Los asaltantes eran un grupo de individuos conocidos por saquear las catacumbas de Saint-Denis durante la Revolución Francesa. Fueron conducidos por el capitán Philippe Rose, quien trabajaba para Napoleón Bonaparte para recuperar la Cabeza de Saint Denis. Este grupo de individuos era cobarde, sin embargo podían ser peligrosos si se les enfrentaba en grupos ya que solían arrojar granadas para herir o desorientar a los enemigos. Sin embargo, si uno lograba matar al líder, todos los atacantes que presenciaron la muerte perderían valor inmediatamente y huirían.