- «¿Será cierto que eres tan letal como dicen la leyendas? ¡¿O es que tengo a un montón de borrachos inútiles a mis órdenes?!»
- ―Leandros se encuentra con Ezio Auditore da Firenze, 1511.[fte]
Leandros (¿?-1511) era un miembro del Rito Bizantino de la Orden Templaria, y el capitán de un regimiento encargado de abrir la puerta de la biblioteca de Altaïr Ibn-La'Ahad debajo del castillo de Masyaf.
Biografía[]
Buscando en Masyaf[]
Desde al menos 1510, las fuerzas Templarias de Leandros habían gobernado la ciudad siria de Masyaf, la sede histórica de la Hermandad de Asesinos levantinos, después de encontrarse con el diario de Niccolò Polo, "La Cruzada Secreta". De él, se enteraron de la biblioteca oculta del Mentor Altaïr Ibn-La'Ahad y de las llaves necesarias para abrirla.
Después de un año de búsqueda en la fortaleza, finalmente descubrieron su entrada, pero incluso después de tres meses de intentos de excavación para abrir la puerta, Leandros y sus hombres finalmente no tuvieron éxito.
En 1511, Ezio Auditore da Firenze también viajó a la ciudad en busca de la biblioteca, pero desconocía el ejército Templario que la ocupaba. Después de sorprenderlo con una flecha en el hombro derecho, los soldados de Leandros lo atacaron con gran fuerza, aunque el propio Leandros solo observó la batalla desde arriba.
A pesar de sufrir muchas pérdidas, sus tropas finalmente lograron capturar al Asesino, después de romper una de sus Hojas ocultas y arrinconarlo con sus armas.
Después de esto, las fuerzas de Leandros llevaron al Asesino a la torre de vigilancia del castillo para ser ejecutado colgando, mientras Leandros se aseguraba de atar personalmente el lazo alrededor del cuello de Ezio. Sin embargo, tan pronto como lo hizo, Ezio se abalanzó sobre él y logró enrollar la cuerda alrededor del cuello de su posible verdugo.
Leandros dando órdenes a sus hombres
Ezio luego saltó de la tabla en la que estaba parado, apretando el nudo alrededor de la garganta de Leandros y obligando a sus soldados a cortar la cuerda. Una vez que se recuperó del intento de estrangulamiento, Leandros ordenó enojado a sus hombres que persiguieran a Ezio, que había aterrizado a salvo y escapó por el exterior de la torre.
Poco después, Leandros salió de Masyaf en carruaje, aunque Ezio pronto lo alcanzó y se abalanzó sobre su carreta, agarrándose de una cuerda detrás de él y siendo arrastrado por el suelo. Después de varios intentos de tratar de tirar al Asesino, Leandros finalmente se rindió, saltando al carruaje de uno de sus soldados que viajaba junto a él, antes de tirar al desafortunado conductor del asiento.
Leandros huyendo en carruaje
Recuperándose de la fricción y logrando tirarse hacia atrás, Ezio tomó el control del carruaje anterior de Leandros y continuó la persecución. Finalmente, mientras ambos luchaban por su posición en un estrecho sendero de montaña, Leandros logró superar a Ezio y deslizarse junto a él.
Por orden del capitán Templario, un guardia arrojó una bomba debajo del carruaje de Ezio, impulsándolo fuera del carro y llevándolo al borde del acantilado con la explosión. Sin embargo, justo cuando Leandros ordenó a sus hombres que protegieran el camino de cualquier intruso, el gravemente herido Ezio logró escalar el acantilado y enfrentar a los soldados nuevamente.
Al ver que el Asesino estaba herido, Leandros ordenó a sus hombres que le llevaran la cabeza o "se arrojaran al cañón", antes de dirigirse a la aldea.
Muerte[]
Sin que Leandros lo supiera, Ezio superó a sus hombres y lo persiguió silenciosamente a través de la aldea, usando su vista de águila para seguir el rastro de Leandros. Finalmente, Leandros se dirigió a una fortaleza, momento en el cual Ezio se reveló.
Después de burlarse de Ezio, Leandros se jactó de que no había ningún lugar para que él corriera, a lo que Ezio simplemente respondió que ninguno de los dos tendría la oportunidad de escapar, antes de cortar la cadena que mantenía abierto el rastrillo y bloquear los refuerzos de Leandros para ayudarlo.
Ezio asesinando a Leandros
A partir de ahí, Leandros huyó por una torre, con Ezio en una persecución cercana. Después de atravesar la guarnición, Ezio llegó a la cima, donde Leandros lo esperaba. Leandros luego le preguntó a Ezio qué se necesitaría para matarlo, lo que Ezio rechazó, antes de golpear al Templario y apuñalarlo con su Hoja oculta.
Mientras Leandros yacía moribundo, reveló que sus compañeros Templarios ya se estaban acercando a las llaves de Masyaf, con las que podrían encontrar la ubicación del Gran Templo. Una vez que Leandros respiró por última vez, Ezio recuperó el diario de Niccolò Polo de su cuerpo.
Apariciones[]
- Assassin's Creed: Revelations (primera aparición)
- Novela de Assassin's Creed: Revelations
Galería[]
Fuentes[]
- Artbook de Assassin's Creed: Revelations
- Assassin's Creed: The Encyclopedia
Notas y referencias[]