! Termina tu misión.
    Deberías estar asesinando a Talal, no acurrucado en esta casa. Ve y termina tu misión.
    ¿Estás ideando algún plan astuto, Altaïr? ¿Como el del Templo de Salomón?
    Si sigues esperando aquí, Talal acabará muriendo de viejo. No era la idea.
    Estás dando grandes pasos. Oh sí. Hacia atrás.
    Dicen que Talal sigue vivo. Lo que suscita una pregunta: ¿Qué haces aquí?

Altaïr entró en el almacén de Talal, y las puertas se cerraron detrás de él. A medida que avanzaba, se podía ver una figura moviéndose en las sombras, por la ventana en el piso superior.

Talal Assassination 1

Un esclavo en el almacén pidiendo ayuda a Altaïr.

  • Altaïr: ¿Ahora qué, esclavista?
  • Talal: ¡No me llames así! Solo quiero ayudarles. Igual que me ayudaron a mí.
  • Altaïr: Encarcelarlos así, no es ningún favor.
  • Talal: ¿Encarcelarlos? Los mantengo a salvo, mientras se prepara para el viaje que les espera.
  • Altaïr: ¿Qué viaje? Es una vida de esclavitud.
  • Talal: ¡Ja ja! ¡No tienes ni idea! ¡He sido estúpido al traerte! Al creer que tal vez podrías entenderme.
  • Altaïr: ¡Lo entiendo de sobra! ¡Muéstrate ya!

Se abrió una puerta que conducía al almacén y Altaïr la atravesó, pero antes, un esclavo encerrado bajo el suelo le suplico ayuda.

  • Esclavo: ¡Socorro! ¡Sálvame!

Una vez que Altaïr entro al almacén, la puerta se cerró detrás suyo.

  • Talal: ¿Ah, quieres ver al hombre que te ha traído a este lugar?.
  • Altaïr: ¡Tú no me has traído! He venido por mi cuenta.

Talal se echó a reír.

  • Talal: ¿De veras? ¿Quién abrió la puerta, y despejó el camino? ¿Has tenido que usar tu arma contra alguno de mis hombres, eh? No. Todo eso, lo he hecho yo. Ahora, sal a la luz, para que te haga un último favor.

Se abrió una escotilla en el techo, dejando entrar un rayo de luz en la cámara. Altaïr entró en él, justo cuando Talal también salía de las sombras.

  • Talal: Aquí estoy, ya me tienes. ¿Qué quieres ahora?
  • Altaïr: ¡Ven, baja aquí! ¡Arreglemos esto con honor!

Altaïr desenvainó su espada cuando los guardias de Talal lo rodearon.

  • Talal: ¿Por qué has de recurrir siempre a la violencia? No puedo ayudarte. Ya que tú mismo no quieres ayudarte. No permitiré que amenaces mi trabajo. No me dejas otra opción. Debes morir.
AC1 Warehouse ambush

Los hombres de Talal rodeando a Altaïr.

Durante la batalla contra los hombres de Talal, este diría algunas frases.

  • Talal: Así aprenderás a no allanar moradas.
    ¡No perdáis tiempo! ¡Acabad con él!
    ¡Atajo de ineptos! ¿Qué os pasa?
    ¡Matadlo ya!

Altaïr derrotó a los hombres de Talal y subió al nivel superior del almacén. Justo cuando lo hizo, Talal usó otra escotilla para escapar del almacén.

  • Talal: ¡Que no se me acerque!

Talal diría varias frases mientras escapaba.

  • Talal: ¡Moveos!
    ¡Apartaos, fuera!
    ¡Déjame en paz!
    ¡A mí, guardias, socorro!
    ¡Quitad de en medio!
    ¡Moveos!
    ¡Quitaos!

Después de una persecución a través de Jerusalén, Altaïr finalmente alcanzó a Talal y lo asesinó.

  • Altaïr: Ya no tienes dónde huir. Confiesame tus secretos.
  • Talal: Yo ya he cumplido mi parte. La hermandad no es débil, y mi muerte no impedirá que triunfe.
  • Altaïr: ¿Qué hermandad?
  • Talal: Al Mualim no es el único que tiene planes para Tierra Santa. Peor no voy a decir nada más.
  • Altaïr: Entonces se acabó. Pídele perdón a tu dios.
  • Talal: Ya no está con nosotros. Hace mucho que abandono a las personas a las que yo he acogido.
  • Altaïr: ¿Qué quieres decir?
  • Talal: Pobres, putas, adictos, leprosos. ¿Te parece que serían buenos esclavos? No sirven ni para las tareas más humildes. No. Yo los recogí para así salvarlos. Tú en cambio matas, por la simple razón que te lo ordenan.
  • Altaïr: No. Tú vives de la guerra, solo eres un parásito.
  • Talal: Sí, eso es lo que piensa un ignorante como tú. No quieres comprender. Como ninguno de los tuyos. ¿No ves la ironía en todo esto? No, parece que aún no. Pero la verás.

Altaïr escapó de los hombres de Talal y regresó a la casa.

Talal Assassination 7

Altaïr presentando la pluma manchada de sangre a Malik.

  • Malik: ¡Altaïr! ¡Me alegro de verte devuelta! ¿Qué tal ha ido la misión?
  • Altaïr: La he cumplido. Talal está muerto.
  • Malik: Oh, lo sé, lo sé. De hecho, ¡toda la ciudad lo sabe! ¡¿Has olvidado qué significa ser sutil?!
  • Altaïr: Un Asesino hábil hace que su trabajo tenga repercusión.
  • Malik: ¡No! ¡Un Asesino hábil siempre controla su entorno!
  • Altaïr: Podemos discutir los detalles si quieres, Malik, pero el hecho es que he cumplido la misión que me encomendó Al Mualim.
  • Malik: Muy bien. Regresa con el viejo. Veamos por quién se decanta.
  • Altaïr: Tú y yo estamos en el mismo bando, Malik.

Antes de dejar la ciudad, Altaïr volvería a la casa para hablar una última vez con Malik.

  • Altaïr: Malik...
  • Malik: ¿Te has perdido, Altaïr?
  • Altaïr: No. Voy hacia Masyaf.
  • Malik: Entonces sí que te has perdido. Porque aquí no está. Masyaf está al norte, en las montañas. ¿Necesitas un mapa?
  • Altaïr: Hallaré el camino.
  • Malik: Tu presencia aquí sugiere lo contrario.
    Como quieras. Seguro que a Al Mualim no le importa que le falles otra vez.
    Supongo que ya se ha acostumbrado a tu incompetencia.
    Altaïr, no hay razón para que estés aquí. Vuelve a Masyaf. No hagas esperar a Al Mualim.
    ¡Tu indisciplina no tiene limites! ¿Haces lo mismo con todos los jefes locales?
    ¿Es falta de respeto o estupidez lo que te retiene aquí? Vuelve a Masyaf.

Altaïr dejó el casa y se dirigió a Masyaf para informar a Al Mualim.

  • Al Mualim: Entra, Altaïr. Lo has hecho bien. Ya han muerto tres de los nueve, y te doy las gracias por ello. Pero no te duermas en los laureles. Tu tarea solo ha empezado.
  • Altaïr: Estoy a tus ordenes, Maestro.
  • Al Mualim: El rey Ricardo, envalentonado por su victoria en Acre, se dispone a ir al sur, hacia Jerusalén. Salah Al'din debe saberlo.Y por eso ha reunido a sus hombres ante la ciudadela en ruinas de Arsuf.
  • Altaïr: ¿Quieres que mate a los dos? ¿Y malogre su guerra antes de empezar?
  • Al Mualim: No. Sus tropas se dispersarían, y el país quedaría a merced de diez mil guerreros sanguinarios y sin jefe. Faltan muchos días para que se encuentren, y al menos, mientras viajan no combaten. Debes afrontar una amenaza mucho más inmediata. Los hombres que pretenden gobernar en su ausencia.
  • Altaïr: Dame nombres y traeré su cabeza.
Talal Assassination 8

Altaïr hablando con Al Mualim.

  • Al Mualim: Muy bien. Abu'l Nuqoud, el hombre más rico de Damasco. Majd Addin, regente de Jerusalén. Guillermo de Montferrat, el señor de Acre.
  • Altaïr: ¿Cuál es su crimen?
  • Al Mualim: Codicia, arrogancia, matanza de inocentes. Camina entre la gente de las ciudades, para descubrir los pecados de esos hombres. No lo dudes, son un obstáculo para la paz que anhelamos.
  • Altaïr: Entonces morirán.
  • Al Mualim: Se te ha devuelto otro de tus objetos. Cógelo, y asegúrate de usarlo bien. Cuando mates a cada uno de ellos, vuelve para que conozcamos mejor sus planes.

Al Mualim despachó tres palomas mensajeras, una para cada ciudad.

  • Al Mualim: Y Altaïr, ten cuidado. Tus últimos trabajos han alertado a los guardias de la ciudad, y se han vuelto más atentos y suspicaces que antes.

Si Talal fue asesinado antes de Garnier de Naplouse, se produjo un diálogo diferente.

  • Al Mualim: ¿Has tenido éxito, Altaïr?
  • Altaïr: El traficante de esclavos ha muerto.
  • Al Mualim: Las palomas ya me han informado. La guerra es un negocio sucio. Y siempre faltan soldados y mano de obra. Matando a ese hombre has salvado muchas vidas. Sin duda has privado a cruzados y sarracenos de tropas de refresco. Vivimos tiempos terribles, se pone precio a la vida humana, y ni siquiera es un precio alto.
  • Altaïr: Él no lo veía así. Decía que no eran esclavos. Que les estaba ayudando.
  • Al Mualim: ¿Sabes cómo se nota si un hombre está loco?
  • Altaïr: ¿Cuando habla solo, o se da cabezazos?
  • Al Mualim: No. Cuando habla y actúa como si nada de lo que hace estuviera mal.
  • Altaïr: No entiendo bien.
  • Al Mualim: Hay pocos hombres que reconozcan el mal. Lo racionalizan, lo intentan explicar.
  • Altaïr: ¿Me mintió?
  • Al Mualim: Yo no estaba allí. Ni he escuchado sus palabras, pero sí, creo que ese hombre tan solo buscaba una excusa para sus crimines.
  • Altaïr: Pero yo vi a esas personas que iban a ser esclavizadas. Eran gente rara. Viejos, locos, enfermos.
  • Al Mualim: Débiles, sí. No hay mejor forma de crear a un soldado que coger a un hombre roto, reconstruirlo, darle lo que se le ha negado, y prometerle más.
  • Altaïr: Parece un trabajo arduo.
  • Al Mualim: Lo es. Pero a cambio se consigue lealtad. Sabiendo cómo vivían antes, esos hombres no querrían traicionar a su salvador.
  • Altaïr: Una teoría interesante.
  • Al Mualim: ¿Ves? Aún tienes mucho que aprender. Todo el mundo miente. A los demás, a sí mismos. Aprende a penetrar el velo, y descubrirás que nada es verdad. Vete, es hora de que sigas con tu trabajo. Has recuperado un grado, y también una pieza de tu equipo. Hablaremos de nuevo cuando caiga el siguiente.

Tras la conversación con Al Mualim, Altaïr volvería a la casa de Asesinos en Jerusalén.

  • Malik: Gracias, pero Jerusalén está tranquila. Si estás tan desesperado por trabajar ve a molestar a otra ciudad.
    No hay motivo para que estés en Jerusalén, Altaïr.
    ¿Por qué no te vas a otra parte? Lo más lejos posible.
    Deja de insistir. No tengo trabajo para ti. Prueba en otra ciudad.
    Quizá en Damasco o Acre halla trabajo. Por suerte Jerusalén no necesita de tus servicios.

Resultado[]

Altaïr asesinó a Talal y regresó a Masyaf para recibir más instrucciones.

Galería[]

Referencias[]

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