- «Familia. Honor. Todo eso no es nada al lado de la Orden Templaria, única fuente de luz en un mundo en tinieblas.»
- ―Albert Bolden a Darius Gift, 1927.
Albert "Albie" Bolden (1893 - ¿?), más conocido como el "Cruz Negra", fue un agente templario activo en el siglo XX. Haciéndose pasar como trompetista de la banda Albie Bolden and the Harlem Hot Steppers, viajó por todo el mundo para cumplir con las misiones encomendadas por el Círculo Interno.
Durante su período como Cruz Negra, Bolden se encargó de mantener bajo control a los Grandes Maestres y eliminar cualquier rastro de corrupción contrario al código templario. Asimismo, tuvo oportunidad de acabar con células Asesinas.
Albert desapareció súbitamente en 1927, luego de una misión en Shanghái. Sin embargo, contrario a lo esperado, sobrevivió.
Solo cuando se percató de que alguien estaba buscando el Koh-i-Noor dejó su exilio voluntario, huyendo constantemente durante nueve años. Finalmente perdió el artefacto y tuvo que viajar hasta España, que estaba afrontando una guerra civil, para recuperarlo.
Albert Bolden fue el último Cruz Negra hasta el año 2016, cuando Otso Berg tomó el manto en secreto para enfrentar a los Instrumentos de la Primera Voluntad.
Biografía[]
Vida previa[]
Nacido en una familia ligada a la Orden Templaria desde antaño, Albert se enlistó en el ejército estadounidense durante la Primera Guerra Mundial y formó parte de los guerreros del infierno de Harlem, un pelotón formado por soldados de color.
Para ese entonces, ya era padre de una niña. Pero de pronto, mientras luchaba en las trincheras, una explosión lo alcanzó. Herido y aturdido, Bolden vio una imagen que lo marcaría para siempre: una cruz en el cielo[1].
Vida como templario[]
El Cruz Negra[]
Misión en Inglaterra[]
En febrero de 1927, Albert fue enviado a Londres para eliminar al Gran Maestre del rito británico Thaddeus Gift, quien estaba desviando fondos de la orden para su propio beneficio[2].
Una noche, en el Café de Paris, Gift se encontró con un hombre que le debía dinero llamado Whitwell. Mientras tanto, la banda de Albie Bolden ofrecía un concierto de jazz para disfrute del público.
Como Withwell no había conseguido reunir el dinero acordado, el Gran Maestre le dio un plazo de tres días a cambio de pasar la noche con su esposa y recibir 15% más de intereses. El asustado hombre no tuvo más opción que obedecer y tímidamente llamó a su mujer. Al mismo tiempo, una camarera se acercaba a Thaddeus para entregarle un mensaje.
La sonrisa se borró de su rostro cuando comprobó que se trataba de una cartilla en blanco, con un solo símbolo en el centro: una cruz negra. El miedo se apoderó de él, intentó buscar al responsable pero no pudo ver nada, y entonces echó a correr justo cuando Whitwell iba a presentarle a Melissa[2].
A punta de gritos, el templario ordenó a su chofer arrancar cuanto antes y llevarlo a su oficina; pero a mitad de camino cambió de parecer y prefirió ir a casa. La velocidad del coche no sirvió de nada pues de pronto una cadena atravesó el techo y lo alzó por los aires.
Thaddeus, decidido a salvar su pellejo, sacó un arma y disparó. La cadena se soltó dejándolo caer contra el pavimento, lo que él aprovechó para dirigirse a una cabina telefónica y llamar a su hijo Darius. Pero aunque este contestó no hubo tiempo para hablar, el Cruz Negra se acercaba a paso firme al tiempo que una cortina de humo inundaba el lugar.
Mientras este lo tomaba del cuello y le recordaba sus crímenes, el Gran Maestre admitió que había hecho todo para apoyar a su hijo. Intentó convencerlo de que los ideales de la orden eran fútiles, intentó sobornarlo, pero el Cruz Negra iba a cumplir su misión. Con su alfiler cortó la garganta del sujeto y le arrancó el dedo anular, para luego desaparecer[2].
Misión en China[]
La Gran Muralla[]
Un mes después, Bolden se encontraba en la provincia de Zhejiang. Su misión: eliminar a Yuri Dolinsky, un templario ruso que había traicionado a la orden al usar un tren blindado en contra de Chiang Kai-shek, el general elegido por los templarios para dirigir China[3].
Luego de colocar un carro lleno de dinamita, el agente esperó la llegada del tren. Segundos después, una explosión tremenda sorprendió a los rusos, lo que el Cruz Negra aprovechó para colarse y neutralizar enemigos.
Sentado en una habitación contigua, Dolinsky esperaba armado con una espada. Antes de luchar confesó que dio la espalda a la orden por la muerte de su padre años atrás, pero a su verdugo no le importaban sus razones. Entonces comenzó el enfrentamiento.
Yuri demostró ser un diestro espadachín, llegando a superar al Cruz Negra. Sin embargo, ignoró que el tren había sido puesto en reversa por lo que perdió estabilidad y cayó a merced de su rival. Acto seguido, Bolden cumplió su trabajo.
Poco después las tropas de Chiang Kai-shek abordaron el tren y encontraron el cuerpo inerte de Dolinsky. Con la "Gran Muralla" fuera, el "Generalísimo" tenía el camino libre para tomar Shanghái[3].
Darius Gift[]
En abril, el joven Darius Gift fue enviado a Shanghái para entregar una caja al general Chiang. Mientras se hallaba bebiendo tras la barra de un club, Albert Bolden tocaba con sus chicos y en silencio observaba. Rato después, Darius descubrió que una mujer había escapado con su maletín y salió a buscarla solo para ser interceptado por dos franceses[4].
Acusándolo de ser el Cruz Negra, los matones arrinconaron al chico hasta que el verdadero Cruz Negra entró en escena. Con su cadena jaló a uno de ellos hasta una azotea, pero producto de un forcejeo este resbaló y cayó estrellándose contra un automóvil. El otro sujeto huyó corriendo.
Una vez en el suelo, el agente inspeccionó el cuerpo. Metros más allá, yacía sin vida el hombre que debía conducir a Darius al campamento del general; aunque por el tipo de bala usado se descartó la hipótesis de que fuera obra de los Asesinos. Bolden no prestó atención a su acompañante hasta que oyó su nombre, descubriendo entonces que se trataba del hijo de Thaddeus Gift[4].
El Cruz Negra, consciente de que la misión de Darius provenía del Círculo Interno, prometió descubrir el paradero de la caja y devolvérsela. Antes de poder preguntar cómo, el joven ya se encontraba solo.
Visitando al rito de Shanghái[]
En un edificio, los jefes del rito de Shanghái se reunieron para discutir sobre la llegada del Cruz Negra. El Gran Maestre Stirling Fessenden recibió instrucciones y las comunicó al resto: si el agente aparecía en busca de ayuda, debían ayudarlo sin rechistar[4].
Camuflado entre la oscuridad de la noche, el Cruz Negra escuchaba la reunión. Cuando esta terminó, descendió rápidamente y se hizo pasar por un cargador. Justo a tiempo, el maestre Joffre salía del edificio y necesitaba un vehículo.
Para su desagrado vio que lo llevó por otra ruta, luego, para su temor, vio cómo el criado se revelaba como el temible Cruz Negra. Pero no estaba ahí para matarlo sino para descubrir por qué Darius Gift fue atacado por dos detectives de la Concesión Francesa.
Rápidamente, el maestro templario negó haber dado la orden. Bolden preguntó entonces por la Sociedad Hop Wo, cuya dirección estaba en una de las tarjetas de Melville. Extrañado, Joffre señaló que se trataba de un colectivo comunista y por tanto enemigos de Chiang Kai-shek y su ejército nacionalista[4].
Lidiando con traficantes[]
Las respuestas de Joffre lo llevaron al Great World. Luego de atravesar una ventana, el Cruz Negra notó un cargamento de opio y, oculto en un rincón, al matón francés que acompañó a Melville esa mañana. Alzando la voz, el detective dio la alarma y al instante aparecieron varios hombres armados.
Sin perder el tiempo, el templario soltó una bomba de humo y corrió antes de ser rodeado. Los criminales, con fusiles en mano, disparaban sin parar. Golpes, balazos y patadas llovían mientras algunos artistas entrenaban para sus shows. Finalmente, viéndose en desventaja, llamaron a "Cuervo Feroz".
Un corpulento sujeto se plantó delante del Cruz Negra, con un enorme mazo en sus manos. Gracias a su agilidad, Albert Bolden logró esquivar los golpes de Cuervo Feroz y de un salto clavó su alfiler en su hombro derecho[1].
Aquella herida no hizo más que enfurecerlo y de un certero golpe noqueó al templario. Cuando despertó, se hallaba sujetado de los brazos y frente a un hombre de mediana edad.
El petiso sujeto era Du "Orejudo" Yuesheng, jefe de la Banda Verde, y quería saber qué planeaban los templarios en China. El Cruz Negra, por su parte, quería saber dónde estaba la caja de Darius y señaló que se había dejado atrapar para llegar hasta él[1].
Yuesheng soltó una risa sarcástica mientras revisaba las armas que le quitaron. Cuando tomó el alfiler notó que la punta estaba medio vacía, a lo que Albert señaló que era porque había usado el veneno de acción lenta.
El "Orejudo" solo entendió la respuesta cuando vio la herida de "Cuervo Feroz", quien se desplomó súbitamente. De un grito dio la orden de abrir fuego, mientras el Cruz Negra escapando a través de una ventana[1].
Encontrando la caja[]
A pesar de sus heridas, Bolden siguió otra pista: Tsai, el camarero del Shanghai Club que presenciaba las reuniones templarias a pesar de no ser parte de la orden. Este la condujo ante su ama Soong Ching-ling, quien esperaba al Cruz Negra desde hace mucho y no perdió los modales invitándole una taza de té.
Sin reparos, madame Sun aceptó estar detrás del robo de la caja. Como su hermana estaba casa con Chiang Kai-shek, descubrió que no quería continuar con el legado de Sun Yat-sen por lo que decidió impedir que deshonrara a los templarios al unirse a sus filas[5]. Esa fue la razón por la que contrató a Zhang Damin para traerle la caja[6].
En un inicio, el Cruz Negra dudó de sus palabras pero notó la sinceridad en sus ojos. Cuando terminó su té decidió que no la mataría, pero antes de marcharse pidió la caja de vuelta. Madame Sun la sacó de un escritorio asegurando que no valía la pena.
Cuando esta se abrió, entendió por qué. Estaba vacía. De pronto, sonaron las alarmas de la ciudad: el ejército del "Generalísimo" había llegado. Bolden se alistó, ya sabía quién era el traidor[6].
Mientras Tsai fue enviado a la Villa de Du Yuesheng para entregar un ultimátum al general Chiang, el Cruz Negra interceptó un vehículo. Cuando interrogó al conductor, este confesó que había sido enviado para recoger a "Bandera Floreada", un sicario con la misión de eliminar a un joven británico en el Templo de los Dioses.
La descripción encajaba con la de Darius, por lo que el templario partió de inmediato al rescate[5].
"Muerte"[]
Albert llegó justo a tiempo, cuando Darius estaba por ser degollado. Tras arrebatar al matón su cuchillo, se dispuso a hacerle frente con los puños. El joven Gift, que gracias a Roo descubrió el verdadero contenido de la caja, escuchó atónito cuando "Bandera Floreada" llamó al templario por su apodo, Cruz Negra, descubriendo así que se trataba del asesino de su padre[5].
El enfrentamiento fue parejo hasta que el sicario decidió jugar sucio y disparó a quemarropa. El Cruz Negra recibió la inesperada ayuda de Ruan, que distrajo a su atacante el tiempo suficiente para atar una cadena contra su cuello. Tras estrangularlo por unos segundos lo lanzó al vacío de una patada.
Todos estaban a salvo. Sin embargo, mientras Bolden recuperaba el aliento alguien asomaba por detrás. Darius, tomando el revólver de Roo, le disparó en la espalda. "¡Bastardo! ¡Mataste a mi padre!", exclamó.
Agotado y sangrando, el Cruz Negra aseguró que lo hizo por el bienestar de la orden; pero no hubo razones que lo salvaran. Uno a uno, otros cuatro disparos impactaron de lleno contra su pecho. Tambaleándose pensó en su familia hasta que, con la gravedad en su contra, cayó desde la azotea[5].
Su cuerpo fue encontrado por civiles y llevado a un hospital, donde nadie esperaba que durase más de una semana. Increíblemente, Bolden sobrevivió a sus heridas pero desapareció del radar de la orden y no retomó su puesto[7].
El guardián del Koh-i-Noor[]
Huyendo del pasado[]
Avergonzado por su fracaso, el otrora Cruz Negra no se sentía en condiciones de volver a la acción. Sin embargo, las circunstancias le obligarían.
Un año después, un templario de alto rango fue enviado para investigar la desaparición de Albert Bolden y lo encontró en un fumadero de opio. Pero, aunque había jurado dar aviso a la orden, estaba dispuesto a dejarlo ir si le entregaba el Koh-i-Noor[7].
Bolden reconoció al sujeto: se trataba de Rufus Grosvenor, uno de los seguidores del Maestro Espía. A pesar de su deserción decidió guardar el secreto, alegando que la orden no tenía tiempo que perder con agendas paralelas.
Grosvenor, sin dar su brazo a torcer, juró que de comprender los secretos del artefacto conseguiría mucho más que con su futura compañía; pero cuando se dio la vuelta su interlocutor se había esfumado[7].
Con un nuevo propósito en la vida, Bolden se dirigió al banco suizo donde había ocultado el diamante y lo mantuvo consigo durante nueve años. Las continuas emboscadas y agentes enviados por Grosvenor le obligaron a cambiar de escondite muy seguido, pero cometía el error de visitar a su familia. Hasta que un día encontró que la puerta de la casa estaba abierta.
Horrorizado, el hombre contempló a toda su familia masacrada y no pudo prever el golpe que se acercaba por detrás. Con Albert inconsciente, Rufus tomó el Koh-i-Noor de su bolso y se marchó sonriendo[7].
Misión en España[]
Persiguiendo a Grosvenor[]
Movido por el deber y en parte la venganza, el templario persiguió a su némesis hasta España, donde se había hecho pasar por Nobby Clarke, un Asesino británico enviado como refuerzo para la célula de Ignacio Cardona.
En su camino encontró el cadáver del verdadero Nobby Clarke colgando de un árbol. No había signos de fuerza, de algún modo Grosvenor le convenció de quitarse la vida por voluntad propia. De ese modo fue consciente de cuán persuasivo era su enemigo.
En abril de 1937, Bolden llegó a Barcelona justo cuando Rufus había convencido a Ignacio de tocar el Koh-i-Noor. Criaturas con forma de serpiente surgieron de la piedra, rodeando a los presentes. Los ojos de Cardona se iluminaron mientras la sangre brotaba de su nariz y ojos hasta que se desmayó[8].
Aprovechando la conmoción, Albert entró en escena, pero los Asesinos atacaron en conjunto impidiéndole llegar hasta Grosvenor. Viéndose en desventaja, lanzó unas bombas de humo y se llevó a Ignacio consigo[7].
Uniendo fuerzas con el enemigo[]
Dos días le tomó a Cardona recuperarse del shock. El artefacto le había dejado agotado y con una especie de amnesia. Con paciencia, Bolden le cuidó y alimentó hasta que fue capaz de ponerse de pie.
Aunque en un inicio no le creía y más bien intentaba atacarle, el templario explicó su historia con Grosvenor y el porqué de su presencia en España: necesitaba a Ignacio para liberar el poder total del Koh-i-Noor, ya que muy pocos podían controlarlo.
Tras vestirse, los refuerzos llegaron: revolucionarios. Los espías de Bolden le habían informado que su objetivo se encontraba en una iglesia cercana a Lleida por lo que ahí se dirigieron[7].
A la distancia, Grosvenor señaló que solo ellos dos podían entrar. El par, consciente de que iba directo a una trampa, continuó avanzando.
Mientras se acercaban, Ignacio advirtió a Bolden de no intentar matar a sus compañeros. Poco después, Dwight y Miguel se lanzaron desde los techos para atacar, pero Cardona fue capaz de repeler el ataque lanzando unos cuchillos. Sus compañeros cayeron bruscamente gritando de dolor.
Grosvenor les convenció de que Ignacio estuvo coludido con los templarios desde el inicio, y que solo él podría terminar con la guerra si tocaba el diamante. Él intentó razonar con sus compañeros mas sus palabras cayeron en oídos sordos y vio cómo rodeaban a Albert pero, antes de poder hacer nada, Glaucia Acosta lo sujetaba del cuello con un cuchillo[9].
Aunque una hoja oculta le rasgó el torso, el Cruz Negra fue capaz de neutralizar a sus atacantes y rápidamente lanzó su alfiler contra Acosta. Ignacio interpuso su mano para proteger a su amada y prefirió dejarla inconsciente de un golpe.
Tras recibir un pañuelo, el Asesino se levantó y ambos siguieron las huellas de Miguel en el suelo.
La iglesia[]
Grosvenor esperaba en una iglesia. Mientras se ocultaba en la oscuridad, les recordó que la zona era un bastión anarquista hasta que las tropas de Franco los encontraron. Ignacio y Albert pronto descubrieron por qué el lugar olía tan mal: delante de ellos se hallaba Rufus, sobre una fosa repleta de cadáveres[9].
Con el Koh-i-Noor en mano, este señaló que Ignacio, aunque no el huésped perfecto, era el único capaz de liberar los poderes del artefacto. Mientras tanto, Glaucia y Miguel se acercaban.
A pesar de las súplicas de Albert, Cardona tomó nuevamente el Koh-i-Noor. De pronto comenzó a gritar de dolor mientras su cuerpo entero irradiaba energía. Grosvenor le ordenó concentrarse pero Ignacio, con el rostro desencajado, solo dijo: "El mundo ya ha tenido suficientes maestros". Entonces el diamante se quebró en mil pedazos[9].
La explosión desmoronó la iglesia, mientras unas proyecciones con forma de toros recorrían los alrededores.
Horas después, ya de noche, Albert salió de entre los escombros y sacó a Ignacio. Cuando este preguntó por Glaucia, el templario dijo que la vio huir junto con Grosvenor, posiblemente a Estados Unidos.
Mientras se recuperaba, Albert reconoció que era un buen hombre. Ignacio, por su parte, reveló que el Koh-i-Noor no estaba destruido. Todo se trató de una ilusión creada mientras lo tuvo entre sus manos. Reconociendo la inteligencia de esa jugada, el Cruz Negra prometió que permanecería en España para cuidar del diamante mientras se encontrase debajo de aquellos escombros, y tal vez luchar contra los fascistas.
De pronto se oyeron sonidos de aviones, bombarderos alemanes. Mirando al cielo, Bolden señaló su temor a la cada vez más poderosa Alemania nazi[9].
Vida posterior[]
Ambos continuaron activos en la guerra al lado de otros soldados. Al menos una fotografía quedó como registro de sus aventuras, la cual terminaría pasando a los archivos de la hermandad[10].
Terminada la guerra civil, muchos niños perdieron a sus padres y quedaron abandonados en las calles. Ignacio y Albert, previendo la importancia del Koh-i-Noor, decidieron darles un hogar y entrenarlos. De ese modo, se aseguraron de mantenerlo a salvo de Asesinos y templarios por igual[11].
Los guardianes de la "Montaña de Luz" no solo se valieron de las técnicas de combate que aprendieron sino del mismo diamante, que estando bajo tierra les otorgó longevidad y vitalidad[12].
Legado[]
Los esfuerzos de Ignacio y Albert permitieron mantener al Koh-i-Noor protegido de manos ambiciosas, sin embargo no previeron que, aparte de Asesinos y templarios, otro bando entraría en escena: los Instrumentos de la Primera Voluntad.
En noviembre de 2013, Otso Berg investigó los recuerdos de Bolden y Darius Gift esperando hallar rastros del Koh-i-Noor, pero la búsqueda fue infructuosa debido al poco ADN recolectado. La oportunidad resurgiría cinco años después, cuando se unió a los Asesinos para detener a Juno, cuya resurrección era inminente.
Personalidad y características[]
Albert Bolden era ante todo un partidario férreo de la Orden Templaria. Con un amplio sentido del deber, era incapaz de cuestionar al Círculo Interno, al que describía como una entidad de "entendimiento superior". Este código de conducta le convirtió en un asesino letal y temido entre los templarios, pero a medida que la orden se aliaba con personajes cuestionables -Chiang Kai-shek, Hitler, Stalin- su perspectiva cambió.
Movido por el conflictivo transcurso del siglo XX, Bolden finalmente terminó buscando el bienestar de la humanidad a su modo. Librándose de las ataduras de los templarios, se volvió compañero de Ignacio Cardona y juntos dieron un propósito de vida a varios niños que lo perdieron todo durante la guerra civil[12].
Asimismo, Albert respetaba cuando una persona era fiel a sus convicciones. Por ello perdonó la vida de Soong Ching-ling a pesar de desafiar abiertamente al Círculo Interno[5].
Equipo y habilidades[]
Combate[]
Gracias a su entrenamiento, Albert Bolden tenía gran dominio de armas de fuego y una condición física óptima. Aparte era capaz de luchar con espada, cadenas y lanzar proyectiles -como agujas o su característico alfiler- con gran puntería.
Asimismo tenía gran resistencia al dolor, siendo capaz de combatir a pesar de recibir puñaladas o disparos. Ello, sumado a su habilidad estratégica, lo convertía en un enemigo al que no subestimar. Un ejemplo notable es su enfrentamiento contra Yuri Dolinsky, al que derrotó usando la velocidad de su tren en su contra justo cuando estaba cediendo ante su espada.
Entre su armamento, el Cruz Negra contaba con fusiles, dardos de cadena, alfileres con veneno, granadas y bombas de humo.
Sigilo[]
Bolden también contaba con habilidades comúnmente atribuidas a los Asesinos como el poder escalar edificios y correr velozmente. Ello le era muy útil cuando se trataba de rastrear objetivos.
Por otro lado, su atuendo de color negro le permitía camuflarse durante la noche. Este dominio escénico cimentó el carácter legendario de la figura del Cruz Negra.
Curiosidades[]
- Además de su inglés natal, Albert tenía un gran dominio del chino[3] y hablaba español[7].
- El alfiler del Cruz Negra permaneció en poder de los templarios hasta que Otso Berg lo entregó a su descendiente André Bolden. Este luego se lo devolvería para ofrecerle el manto de su ancestro[13].
- Las memorias del Cruz Negra durante 1927 fueron usadas para la plataforma Helix, bajo el nombre de "Confrontación en Shanghái"[5].
Apariciones[]
- Assassin's Creed: Templars (primera aparición)
- Assassin's Creed FCBD 2016 Edition - Great Wall
- Assassin's Creed: Uprising
Galería[]
Fuentes y/o referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 Assassin's Creed: Templars #03
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Assassin's Creed: Templars #01
- ↑ 3,0 3,1 3,2 Assassin's Creed FCBD Edition 2016 - Great Wall
- ↑ 4,0 4,1 4,2 4,3 Assassin's Creed: Templars #02
- ↑ 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 Assassin's Creed: Templars #05
- ↑ 6,0 6,1 Assassin's Creed: Templars #04
- ↑ 7,0 7,1 7,2 7,3 7,4 7,5 7,6 Assassin's Creed: Uprising #07
- ↑ Assassin's Creed: Uprising #06
- ↑ 9,0 9,1 9,2 9,3 Assassin's Creed: Uprising #08
- ↑ Assassin's Creed: Uprising #05
- ↑ Assassin's Creed: Uprising #09
- ↑ 12,0 12,1 Assassin's Creed: Uprising #10
- ↑ Assassin's Creed: Templars #09