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Eraicon-MemoriasEl tema de este artículo aparece en Assassin's Creed


Asesinato fue una representación virtual de una de las memorias genéticas de Altaïr Ibn-La'Ahad, revivida por Desmond Miles en 2012 a través del Animus.

Descripción[]

Altaïr asistió a la ejecución para asesinar a su objetivo, Majd Addin.

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Antes de salir, Altaïr podría entrar en la cámara de Malik.

  • Malik: Cuéntame, Altaïr. ¿Traes noticias de la muerte de Majd Addin?
  • Altaïr: No. Aún vive.
  • Malik: Te concedo el beneficio de la duda y asumo que tienes un buen motivo para volver. Pero date prisa con tu trabajo.
    Hay vidas colgando de un hilo, hermano. ¿Seguro que es aquí donde debes estar?
    Empiezo a preguntarme si tu éxito con Talal no ha sido... una simple casualidad.
    No olvides a qué has venido aquí, Hermano. Busca tu objetivo y termina con él.
    Te he dicho todo lo que sé. El resto es cosa tuya.
    Tu objetivo no está aquí, Altaïr. ¿A qué has venido?

Altaïr entró en la plaza de ejecución y se mezclo con la multitud. Se escucharon vítores cuando Majd Addin subió al escenario.

  • Majd: ¡Silencio! ¡Os exijo silencio! ¡Pueblo de Jerusalén, escuchadme! ¡Hoy estoy ante vosotros, para haceros una advertencia! ¡Entre vosotros hay hombres descontentos, que siembran la semilla de la sedición, e intentan descarriar vuestra vida! Decidme, ¿es eso lo que queréis? ¿Enfangaros en el engaño y el pecado? ¿Vivir llenos de miedo?
  • Multitud: ¡No! ¡No queremos! ¡Nunca!
  • Majd: ¿Entonces queréis pasar a la acción?
  • Multitud: ¡Lo haremos! ¡Sí! ¡Guíanos!
  • Majd: Vuestra devoción me complace. ¡Este mal debe ser purgado! ¡Solo así podremos redimirnos!

Dos hombres que Altaïr espiaba antes salieron de la multitud y hablaron.

  • [Ahmad: ¡Esto no es justicia!
  • Civil: ¡No tienes derecho a hacer eso! ¿Quién te has creído que eres?
  • Ahmad: ¡Y todos los que estáis ahí, sois cómplices de su crimen!
  • Civil: ¡Que Dios os maldiga!

Los dos hombres cargaron el escenario, pero uno fue baleado por los arqueros. El otro trató de correr, pero fue cortado por un guardia poco después.

Majd Assassination 3

Majd Addin dirigiéndose a la multitud.

  • Majd: ¿Veis cómo el mal de un solo hombre se propaga y corrompe a otros? Ellos quieren infundiros temor e instigar la duda, pero yo, ¡yo os protegeré! ¡Ante vosotros tenéis, a cuatro pecadores! ¡La ramera, el ladrón, el jugador, y el hereje! ¡Haremos que la justicia de Dios caiga sobre todos ellos!

La multitud aplaudió ruidosamente. Cuando Majd Addin se dio la vuelta para dirigirse al primero de los prisioneros, una supuesta prostituta, Altaïr se dirigió hacia el escenario.

  • Majd: ¡Tentación. Sucubo. Zorra! Son muchos los nombres, para un mismo pecado. ¡Ha vuelto la espalda a las enseñanzas... ¡Ha mancillado su cuerpo para mejorar su posición social! Y ha manchado a todos... los hombres que ha tocado!
  • Multitud: ¡Castigala! ¡Que pague! ¡Puta!
  • Mujer: ¡Este hombre miente! ¡No estoy aquí por haber yacido con otros hombres, pues no lo he hecho! Quiere matarme porque no he querido fornicar con él.
  • Majd: ¡Incluso ahora que le ofrezco redención, esta mujer sigue mintiendo! ¡Y rechaza la salvación! ¡Solo hay una forma de resolver esto!

Majd Addin mató a la mujer y se dirigió al jugador.

  • Jugador: ¿Condenado a muerte por un juego de azar? ¡Enséñame dónde está escrito! ¡No es el pecado lo que corrompe esta ciudad, eres tú!
  • Multitud: ¡Qué vergüenza! ¡Debe ser castigado!

Majd Addin mató al jugador y se dirigió al supuesto ladrón.

  • Majd: Este hombre cogió lo que no era suyo. Dinero ganado con el sudor ajeno. Podía haber sido de cualquiera de vosotros. Así que, os ha ofendido a todos. ¿Qué tenéis que decir?
  • Multitud: ¡Vergüenza! ¡Qué vileza! ¡Muerte al ladrón!
  • Hombre: ¡Solo era un simple dinar que encontré en el suelo! ¡Pero él habla como si yo lo hubiera robado de las manos de otro hombre!
  • Majd: ¡Hoy un dinar, mañana un caballo, pasado mañana la vida de otro hombre! El objeto en sí no tiene importancia. Lo primordial es que cogiste algo que no te pertenecía. Si permitiera tu conducta, otros podrían creer que tienen derecho a hacer lo mismo. ¿Dónde acabaríamos?

Majd Addin mató al hombre y se dirigió al Asesino.

  • Majd: Este propaga mentiras y propaganda. Solo piensa en el crimen. Y envenena nuestros pensamientos igual que emponzoña su daga. Vuelve al hermano contra el hermano, y al padre contra el hijo, es el peor enemigo de a cuantos nos enfrentamos.
  • Multitud: ¡Destruye al incrédulo! ¡Mátalo! ¡Degüellalo!
  • Asesino: Matarme no os dará más seguridad. Veo le miedo en vuestros ojos, oigo el temblor en vuestra voz. Estáis asustados porque sabéis que nuestro mensaje no puede ser silenciado. ¡Porque sabéis que no podéis detenernos!

Majd diría algunas frases si Altaïr decidía combatir contra él y sus guardias.

  • Majd: Un hombre de Al Mualim...¡Guardias, matadle!.
    ¡Guardias! ¡Guardias!.
    ¡Guardias, matad al infiel! ¡Rápido!
    ¡Traedme al infiel, debe ser castigado!

En algún momento durante la ejecución, Altaïr asesinó a Majd Addin.

  • Altaïr: Tu tarea ha terminado.
  • Majd: ¡No, no! ¡Acaba de empezar!
  • Altaïr: Dime, ¿Cuál es tu parte en esto? ¿Quieres defenderte como los otros y explicar el motivo de tus crímenes?
  • Majd: Los demás querían la ciudad. Yo quería el poder. Era una... oportunidad.
  • Altaïr: Oportunidad de matar inocentes.
  • Majd: No tan inocentes. La voz disidente corta como el acero. Y perturba el orden. En eso, estoy de acuerdo con mis hermanos.
  • Altaïr: Matabas a otras personas porque no pensaban como tú.
  • Majd: ¡Pues claro que no! ¡Los mataba porque podía! ¡Porque era divertido! ¿Sabes lo que se siente, al poder decidir el destino de otro hombre? ¿Has visto cómo me aclamaba el pueblo? ¿Y qué miedo me tenían? ¡Yo era como un dios! Habrías hecho lo mismo de haber podido. ¡Ese... poder!
  • Altaïr: Antes quizá. Pero he aprendido lo que ocurre a quienes se creen por encima de otros.
  • Majd: ¿Y qué les ocurre?
  • Altaïr: Ahora, te lo enseño.

Altaïr apuñaló a Majd Addin en el cuello con su hoja oculta, matándolo. Luego escapó de la plaza de ejecución y regresó a la casa.

Majd Assassination 7

Altaïr presentando una pluma manchada de sangre a Malik.

  • Altaïr: Jerusalén necesita otro guía.
  • Malik: Eso me han dicho.
  • Altaïr: ¿Qué sucede? ¿Ya no hay palabras de sabiduría? Tal vez he fracasado de forma estrepitosa.
  • Malik: Simplemente has actuado como un hashshashin, ni más, ni menos. El hecho de que esperes alabanzas por cumplir con tu deber me preocupa.
  • Altaïr: Veo que todo lo que hago te preocupa.
  • Malik: Medita sobre ello. Pero hazlo de camino a Masyaf. Tu labor aquí a concluido.

Antes de salir, Altaïr podría entrar en la cámara de Malik.

  • Malik: ¡Altaïr! ¿Qué te trae por aquí?
  • Altaïr: Tengo algo que hacer antes de volver a Masyaf.
  • Malik: ¡Oh! Pues debe de ser importante.
  • Altaïr: ¿Por qué dices eso?
  • Malik: Porque si haces esperar a nuestro Maestro, es por algo importante.

Altaïr dejó la casa y regresó a Masyaf para informar a Al Mualim.

  • Al Mualim: Pasa, Altaïr. ¿Has descansado bien? ¿Estás listo para otra misión?
  • Altaïr: Lo estoy. Pero antes me gustaría.. hacerte unas preguntas.
  • Al Mualim: Adelante. Responderé lo mejor que pueda.
  • Altaïr: El Rey Mercader de Damasco mató a los nobles de la ciudad. En Jerusalén Majd Addin recurría al miedo para subyugar al pueblo. Sospecho que Guillermo quería matar a Ricardo y apoderarse de Acre. Todos ellos debían ayudar a sus superiores, pero decidieron traicionarlos. Lo que no comprendo es por qué.
  • Al Mualim: La respuesta es obvia. Los templarios desean el poder. Cada uno de esos hombres reclamaba su ciudad en nombre del temple, para que los templarios pudiesen gobernar Tierra Santa, y otros lugares. Pero su misión está condenada al fracaso.
  • Altaïr: ¿Por qué?
  • Al Mualim: Sus planes dependen del tesoro templario, el Fruto del Edén. Pero lo tenemos nosotros, y sin él nunca conseguirán sus objetivos.
Almualim-poe-study

Al Mualim mostrando el Fruto del Edén a Altaïr.

  • Altaïr: ¿Qué es ese tesoro?
  • Al Mualim: Es la tentación.
  • Altaïr: Solo es un pedazo de plata.
  • Al Mualim: ¡Míralo bien!

Al Mualim sostuvo el Fruto del Edén ante Altaïr.

  • Altaïr: ¿Qué se supone que debo ver?
  • Al Mualim: Este "pedazo de plata" desterró a Adán y Eva. Convirtió bastones en serpientes, separó las aguas del Mar Rojo. Fue la causa de la Guerra de Troya, sirvió a un humilde carpintero para transformar el agua en vino.
  • Altaïr: Para tener tanto poder parece un objeto normal. ¿Cómo funciona?
  • Al Mualim: El hombre que lo tiene domina las mentes y corazones de todo el que lo mira, o que lo "prueba", como dicen ellos.
  • Altaïr: Los hombres de Garnier.
  • Al Mualim: Un experimento con hierbas para asegurar sus efectos, y prepararse para cuando lo tuvieran.
  • Altaïr: Talal les daba nombres. (sic debería ser "hombres") Y Tamir los equipaba. Se estaban preparando para algo. ¿Para qué?
  • Al Mualim: La guerra.
  • Altaïr: Y los demás, quienes gobernaban las ciudades, pensaban hacer con sus habitantes, lo mismo que hacia Garnier
  • Al Mualim: Ciudadanos perfectos. Soldados perfectos. Un mundo perfecto.
  • Altaïr: Roberto de Sable no debe recuperar el tesoro.
  • Al Mualim: Mientras él y sus hermanos sigan vivos, lo intentarán.
  • Altaïr: Debemos acabar con ellos.
  • Al Mualim: Justo lo que has estado haciendo. Hay dos templarios más que aún requieren tu atención. Uno en Acre, se llama Sibrand. El otro en Damasco, llamado Jubair. Ve a ver a los jefes locales. Ellos te darán instrucciones.

Al Mualim despachó palomas a ambas ciudades.

  • Altaïr: A tus ordenes.
  • Al Mualim: Hazlo rápido. Nuestros éxitos están poniendo nervioso a Roberto de Sable. Sus seguidores harán todo lo que puedan por descubrirte. Saben que les busca un hombre con capucha blanca, así que te estarán esperando.
  • Altaïr: No me encontrarán. Soy un aguja en un pajar.
  • Al Mualim: Toma, esto es para ti. En agradecimiento por lo que has hecho.

Altaïr regresaría a la casa de Asesinos en Jerusalén y tendría una conversación con Malik.

  • Malik: ¿Por qué estás aquí, Altaïr?
  • Altaïr: Pensé que podrías requerir mis servicios.
  • Malik: A menos que traigas una pluma del Maestro, no tengo nada para ti.

Si Majd Addin fue asesinado antes de Abu'l Nuqoud y de Guillermo de Montferrat, se produjo un dialogo diferente.

  • Al Mualim: Ven, Altaïr. Quiero hablar contigo.
  • Altaïr: Te obedezco.
  • Al Mualim: Me he enterado de tus éxitos. Tienes mi gratitud, y también la de esta tierra. Al liberar a las ciudades de esos gobernantes corruptos contribuyes a la causa de la paz.
  • Altaïr: ¿Cómo estás tan seguro?
  • Al Mualim: La forma de actuar de los gobernantes se refleja en el pueblo. Al limpiar la corrupción de las ciudades, también curas los corazones y las mentes de sus habitantes.
  • Altaïr: El enemigo no está de acuerdo.
  • Al Mualim: ¿Qué quieres decir?
Abu'l Assassination 5

Altaïr con Al Mualim en el estudio

  • Altaïr: Todas mis victimas me han confesado cosas muy extrañas. No se arrepienten. Incluso al morir se les ve confiados en su victoria. Aunque no lo han reconocido, hay un vínculo que los une. Estoy seguro.
  • Al Mualim: Hay una diferencia entre lo que nos dicen que es verdad, y lo que vemos que es verdad. La mayoría prefiere prescindir de esa diferencia. Así todo es más sencillo. Es natural que te fijes, y te hagas preguntas.
  • Altaïr: ¿Y qué vínculos hay entre esos hombres?
  • Al Mualim: Piensa en ello. También es tu deber reprimir esos pensamientos, y confiar en tu Maestro. Pues no puede existir la paz sin el orden. Ni el orden sin la autoridad.
  • Altaïr: ¡Es contradictorio, Maestro! Me aconsejas que me fije en todo, y después que lo olvide. ¿Por qué?
  • Al Mualim: Tendrás tu respuesta cuando ya no necesites hacer la pregunta.
  • Altaïr: Supongo que no me has llamado solo para aleccionarme.

Al Mualim se río.

  • Al Mualim: Está bien. Has recuperado otro grado y otro arma. Quedan dos gobernantes. Debes asegurarte de poner fin a sus mandatos.

Si Majd Addin fue el segundo objetivo asesinado en el bloque de memoria, se produjo un dialogo diferente.

  • Al Mualim: Ven, Altaïr. Ya me he enterado de tus éxitos.
  • Altaïr: He cumplido tus órdenes.
  • Al Mualim: Bien, bien. Te noto raro, como ausente. ¿Qué te pasa?
  • Altaïr: Cada hombre al que mato me habla con enigmas. Después cuando vengo a pedirte respuestas, me contestas con misterios y acertijos. ¡Se acabó!
  • Al Mualim: ¿Cómo te atreves a decir "se acabó"?
  • Altaïr: Yo soy el que lo matas. ¡Si quieres que siga, tendrás que hablarme claro de una vez!
  • Al Mualim: Ten cuidado, muchacho. No me gusta ese tono.
  • Altaïr: ¡Y a mí no me gusta que me engañen!
  • Al Mualim: Te he dado la oportunidad de recuperar el honor perdido.
  • Altaïr: ¡Más bien, arrebatado! ¡Por ti! ¡Y ahora me mandas a buscarlo como un perro detrás de un hueso!

Al Mualim tomó la espada que estaba sobre su escritorio.

  • Al Mualim: ¡Pues tendré que buscar a otro! Qué lástima, tenías un gran potencial.
  • Altaïr: Si tuvieras a otro Asesino, ya lo habrías mandado a él. Dijiste que encontraría la respuesta cuando no necesitara hacer la pregunta. No te pregunto. ¡Exijo saber qué relación hay entre esos hombres!
  • Al Mualim: Lo que dices es cierto. Esos hombres están unidos, por un juramento de sangre como el nuestro.

Al Mualim colocó la espada sobre el escritorio.

  • Altaïr: ¡¿Qué son?!
  • Al Mualim: Non nobis Domine, non nobis.
  • Altaïr: Templarios.
  • Al Mualim: Ahora por fin comprendes el poder de Roberto de Sable.
  • Altaïr: Todos esos hombres, gobernantes, generales.
  • Al Mualim: Todos han jurado servir su causa.
  • Altaïr: Sus actos individuales no tienen sentido. Pero en conjunto. ¿Qué es lo que buscan?
  • Al Mualim: ¡Conquistar! ¡Quieren la Tierra Santa, pero no en nombre de Dios, sino para ellos mismos!
  • Altaïr: ¿Qué pasa con Ricardo? ¿Y Salah Al'din?
  • Al Mualim: Los templarios destruirán a todo el que se les oponga. Puedes estar seguro de que tienen medios para hacerlo.
  • Altaïr: Entonces hay que detenerlos.
  • Al Mualim: Esa es nuestra misión, Altaïr. Hay que liberar al mundo de esa lacra.
  • Altaïr: ¿Por qué me has ocultado la verdad?
  • Al Mualim: Quería que tú mismo la descubrieras. En toda tarea, el conocimiento precede a la acción. La información adquirida, es mucho más valiosa que la recibida. Además, tu conducta reciente no me inspiraba mucha confianza.
  • Altaïr: Ya veo.
William Assassination 8

Altaïr discutiendo con Al Mualim.

  • Al Mualim: Altaïr, tu misión no ha cambiado. Solo ha cambiado el contexto en el que la percibes.
  • Altaïr: Armado con ese conocimiento, comprenderé mejor los templarios que quedan.
  • Al Mualim: ¿Hay algo más que quieras saber?
  • Altaïr: El tesoro que Malik halló en el Templo de Salomón. Roberto estaba ansioso por recuperarlo.
  • Al Mualim: A su debido tiempo lo sabrás todo, Altaïr. Igual que has descubierto por ti solo el papel de los templarios, comprenderás la naturaleza de su tesoro. Por ahora, anímate pensando que no está en su poder, sino en el nuestro.
  • Altaïr: Si ese es tu deseo.
  • Al Mualim: Lo es. Se te ha devuelto otro grado, y también un arma más. Úsala para honrar a la hermandad.

Cuando Altaïr estaba a punto de irse, Al Mualim lo detuvo.

  • Al Mualim: Altaïr, antes de irte.
  • Altaïr: ¿Sí?
  • Al Mualim: ¿Cómo sabías que no iba a matarte?
  • Altaïr: La verdad, Maestro, es que no lo sabía. Ha sido un acto de fe.

Resultado[]

Altaïr asesinó a Majd Addin y regresó a Masyaf para recibir más instrucciones.

Galería[]

Curiosidades[]

  • Si se ejecuta al Asesino, Altaïr perdería lentamente barras de sincronización hasta que asesine a Majd Addin, o se desincronice. A medida que Altaïr va perdiendo sincronización, Majd Addin diría lo siguiente: "La ley se ha cumplido. Pero aún no estamos libres de pecado. Así que os digo: vigilaos a vosotros mismos y también a los demás. ¡Seguid firmes en vuestra fe! ¡Juntos restauraremos la justicia en esta tierra!"

Referencias[]

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