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«¡Me ataca un nuevo enemigo! Y temo no resistir.»
―Washington a Connor Kenway, refiriéndose al Fruto del Edén 3.
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El Fruto del Edén #3, también llamado Fragmento del Edén 3, es uno de los Fragmentos del Edén, objetos de gran poder creados por la Primera Civilización con el fin de controlar y mantener sumisa a la humanidad.

Portadores a lo largo de la historia[]

Historia[]

Era Isu / Prehistoria[]

Creado en algún momento antes de la Guerra Humano-Isu, el Fruto del Edén 3 era usado principalmente para mantener a los humanos, esclavos de la Primera Civilización, bajo control. Sin embargo, luego de la Catástrofe de Toba los precursores resultaron inmensamente mermados en cantidad y poco a poco su especie fue desapareciendo, y con ello los Fragmentos del Edén quedaron abandonados alrededor del mundo.

Siglo XVIII[]

George Washington[]

A pesar de ello, el Fruto fue encontrado por los francmasones en algún momento previo o durante la Revolución de las Trece Colonias y lo trajeron desde Gran Bretaña. Cuando sucedió el Asedio de Yorktown, el comandante George Washington encontró el artefacto entre las pertenencias de un oficial británico y, atraído por su extrañeza, se lo quedó. Curiosamente, Washington no lograría recordar el rostro de aquel oficial[2].

Washington muestra el Fruto a Connor

Washington mostrando el Fruto a Connor.

Washington se vio poco a poco asediado por visiones en las que aparecía como monarca y gobernante absoluto de los Estados Unidos, generando aún más dudas e inestabilidad en él. En un intento por aplacar su desconcierto, visitó al Asesino Connor Kenway en la Frontera y le pidió ayuda. Tras explicar sus visiones, Washington sacó el Fruto ante un intrigado Ratohnhaké:ton que preguntó cómo había obtenido aquel artefacto. Tras explicar la historia del oficial británico, Washington, desconfiando, dejó al Asesino tocar el Fruto y ambos presenciaron las visiones a las que se refería.

Se trataba de una realidad alterna en la que, efectivamente, Washington ejercía como rey de los Estados Unidos de América. Sin embargo, corrompido por el poder del Fruto, este se había convertido en un gobernante cruel que aplastaba sin dudar a cualquiera que se rebelara contra su autoridad. Por su parte, un Ratohnhaké:ton que no se había unido oficialmente a la hermandad lideró, junto con otros rebeldes y fuerzas británicas, una revolución que derrocó al rey loco en Nueva York y que culminó con un enfrentamiento entre ambos, resultando victorioso Ratohnhaké:ton[2].

Washington entrega el Fruto

Washington entregando el Fruto a Connor.

Cuando la visión terminó, la incomodidad entre el comandante y el Asesino era evidente. Visiblemente alterado, Washington entregó el Fruto a Connor y le ordenó lanzarlo a las profundidades del mar.

Ratonhnhaké:ton[]

Connor obedeció y, a bordo de la Aquila, llevó el Fruto al océano y dentro de una bolsa lo lanzó a las aguas. Paralelamente, en su oficina Washington fue sorprendido por un misterioso hombre que intentó persuadirle de que la situación del país mejoraría si un hombre como él fuese nombrado rey. A pesar de ello Washington resistió la tentación del poder y se opuso a aquella idea.

Connor a punto de soltar el Fruto

Connor a punto de soltar el Fruto del Edén 3.

Justo en el momento en que Connor lanzó el artefacto al mar, el hombre frente a Washington desapareció. Se había tratado de una ilusión del Fruto[2].

Siglo XX[]

Roosevelt[]

Muchos años después, alrededor de 1944, el presidente Franklin D. Roosevelt se encontraba en posesión del Fruto del Edén 3[1]. Durante ese periodo Roosevelt y otros líderes como Churchill, Hitler y Stalin fueron manipulados por la Orden de los Templarios para iniciar la Segunda Guerra Mundial[4].

Kennedy[]

En 1963 el Fruto estaba en poder de John F. Kennedy, también presidente de los Estados Unidos. Kennedy se había convertido en un blanco de los templarios debido a que sus políticas afectaban sus intereses por lo que maquinaron su muerte. Ese mismo año, Kennedy recibió un disparo de Lee Harvey Oswald y en medio del alboroto el agente William Greer, que había sido "entrenado" mediante otro artefacto, tomó el Fruto presidencial[5].

Los Asesinos[]

William Greer[]

Pero, aunque la muerte de JFK había sido orquestada por la orden, un interés aparte se valió de sus planes. Boris Pash, líder de la Unidad Bloodstone, sembró a sus propios agentes haciéndolos pasar por agentes templarios. Por eso Greer, que supuestamente debía llevar el Fruto con Abstergo, en realidad iba a reunirse con el coronel[3].

Aprovechando el pánico, el conductor del vehículo presidencial se escabullía en un callejón. Ya a solas, contempló su botín. "¡Bravo, agente Greer!", exclamó desde arriba Alekseï Gavrani. Mientras este bajaba de un salto, su antiguo camarada explicó que había tomado el artefacto para llevarlo a un lugar seguro pero Gavrani, con una sonrisa socarrona, le estampó un golpe rompiéndole la nariz. No solo sabía que estaba mintiendo sino que su reacción ante los disparos, demasiado coordinada, le recordó a las misiones de la Unidad Bloodstone.

William Greer arrinconado

Gavrani arrebatando el Fruto a William Greer.

Tomando el Fruto, el Asesino pidió respuestas, quería saber por qué Boris Pash buscaba otro Fruto del Edén. Pero Greer, enfurecido, se levantó de un salto mostrando su hoja oculta. Sin mucho esfuerzo, Gavrani desvió su ataque y le rompió el brazo.

Volvió a formular la pregunta, advirtiéndole que si seguía las órdenes del coronel se volvería un monstruo. Pero William solo respondió con un insulto[3].

Alekseï Gavrani[]

En una cafetería, un hombre se encontraba solo. Encapuchado, Gavrani se sentó a su lado y le entregó el artefacto. Habiendo confirmado que Pash estaba maquinando algo, quedaba decidir el siguiente paso.

Aunque cada célula era independiente y solo el Mentor podía ordenar un castigo interno, debían actuar ya. Las acciones del coronel y sus hombres estaban agitando el clima internacional, mucho más después de la muerte de Ngô Đình Diệm. Por tanto, quedaba en ellos actuar incluso sin el permiso de la hermandad. Bill entonces señaló a Gavrani que debía tomar el manto del agente QJ/WIN una vez más[3].

Curiosidades[]

  • Aunque es una característica común de los Frutos del Edén el crear ilusiones, este en particular parece tener la habilidad de poder hacerlo incluso sin la voluntad del portador. Cuando Connor Kenway estuvo a punto de lanzarlo a las aguas del océano en 1783, el artefacto proyectó una ilusión dirigida precisamente a Washington a pesar de que este se encontraba en un lugar distinto. Solo cuando el Fruto cayó en medio del mar, tales visiones se detuvieron.
  • En el glifo 03 (Descendientes) de Assassin's Creed II, Clay Kaczmarek se refirió al Fruto del Edén 3 con esta frase: "(Roosevelt) La llevaba con él. Era su herencia"[1]. Ello implica que en algún momento el artefacto pasó a pertenecer exclusivamente a los presidentes de Estados Unidos, al menos hasta antes de la muerte de Kennedy.

Apariciones[]

Galería[]

Fuentes y/o referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 Assassin's Creed II - Glifo 03: Descendientes
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 Assassin's Creed III: La tiranía del rey Washington
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 Assassin's Creed: Bloodstone - Volumen 1
  4. Assassin's Creed II - Glifo 17: El búnker
  5. Assassin's Creed II - Glifo 09: Triplete
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