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«Un buen hombre que vivió tal como murió: con honor.»
Un Asesino desconocido sobre Umar Ibn-La'Ahad, 1189[fte]

Umar Ibn-La'Ahad (¿? - 1176) fue un Maestro Asesino que vivió durante la Edad Media, conocido entre los suyos no solo por su honor y labores, sino por ser el padre del legendario Mentor de los Asesinos Levantinos Altaïr Ibn-La'Ahad y un ancestro de Desmond Miles por vía materna. Ante la muerte de Maud, madre del joven, Umar se vio obligado a criar a Altaïr solo durante los primeros once años de su vida. Frente al ataque de los sarracenos a Masyaf en agosto de 1176, Ibn-La'Ahad fue enviado por el Mentor Rashid ad-Din Sinan a dejar una pluma en la tienda de campaña del caudillo Salah Al'din, junto a una carta de amenaza.

En su misión, el Maestro Asesino dio muerte a un general sarraceno tras ser descubierto, aunque regresó a Masyaf sano y salvo. No obstante, los sarracenos se presentaron al día siguiente, amenazando con matar al espía Asesino Ahmad Sofian—y así vengar la muerte del general—y continuar con el asedio. Ibn-La'Ahad intercambió su vida por la de Sofian, lo que detuvo el conflicto y liberó al espía de sus captores, aunque su decapitación se llevó a cabo delante de su propio hijo. Años más tarde, sería recordado como un honorable Asesino, y su sacrificio terminó provocando el suicidio del arrepentido Sofian.

Biografía[]

«¡Deteneos! Yo soy Umar Ibn-La'Ahad. Es mi vida la que deberíais tomar.»
―Umar Ibn-La'Ahad se sacrifica[fte]

Umar Ibn-La'Ahad fue un hombre procedente de la cultura musulmana,[1] que nació en el seno de los Asesinos Levantinos durante la Edad Media.[3] En algún momento, Ibn-La'Ahad conoció a una mujer cristiana, Maud, y él la dejó embarazada de un varón. El 11 de enero de 1165, nació el niño en la fortaleza Asesina de Masyaf, y lo llamaron Altaïr; a causa de complicaciones en el parto, Maud murió, lo que dejó a Ibn-La'Ahad criando solo a su único hijo.[1] Siguiendo la interpretación del Credo del Asesino contemporánea, Ibn-La'Ahad no mostró sentimientos en la infancia de su hijo, negándose a crear un vínculo afectivo con él.[4]

Padre e hijo residieron en una misma habitación en el castillo de Masyaf, donde Umar solía leer pergaminos en silencio, aparte de regañar a su hijo cuando llegaba por la noche y lo encontraba despierto. Las acciones de Ibn-La'Ahad le valieron para alcanzar el rango de maestro Asesino en algún punto antes de 1176. El mentor Rashid ad-Din Sinan, también conocido como Al Mualim, ordenó el asesinato del caudillo de Egipto y Siria Salah Al'din, llegando a suceder dos atentados fallidos. Como represalia, el líder de los sarracenos llevó a sus fuerzas a las puertas de Masyaf en agosto de 1176, dando inicio a un asedio.[2]

Al Mualim 2

Al Mualim, Mentor de los Asesinos, fue quien encargó a Ibn-La'Ahad su última misión.

Al Mualim convocó a los maestros para discutir la situación, negándose a los planes de asesinato de Faheem al-Sayf, sabiendo que la muerte de Salah Al'din daría vía libre a los cruzados para tomar Tierra Santa. En su lugar, el mentor optó por enviar a Ibn-La'Ahad al campamento, y dejar en la tienda del sultán una carta clavada con una daga y una pluma. Usando información facilitada por el espía Ahmad Sofian, el maestro Asesino pudo infiltrarse en el perímetro durante la noche, evitando a los guardias y localizando la tienda de campaña del caudillo, ignorando a las que servían de señuelo. Ibn-La'Ahad se las ingenió para librarse de una trampa consistente en polvos de tiza y ceniza, lo que despertaría a Salah Al'din, y pudo entrar en la tienda sin ser detectado. Allí, dejó la pluma, y terminó clavando en el camastro del sarraceno la carta.[2]

No obstante, Salah Al'din descubrió al maestro Asesino y dio la alarma. Ibn-La'Ahad escapó del campamento evitando enfrentamientos, tan solo matando a un general en su camino, para después regresar al castillo con objeto de hablar con su mentor a primera hora de la mañana. Ibn-La'Ahad explicó la situación sin omitir detalles, algo que dejó a Sinan satisfecho, a pesar de haber tenido otra opción. Por suerte, Salah Al'din se retiró de Masyaf y dejó a su tío Shihab Al'din al mando, buscando una tregua con los Asesinos. Ibn-La'Ahad estuvo presente durante este acontecimiento, permaneciendo de pie al lado de Al Mualim en la torre de vigilancia.[2]

Shihab Al'din decretó, por medio de un siervo suyo, que las hostilidades cesarían con una tregua sin se acataban sus órdenes; en caso contrario, los ejércitos continuarían el asedio y los Asesinos morirían de hambre. Sinan aceptó el tratado, pero los sarracenos aclararon una última cuestión, debían de entregar la cabeza del hombre que mató al general. Al Mualim cambió de opinión afirmando que no entregaría la vida de sus hombres, pese a las insistencias de Ibn-La'Ahad, quien opinaba que su vida era menos importante que la de la Orden. El emisario añadió que el espía Ahmad Sofian había sido capturado, cuya vida, y la posibilidad de la alianza dependía del sacrificio del homicida. El maestro Asesino siguió rogando a Al Mualim por entregarse, y finalmente se lo permitió cuando Shihab Al'din reveló que conocía su nombre.[2]

Ibn-La'Ahad se asomó a una de las plataformas que colgaban de la torre, dándose a conocer ante los sarracenos y asumiendo la responsabilidad de su acto cometido la noche anterior. Antes de entregarse, le pidió al mentor que criase a Altaïr y lo tomase como su novicio. Con esto, Ibn-La'Ahad salió por la puerta principal intentando ignorar los gritos de su hijo reclamando su presencia, a la vaz que pretendía no llorar, y cambió su puesto por el de Sofian, al que intentó consolar en vano. Mirando al cielo por última vez, fue decapitado delante de todos los sarracenos y Asesinos, entre ellos su propio hijo.[2]

Legado[]

«Ocupas el lugar de tu padre como si lo hubieran hecho a tu medida.»
―Al Mualim a Altaïr Ibn-La'Ahad[fte]

El cadáver de Ibn-La'Ahad fue dejado atrás por los sarracenos, que los Asesinos recogieron más tarde. Arrepentido de haber intercambiado su vida, Ahmad Sofian se suicidó delante de Altaïr dos días después, pensando que esto restauraría su honor, aunque a los ojos de los demás Asesinos era lo contrario.[2]

AltaïrAlMualim1183

Al Mualim habla con Altaïr sobre su padre.

Los Asesinos recordaron a Ibn-La'Ahad en las décadas siguientes, teniéndolo en mente como un hombre honorable y un Asesino ejemplar. Al Mualim llegaría a decir que Altaïr, a sus veinticuatro años, era la viva imagen de su padre, y que era digno de su orgullo.[3]

El joven Altaïr, sin embargo, no sintió nada ante la muerte de su padre,[4] y lo recordó más como un Asesino que como su progenitor. Además, el único hijo de Umar llegaría a convertirse en Mentor, uno de los más notables de la historia de la Orden. El linaje de Umar Ibn-La'Ahad continuó a través de su nieto Sef Ibn-La'Ahad—benjamín de Altaïr—, y seguiría a través de una de sus hijas[3] hasta llegar a una Asesina y a su hijo, Desmond Miles, en el siglo XXI.[5]

Personalidad y rasgos[]

«No lo conocí muy bien como padre. Era, en primer lugar, un Asesino.»
―Altaïr Ibn-La'Ahad sobre su padre[fte]

Umar Ibn-La'Ahad era, según se decía, muy similar en aspecto a su hijo, de tal forma que parecían la misma persona cuando Altaïr llegó a su edad adulta.[3] El maestro Asesino era un hombre dedicado a su causa, que no negó en cumplir las órdenes que se le daban, buscando siempre el mayor beneficio para su hermandad. Cuando mató al general sarraceno en el campamento, fue porque actuó sin pensar y creyó que no tenía otra salida; este error le sería motivo suficiente para afrontar las consecuencias de sus actos, cosa que se traducía como intercambiar su vida por la de Ahmad Sofian.[2]

En cuanto a su relación con su hijo, se intentaba mostrar distante sin desvelar sus sentimientos, e incluso Altaïr nunca supo cómo se encontraba. A su muerte, el hijo no sintió pesadumbre,[4] pero insultó a Sofian por haber delatado a Ibn-La'Ahad. Cuando su hijo lo llamaba antes de la ejecución, el maestro Asesino fingió no oír nada, aunque no pudo evitar llorar.[2]

Entre bastidores[]

La primera mención de Umar Ibn-La'Ahad fue en el videojuego de 2009 Assassin's Creed II, siendo mencionado en el códice de su hijo Altaïr sin recibir un nombre específico. Los datos más importantes sobre su vida, así como su nombre, se revelaron en la novela de 2011 Assassin's Creed: La Cruzada Secreta.

Apariciones[]

Fuentes[]

Notas y referencias[]

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